Un atentado de la guerrilla del ELN mata a nueve soldados en Colombia

En la madrugada de este miércoles, los soldados que estaban patrullando la zona fronteriza con Venezuela fueron emboscados con explosivos artesanales y ráfagas de fusiles. La llegada por sorpresa de los insurgentes, que dispararon indiscriminadamente, dejó sin capacidad de respuesta a los miembros del ejército colombiano. Todos los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos y han sido ingresados con esquirlas de las bombas caseras, cuyo estallido dejó aturdidos a varios de los soldados.

El ejército ha informado de que las víctimas estaban realizando operaciones de seguridad cerca del oleoducto Caño Limón-Coveñas, que había sido bombardeado hace tres días. Se trata del octavo ataque del año contra esta infraestructura. El comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo, ha condenado los hechos, ya que los soldados no estaban haciendo operaciones ofensivas. Hace sólo cuatro días, ya se había atribuido también al ELN la muerte de un militar tras una emboscada con explosivos a una base castrense en el oeste del país.

El ataque de este miércoles ha sido el más mortífero desde que el presidente izquierdista, Gustavo Petro, llegó al poder en agosto del año pasado y se produce en el marco de la negociaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla. El mandatario ha repudiado en un tuit los hechos y ha afirmado que han sido ejecutados por «quienes hoy están absolutamente alejados de la paz y del pueblo».

Ante las numerosas críticas surgidas a raíz del atentado sobre la viabilidad de proseguir con las negociaciones que se avanzan con el ELN, Petro ha convocado a una reunión de urgencia a la delegación que representa al Ejecutivo en las conversaciones. También ha hecho un llamamiento a los países acompañantes y garantes para evaluar cómo los hechos atentan contra las intenciones de paz. Dada la gravedad de lo ocurrido, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha indicado que el proceso atraviesa uno de sus momentos más tensos.

Uno de los miembros del equipo negociador, el senador Iván Cepeda, ha señalado en redes sociales que «ni con atentados con explosivos contra soldados ni con voladura de oleoductos perpetrados por el ELN avanzaremos a la paz. Por el contrario, nos sumimos más en el precipicio de la violencia. Mi total condena a estos hechos y mis condolencias a los familiares de las víctimas».

Desde el reinicio de los diálogos el año pasado, ambas partes han denunciado el recrudecimiento de las hostilidades. Pese a que ya van dos rondas de negociaciones, la primera en noviembre en Venezuela y la segunda que terminó hace dos semanas en México, en ninguna han logrado el objetivo principal del Gobierno: el cese al fuego.

Tanto el ejército como el ELN han protagonizado reiterados enfrentamientos en zonas rurales del país desde que los insurgentes se levantaron en armas hace seis décadas. De hecho, una de las regiones más asediadas es precisamente la que este miércoles fue víctima del atentado, el territorio fronterizo con Venezuela. El grupo guerrillero tiene casi la mitad de sus integrantes en el país vecino. Y, según las autoridades colombianas, su presencia allí ha sido aprovechada para el control de rutas de contrabando y facilitar la movilidad de combatientes en el área.