Milei sella una alianza política para «sacar adelante a Argentina»

A los sones de marchas militares se conformó el «cambio urgente» que precisa Argentina, en opinión de Milei. Las pautas de este acuerdo para «abrazar las ideas de la libertad» contemplan reafirmar la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal como un compromiso «innegociable», una reforma tributaria y el compromiso de las provincias para abrirse a la explotación de sus recursos naturales, además de la eliminación de aranceles y una política de ayuda a las importaciones. A regañadientes el mandatario aceptó también la propuesta de los gobernadores para incluir el compromiso por una educación inicial, primaria y secundaria, útil y moderna, lo que no significa que vaya a ser gratuita.

En su discurso tras estampar la firma en esta «alianza para una nueva Argentina», Milei aseguró que «después de un siglo de caída en la miseria, nos hemos prácticamente olvidado como sociedad de nuestro pasado próspero y de las ideas que lo hicieron posible. Pero este pacto va a ser un punto de inflexión en un momento de dificultad y conflicto».

«Después de décadas de pendular entre proyectos antagónicos que nos han hecho cada vez más pobres, hoy nos reunimos para renovar nuestros votos patrióticos», explicó. En este sentido, valoró que los asistentes hubieran atendido al llamamiento «que les hace el pueblo, que escucha desde su casa y que el año pasado les exigió un cambio profundo de dirección». «Que esto sea posible hoy en Argentina después de tanta división, es sin duda el símbolo de un cambio de época», aseveró el ultraderechista.

Al acto acudió el expresidente Mauricio Macri, uno de los aliados de Milei en las últimas leyes aprobadas en el Congreso, y Adolfo Rodríguez Saá, el fugaz jefe de Gobierno que intentó sin éxito remediar la crisis del 'corralito' en 2011. Las grandes ausencias entre los setecientos invitados a la fría noche fueron los exmandatarios peronistas Cristina Kirchner y Alberto Fernández, además del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof.

Milei se refirió a los dirigentes políticos, sociales y sindicales que no suscribieron el pacto, como aquellos que «sus anteojeras ideológicas les hacen desconocer la raíz del fracaso argentino». Así, subrayó que «no es casualidad que entre estos últimos se encuentren quienes han intentado o intentan cotidianamente boicotear a este Gobierno y conspiran para que fracase». «Son adictos al sistema porque sus intereses personales son diametralmente opuestos al del común de la gente. Y saben, aunque no lo admitan, que ellos progresan a costa de que al conjunto de los argentinos les vaya cada vez peor», manifestó.

El Pacto de Mayo llegó realmente en julio. En marzo, en la apertura del año legislativo, el líder ultraliberal había lanzado su propuesta para firmar un programa con diez políticas «refundacionales y fundamentales para devolverle la grandeza a la nación». Su idea era rubricarlo el 25 de mayo, otra fecha de celebración patria en Argentina, pero no se logró porque había puesto como condición previa la aprobación de su ambicioso paquete de reformas económicas, conocido como 'ley Bases', que no alcanzó el aval del Parlamento hasta el 28 de junio.