La esposa del candidato asesinado en Ecuador denuncia un «crimen de Estado»

Fuertemente escoltada, con casco, chaleco antibalas y flanqueada por un miembro de seguridad que portaba un fusil, Suárez denunció la falta de medidas de protección hacia su esposo. «El Estado tiene que dar muchas respuestas de lo que pasó. No quiero pensar que vendieron a mi marido para que fuera asesinado de manera infame», dijo al tiempo que denunció que tanto su vida como la de sus tres hijos «está en riesgo» por los numerosos escándalos de corrupción destapados por Villavicencio.

El último caso desvelado por el periodista y diputado que aspiraba a la presidencia salió a la luz la víspera de su asesinato, cuando denunció irregularidades durante el mandato del expresidente Rafael Correa que habrían costado 9.000 millones de dólares a las arcas públicas. Correa, exiliado en Bélgica, negó cualquier relación con el crimen mientras el actual mandatario, Guillermo Lasso, lo atribuyó al «crimen organizado».

Del aumento de la criminalidad que ha hecho de Ecuador uno de los países más inseguros de Latinoamérica volvieron a ser testigo los habitantes de Quito la noche del sábado con el secuestro de Anaí, la hija menor del exalcalde Jorge Yunda. Según él mismo contó, el coche en el que viajaba la niña fue bloqueado a la salida de un túnel por un furgón y de un tercer vehículo salieron «cinco encapuchados armados» que se la llevaron por la fuerza y poco después la abandonaron «en buen estado».

«Hijos de puta, conmigo lo que sea, no con mi familia», clamó Yunda en un primer mensaje en redes sociales. El político, que gobernó la capital de 2019 a 2021, aseguró que él era la víctima original de los secuestradores. «Por eso abandonaron a mi hija», añadió. La Policía, por su parte, detalló que los hechos se produjeron a las 21.15 hora local del sábado y que la menor fue localizada en la zona de Cumbayá, sin que conste daño alguno sobre ella. Los agentes han abierto una investigación para localizar a los responsables.

A falta de una semana para la las elecciones presidenciales y legislativas, la violencia se ha afianzado como tema central de la campaña. Con ese telón de fondo y con la sonada ausencia de Villavicencio, los siete candidatos restantes que aspiran al poder se disponían esta madrugada a debatir en un plató de televisión sus propuestas para combatir la criminalidad.

El debate, para el que el Consejo Nacional Electoral (CNE) redobló la vigilancia, se produjo dos días después de que cuatro de los candidatos presentaran un plan de seguridad para «unir esfuerzos de cara al futuro». En el texto, responsabilizan al Gobierno «por el incremento exponencial de la violencia» y exigen «acciones urgentes para dar garantías a los ecuatorianos y al proceso electoral».

Entretanto, Andrea González, la candidata designada el sábado por el Movimiento Construye para reemplazar a Villavicencio en los comicios del domingo, denunció «falta de voluntad» en el CNE para avalar los cambios. González, que ya acompañaba al político como aspirante a la vicepresidencia, ha creado polémica porque es «ilegal» renunciar a una candidatura, como señaló Sarauz. Esto podría derivar en que se declaren «nulos» los votos que obtenga la formación. «De ser así, la muerte de mi esposo podría ser en vano», lamentó.