Joseba Grajales fue el protagonista de la portada de la edición colombiana de 'Forbes' hace un lustro. Forbes

Un empresario vasco en el punto de mira del presidente de Colombia

Gustavo Petro acusa a la compañía que encabeza Joseba Grajales de financiar a los partidos que vetaron su reforma del sistema de salud

Sábado, 1 de junio 2024

La reforma sanitaria era uno de los proyectos mimados de Gustavo Petro. La promocionó de mitin en mitin antes de su llegada al poder y cuando asumió la presidencia de Colombia, en pleno verano de 2022, decidió anteponerla a otros dos de sus grandes planes ... de cambio para el país:el laboral y las pensiones. Su fracaso en el Congreso le ha dolido por ello especialmente. Tanto, que el mandatario no ha parado desde entonces –casi dos meses ya– de arremeter contra quien considera culpable de esta derrota política. Se trata del empresario vasco Joseba Grajales, presidente del grupo Keralty, la antigua Organización Sanitas Internacional, a la que acusa de haber «financiado» a varios de los partidos que a principios del pasado abril votaron en contra de la remodelación del sistema de salud colombiano. «Ese señor español», le dice en sus discursos.

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Keralty cuenta con el exconsejero vasco de Salud Jon Darpón en sus filas –según el organigrama que cuelga en su propia web se encarga de una de las «presidencias transversales», la de Infraestructura– y es hoy un gigante de la sanidad privada en América Latina, donde desembarcó en los años ochenta precisamente a través de Colombia. En la actualidad atiende en Brasil, Venezuela, Perú, Puerto Rico... y ha llegado incluso a Estados Unidos y Filipinas. A finales de 2023, recoge la compañía, superaba los 10,3 millones de usuarios, y sólo en el país de Petro se acerca a los 6,9 millones de asociados y ronda los 24.000 empleados. Un imperio que, sostiene el presidente colombiano, se ha construido a base de mentiras hacia sus compatriotas. «Le estamos diciendo a ese señor español que deje de engañar a sus afiliados y afiliadas diciendo que les vamos a acabar la salud», denunciaba el mandatario en un acto por el 1 de mayo salpicado de acusaciones directas hacia Grajales.

La reforma planteada por Petro, el primer dirigente de izquierdas en tomar el mando de Colombia, tenía en el punto de mira el sistema de seguros de salud privados que funciona en el país desde la década de los noventa y que pretendía relevar por un modelo basado en lo público para llegar a todos los ciudadanos. Un cambio que implicaba, por ejemplo, el fin de la intermediación por parte de las llamadas Entidades Promotoras de Salud (EPS) para que el dinero que el Estado destina a sanidad pasara de forma directa de sus arcas a los hospitales. Bajo el paraguas de Keralty opera la EPS Sanitas –la segunda más importante de la nación, con treinta años de trayectoria– que, justo un día antes de que el Congreso se pronunciara sobre el proyecto estrella del presidente, quedó intervenida por el Estado. El Ejecutivo se hizo con el control de otra, Nueva EPS, ajena a este grupo, durante el transcurso de la votación.

Grajales, al que se le considera un hombre muy cercano al PNV, no se ha referido en público al reguero de acusaciones sobre los supuestos pagos a congresistas, pero sí se ha manifestado sobre la intervención de EPSSanitas. En un vídeo publicado por el diario colombiano 'El Heraldo' mostró su «profunda consternación» por una situación que tachó de «injusta». «Con el corazón pesado pero lleno de determinación», aseguró encontrarse el empresario, que inició su carrera en el sector energético y fundó las firmas Guascor (motores) y Gamesa (aerogeneradores) –se deshizo de ambas– antes de emprender negocio en la sanidad privada. El periódico 'El Mundo' le colocaba este mismo año en el puesto 239 de la lista de los más ricos de España, con un patrimonio neto de unos 265 millones de euros. También 'Forbes' le suele incluir en su ranking de millonarios y en 2019 protagonizó la portada de la revista en Colombia.

Más de un año de trámites

Entre los afines al presidente más críticos con Grajales tras el fiasco del proyecto para remodelar el sistema de salud destaca Wilson Arias. Este senador de Pacto Histórico, la coalición de grupos de izquierda y centroizquierda que aupó a Petro al poder, defiende que el empresario tiene «conexiones de élite» y ejerce como «un mercader de la vida». «Donó cientos de millones de pesos a partidos colombianos que hundieron la reforma», comentó en redes sociales sólo un día después de que el Congreso rechazara una revolución en el modelo sanitario para alejarlo de las manos privadas y sustentarlo en la prevención y la atención primaria desde lo público. Este 'no' es, sin duda, el mayor varapalo que se ha llevado hasta ahora el mandatario, que lanzó la iniciativa nada más formar su equipo de gobierno. De hecho, la propuesta arrastraba quince meses de trámites legislativos cuando cayó definitivamente por el voto de nueve senadores.

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El Gobierno colombiano defiende que su iniciativa pretendía que la sanidad fuera accesible para todos los ciudadanos

«Keralty siendo extranjeros financiaron las campañas de varios congresistas y financiaron a los partidos políticos que hoy se oponen a las reformas sociales», insistió Petro. Según diferentes medios, el grupo y otra compañía (Bolívar, propietaria asimismo de una EPS) habrían pagado en la campaña electoral de 2022 más de 336.000 euros a las formaciones –salvo una, Mira– que votaron en contra del proyecto. Pero lo cierto es que la remodelación del sistema de salud colombiano no empezó con buen pie ni dentro del Ejecutivo. El empeño del presidente en sacarla adelante provocó una enorme crisis en su propio gabinete que derivó en la salida de sus tres ministros más moderados y también hizo trizas la coalición legislativa que le permitió aprobar cambios tributarios y su plan de desarrollo para el país.

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