Las réplicas y la lluvia apagan la posibilidad de encontrar supervivientes en Marruecos

Quedan pocos espacios entre los escombros dónde buscar a supervivientes o recuperar cuerpos sin vida. Y las réplicas amenazan con cerrar los escasos huecos que faltan por revisar. Muchos rescatadores se han visto sorprendidos por los temblores que dificultan las tareas y también colocan en riesgo sus propias vidas.

Dentro de unos días también empezará a llover y a hacer frío. Las previsiones de tormentas ya rondan en los medios marroquíes. «El terreno se va a convertir en barro», aseguró este jueves el jefe de Bomberos Unidos Sin Fronteras, Antonio Nogales. «Los vecinos se sienten aterrorizados tras la réplica. ¿Qué vamos a hacer si llueve?», lamentaba. En la región las precipitaciones suelen ser intensas y es habitual que la zona ubicada en la ladera de la montaña se inunde.

Ante el pronóstico, el rey de Marruecos, Mohamed VI, –criticado por no acudir a la zona afectada hasta cuatro días después– anunció este jueves la activación de un programa de emergencia para el realojamiento de las víctimas. Al menos algunos damnificados que perdieron sus casas ya no duermen al aire libre. En Amizmiz, el ejército reubicó a unas 1.000 personas y se prevé una segunda y tercera fase para beneficiar a unas 3.000 más. Además, se concederá una ayuda de hasta 30.000 dirhams –más de 2.700 euros– a las familias.