Claudia Sheinbaum, la nueva esperanza mexicana

En el complicado panorama político de desaceleración económica y aumento de actividades ilícitas promovidas por los cárteles, emerge una figura que ha cautivado a los mexicanos con su dedicación a la justicia social, el medio ambiente y su compromiso con un cambio de paradigma en un país donde ninguna mujer ha llegado a ser presidenta. Claudia Sheinbaum, candidata del partido de López Obrador, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se alza como un faro de esperanza para la ciudadanía con la promesa de un futuro más equitativo y próspero en el territorio.

Sheinbaum, con una carrera marcada por su compromiso con el cambio social, se graduó en Ingeniería Ambiental especializada en energía y cambio climático en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Pronto destacó como una defensora incansable del desarrollo sostenible y la justicia ambiental. Mientras realizaba sus estudios, su trayectoria política comenzó a tomar forma durante su participación en movimientos estudiantiles en la UNAM, donde destacó por su liderazgo y capacidad para movilizar a las masas en torno a causas sociales y ecologistas. «La lucha estudiantil me enseñó el valor de la organización y la importancia de alzar la voz ante las injusticias», comentaba en una entrevista reciente sobre su etapa universitaria.

A pesar de sus acciones como revolucionaria en sus años de estudiante e investigadora, no fue hasta que conversó con el actual líder del país, Andrés Manuel López Obrador, en una cafetería de Ciudad de México, cuando Sheinbaum se adentró en política a través del partido al que ella era afiliada de base y que en su momento dirigía el actual líder del país, Partido de la Revolución Democrática (PRD). Él fue quien la nombró secretaria de Medio Ambiente en Distrito Federal, territorio en el que se encuentra la capital del país. En aquel momento ella investigaba, de la mano del Premio Nobel de Química Mario Molina, la contaminación atmosférica de la zona, algo que quería mejorar el ahora gobernante.

Desde entonces, su ascenso en la política mexicana fue meteórico. Entre 2000 y 2006 fue portavoz de la campaña de López Obrador, en la que el panista Felipe Calderón le ganó por una diferencia de menos del 1% de los votos. Sheinbaum acompañó al actual presidente de México en la denuncia de fraude electoral y en el establecimiento del 'Gobierno Legítimo' paralelo en el que ella fue nombrada secretaria de Defensa del Patrimonio Nacional. En 2012 volvieron a perder en la carrera a la presidencia contra Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, y junto a López Obrador y otros compañeros del PRD fue la fundadora y promotora del partido Morena.

En 2015 se proclamó presidenta de la delegación de Tlaplan con el 29,5% de los votos, pese a los escollos de su anterior partido, el PRD, que buscaban evitar perder otro territorio. En su etapa como jefa regional tuvo que sortear una crisis de gestión debido al seísmo de septiembre de 2017, cuando un colegio colapsó debido al terremoto y se cobró la vida de 19 niños y siete adultos por el derrumbe de unos apartamentos ilegales que había creado la directora encima de las instalaciones escolares. Pese a que Sheinbaum coordinó y supervisó las labores de rescate y demostró la ilegalidad de la construcción, su gobernanza quedó manchada y el suceso se lo siguen recordando ahora en su carrera hacia la presidencia del país.

En 2018 se convirtió en la primera mujer electa como jefa de Gobierno de la Ciudad de México con el 47% de los votos, abanderando las causas de la izquierda progresista y la transformación social. «Mi objetivo es construir una ciudad más justa, equitativa y sustentable, donde todas las personas tengan la oportunidad de prosperar», declaró Sheinbaum en su discurso de toma de poder.

Su liderazgo, sin embargo, no ha estado exento de críticas y desafíos. Desde su posición tuvo que enfrentarse a la compleja realidad política y social de México, navegando entre intereses encontrados y demandas ciudadanas. Sheinbaum tuvo que lidiar con duras críticas respecto a los constantes fallos y accidentes mortales del metro de la capital, que en su conjunto se cobraron la vida de 29 personas. Además, se le reprochó su política de «contención» en las manifestaciones feministas definidas como acciones de represión, además de ser criticada por no solucionar la inseguridad de la capital, aunque ella aseguró que su administración redujo el 60% de los delitos graves.

A pesar de los obstáculos, la ya presidente mexicana ha mantenido su compromiso con la justicia social y la inclusión, promoviendo programas de apoyo a comunidades marginadas y políticas de igualdad de género. «Creo en un México donde todas las voces sean escuchadas y todas las personas tengan las mismas oportunidades», enfatizaba en una de sus intervenciones como gobernadora.

Al conocerse a finales de 2023 su candidatura por Morena para sustituir a López Obrador, despertó un entusiasmo sin precedentes entre los ciudadanos mexicanos, que la convirtieron en la principal favorita por delante de la panista Xóchitl Gálvez, ya que ven en Sheinbaum no solo una líder política, también una aliada en la lucha por un México más justo y próspero. Ella misma proclama: «El cambio está en nuestras manos y juntos podemos hacer historia», en un mensaje dirigido al pueblo mexicano en uno de sus mítines.

Ahora deberá resolver la desaceleración económica que vive el país, la violencia y la inseguridad provocada por el crimen organizado, reducir la brecha entre ricos y pobres, mejorar la transparencia del Gobierno y fortalecer el sistema de salud.

Veintitrés años después de iniciar su larga andadura por la política mexicana, la científica especialista en energía y cambio climático ha hecho historia en el país azteca.

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