Sudáfrica rechaza las «donaciones» de Rusia

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Rafael M. Mañueco

En su intervención en la cumbre Rusia-África, celebrada esta semana en San Petersburgo, Ramaphosa mostró «gran respeto» hacia el acto de «generosidad» del Kremlin, pero recalcó que el objetivo de Sudáfrica es la reapertura del corredor para la llegada de cereal. «Nos gustaría que el mar Negro estuviera abierto a los mercados mundiales. Y no venimos aquí a pedir donaciones para el continente africano», zanjó, consciente de que el grano se ha convertido en un arma más en la guerra de Ucrania. «Los precios han subido, el coste de la vida ha subido y creemos que redunda en el interés de la humanidad que este conflicto termine de forma pacífica», defendió en un foro en el que líderes de ese continente han planteado una iniciativa de paz a Putin -que tiene ya sobre la mesa otra propuesta de China-, muy interesado en buscar aliados fuera de sus fronteras. Entre los países africanos tiene ya parte del terreno ganado, por ejemplo, con la presencia de mercenarios del Grupo Wagner.

Los planes de paz, sin embargo, parece que hasta ahora han acabado en un cajón. Este mismo sábado, el ejército de Moscú informó de un ataque perpetrado un día antes contra un centro de mando de las tropas ucranianas en Dnipro, en el centro-este, que acabó con el impacto de un misil contra un edificio residencial. Hubo nueve heridos, incluidos dos niños. Otra acción en Zaporiyia dejó dos muertos. Los bombardeos coincidieron con la conmemoración del Día de las Fuerzas Especiales, que llevó al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, al frente de la región de Bajmut. «Es muy importante felicitaros en persona. Por eso he querido estar aquí, estrechar vuestras fuertes manos y daros las gracias por no permitir que ocupen nuestro Estado», dijo en un comunicado.

A la ciudad ucraniana de Odessa, por su parte, llegaron representantes de la Unesco para evaluar los daños registrados sobre elementos históricos en las últimas semanas de combates. Al menos una treintena de edificios catalogados como patrimonio mundial habrían sido destruidos.