Secciones
Servicios
Destacamos
El Consejo Presidencial de Transición de Haití ha escrito un nuevo capítulo en la crisis política que vive el país caribeño desde el asesinato del mandatario Jovenel Moïse en 2021. Sus miembros han tomado la decisión de destituir al primer ministro, Garry Conille, menos de ... cinco meses después de su nombramiento. En una isla donde la violencia de las pandillas mantiene a la población sumergida en un baño de sangre, los líderes del poder ejecutivo han protagonizado su particular batalla política, cuyo desenlace ha sido la salida de Conille y un cambio en el gabinete ministerial. El cargo lo ostentará ahora el empresario Alix Didier Fils-Aimé. El nuevo jefe del Gobierno cuenta con el apoyo de ocho de los nueve miembros del consejo.
La designación se ha producido en medio de un cruce de acusaciones de corrupción y disputas sobre la legalidad del proceso, realizado en opinión del primer ministro saliente en contra de la Constitución. Los partidarios de Conille ponen en duda que el Consejo Presidencial, formado por una alianza de partidos políticos y miembros de la sociedad civil, tenga el poder de destituir al primer ministro si no lo decide el Parlamento.
Noticias relacionadas
El ya exmandatario había sido designado con el objetivo de pilotar la transición hacia un país con unas condiciones lo suficientemente seguras como para celebrar unas elecciones en un periodo de veinte meses. Haití sigue en poder de las pandillas. Cerca de 5.000 personas han muerto bajo la violencia de estas bandas que controlan el territorio. El Gobierno espera obtener nueva ayuda internacional, ya que la fuerza multinacional enviada al país con el padrinazgo de la ONU no ha cosechado los resultados esperados.
La respuesta de las bandas a la caída de Conille ha sido inmediata. Anuncian nuevos «días de terror» en Puerto Príncipe. Las autoridades han pedido a la población que no salga a la calle. «La batalla empezará de nuevo», advierte en un vídeo difundido en redes sociales Jimmy Cherizier, alias 'Barbecue' y líder de la coalición armada Vivre Ensemble (Vivir Juntos). El antiguo policía convertido en poderoso jefe de los grupos armados considera que las autoridades no velan por los intereses del pueblo haitiano, por lo que «el tiempo de observación de las bandas ha llegado a su fin» y «ha llegado el momento de tomar el destino de este país».
En febrero las pandillas conquistaron el país gracias al descontento con el entonces primer ministro interino, Ariel Henry, tras su negativa para celebrar las elecciones cuando estaba previsto. Aprovecharon para atacar el aeropuerto de la capital, Puerto Príncipe, y las principales cárceles del país liberando a miles de presos y provocaron una fuga masiva de ciudadanos para controlar a continuación todo el territorio.
Según Naciones Unidas (ONU), más de 700.000 personas han huido de sus hogares en Haití y se estima que más de cinco millones de haitianos pasan hambre, la mitad de la población del país.
En octubre la banda Gran Grif perpetró uno de los atentados más letales en los últimos años, en el que al menos 115 personas perdieron la vida en Pont-Sandé, a unos cien kilómetros de Puerto Príncipe. Un comando compuesto por decenas de individuos entró de madrugada en la comunidad y disparó contra los vecinos con pistolas y rifles automáticos mientras algunos de ellos incendiaban las casas y los coches que encontraban a su paso. Entre los fallecidos hubo múltiples mujeres y niños, la mayoría sorprendidos cuando dormían. Alertados por los disparos, unos 3.000 habitantes huyeron a la carrera de la aldea, en la peor masacre perpetrada contra civiles en la isla.
La ONU ha revelado que 4.900 personas han sido asesinadas en el país de enero a septiembre como consecuencia de la violencia y la lucha contra las bandas. En 2023, se contabilizaron 8.000 víctimas mortales.
Pese a la presencia desde junio de efectivos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia y con el aval de la ONU, la violencia no cesa en Haití. De los 3.000 soldados prometidos para la iniciativa actualmente sólo han llegado 430 militares al suelo haitiano.
Conille fue nombrado para el cargo a principios de junio por el Consejo de Transición, recibiendo el apoyo incluso de sus rivales. Alix Didier Fils-Aimé, su actual sucesor en el cargo, coincidió que era una gran apuesta «para que la paz vuelva a la nación».
Fils-Aimé accede a la jefatura del Gobierno haitiano cinco meses después de su pugna con Conille como candidato del sector privado. En su historial figura que estudió en la Universidad de Boston, ejerció la presidencia de la Cámara de Comercio del país caribeño y en 2015 se presentó sin éxito para el Senado. Ahora es el designado para pilotar este proceso de transición. Sus retos, heredados de su antecesor, consisten en restablecer la paz en Haití y conducir al país a unas elecciones democráticas que no se celebran desde 2016, cuando salió elegido como presidente Jovenel Moïse, a quien un grupo armado asesinó a sangre fría mientras dormía en julio de 2021.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.