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johana gil
Jueves, 19 de enero 2023, 21:37
Desde el inicio del año estaba prevista la llegada masiva de manifestantes desde varias provincias de Perú a Lima para exigir la renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, y la convocatoria inmediata de elecciones. El grueso de la marcha ha alcanzado este jueves la capital, ... incrementada por la incorporación de más personas de las previstas, después de que el miércoles la muerte de una mujer de 35 años y un hombre de 30 en medio de enfrentamientos con la Policía recrudeciera la tensión en la autodenominada 'La toma de Lima'. Ello ha obligado también a un mayor despliegue policial para evitar disturbios. En Lima se congregaron hasta 11.800 agentes.
Las muertes desde que se iniciaron las protestas antigubernamentales el 7 de diciembre se elevan ya a 54. Han fallecido 43 manifestantes, un policía y diez personas en los bloqueos de carreteras y enfrentamientos. Entre estos últimos se encuentra un bebé nonato, que perdió la vida al no poder llegar su madre a un hospital.
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Iñigo Fernández De Lucio
En el aeropuerto de Arequipa, la segunda ciudad más poblada, se vieron obligados a suspender de nuevo las actividades aéreas durante la mañana de este jueves por un intento de toma de las instalaciones. Cerca de 200 manifestantes rompieron las vallas metálicas del perímetro de la terminal y provocaron incendios menores, a lo que los agentes policiales respondieron con el lanzamiento de bombas lacrimógenas. Horas después, el Gobierno peruano tuvo que cerrar el aeropuerto de Cuzco, la puerta de entrada a Machu Picchu, como medida preventiva. Asimismo, el ferrocarril que une los principales sitios turísticos ha cesado su funcionamiento ante el temor de verse afectado por las protestas que se desarrollan en las zonas rurales.
En el desespero del Gobierno por evitar el descontrol del orden público, ha acudido, incluso a las Fuerzas Armadas. «La Policía estaba en alerta máxima», aseguró el jefe de la Región Policial de Lima, el general Víctor Zanabria.
La 'gran marcha indígena' se ha vinculado de esta manera al paro nacional. Centenares de campesinos se dirigieron a las calles de Lima en pequeñas marchas para unirse en el centro de la capital y recorrer unos 20 kilómetros. «Hay un desborde social en el pueblo como nunca se ha visto, es el clamor del pueblo peruano», manifestó Gerónimo López, líder sindical que convocó a la huelga.
Pese a la actual vigencia de un estado de emergencia por 30 días desde el domingo, los manifestantes han seguido adelante. Un centenar de carreteras permanecieron bloqueadas y el Ministerio de Salud pidió permitir el tránsito para evitar más pérdidas de vidas humanas por la obstrucción.
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