La izquierda sorprende en Guatemala

Por primera vez en la historia electoral del país centroamericano, los votos nulos y en blanco superaron los conseguidos por cualquier candidato. Una cuarta parte de los guatemaltecos mostraron así su rechazo a los veintiún aspirantes a la jefatura de Estado. Los comicios siempre estuvieron marcados por la desconfianza en que depararían algún cambio, hasta el punto de que la abstención alcanzó el 40%.

También se registraron varias denuncias de la oposición contra el Tribunal Superior Electoral, que había descalificado a cuatro candidatos, por «falta de transparencia». Por todo ello el descontento se manifestó en el ascenso del centroizquierdista Arévalo, de 64 años, que finalmente se clasificó para la segunda vuelta. «Creemos que los votantes estaban hartos, cansados del sistema político actual y buscaban una alternativa decente y creíble», dijo tras conocerse los resultados.

La joven formación de Arévalo se consolidó en 2015 durante las manifestaciones que llevaron a la dimisión del entonces presidente, Otto Pérez Molina, y la vicepresidenta, Roxana Baldetti. Comenzó como un grupo de análisis en lo se conoce como la 'primavera guatemalteca'. En 2019 presentó a su primer candidato presidencial, pero hasta ahora nunca logró llegar tan lejos en las urnas. El Movimiento Semilla está «tranquilo» porque asegura tener «un plan de Gobierno» con gente que no ha estado metida en «la política partidaria», explicó Arévalo, quien confirmó que solicitará asesoramiento para luchar contra la corrupción a las personas que fueron expulsadas del país con intentar combatirla.

Guatemala es uno de los países con mayor desigualdad y corrupción de Latinoamérica, según el Banco Mundial. Periodistas, fiscales y jueces han sido arrestados por criticar al Gobierno del presidente Alejandro Giammattei.

Según la ONG Human Rights Watch (HRW), Giammattei y sus aliados «profundizaron el deterioro de la democracia». Las investigaciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), respaldada por Naciones Unidas, que funcionó entre 2007 y 2019, y el Ministerio Público pusieron al descubierto más de 120 tramas en los tres poderes del Estado. Sin embargo, su trabajo fue detenido en 2019 por el entonces presidente, Jimmy Morales, quien obligó a los miembros del equipo a abandonar el país.

El mayor escándalo del actual jefe de Gobierno fue cuando designó a dos funcionarios clave, la fiscal general y el procurador de los derechos humanos, mediante procesos de selección «injustos y turbios», según HRW. Giammattei nombró el anterior año como líder de la Fiscalía a Consuelo Porras, quien está acusada por frenar investigaciones anticorrupción. Entonces, incluso, Estados Unidos y la Unión Europea lamentaron la decisión y aseguraron que eso «suscita preocupación sobre el compromiso de las autoridades guatemaltecas para combatir a la corrupción y salvaguardar la independencia del poder judicial». La UE aseguró que «el Ministerio Público ha iniciado acciones legales contra varios jueces, abogados y fiscales involucrados en la investigación de casos de fraude de alto nivel». Algunos, incluso, había sido detenidos.

Arévalo, que aspiraba por primera vez a la Presidencia, se enfrentará contra Torres, de 67 años, exesposa del fallecido dirigente socialdemócrata Álvaro Colom (2008-2012). La antigua primera dama estuvo detenida en 2019 por supuesta financiación irregular de su partido, pero el caso fue cerrado tres años después. La candidata había ya conseguido pasar a segunda vuelta en dos ocasiones anteriores, pero nunca logró la victoria. Esta vez «vamos a ganar, contra quien sea», señaló.