Mohamed VI «implora» por el retorno de los lazos con Argelia

El mensaje conciliador del soberano no obtuvo réplica por parte de Argelia, cuyo presidente, Abdelmedjid Tebboune, ya advirtió a principios de este año que las relaciones con Marruecos habían llegado al «punto de no retorno». El principal motivo de la fractura entre los dos países más poblados del Magreb es la disputa abierta por el Sáhara Occidental, en la que Argel es aliado del Frente Polisario, organización que exige la instauración de un Estado independiente en ese territorio que está controlado en un 80% por el reino alauí.

«Me gustaría decirles a los líderes y al pueblo de nuestra nación hermana, Argelia, que nunca se les hará ningún mal, ni les llegará ningún daño desde Marruecos», insistió Mohamed VI, que al mismo tiempo alabó la «seriedad y legitimidad» exhibidas por su cuerpo diplomático en torno a la cuestión del Sáhara Occidental, lo cual ha dado lugar a «sucesivos reconocimientos de la soberanía» marroquí. Entre ellos destacó «el manifestado por el Estado de Israel» el pasado 17 de julio en una carta firmada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la que además mostró su voluntad de abrir un consulado en Dajla.

Los pasos de las autoridades de Tel Aviv los ha seguido este fin de semana República Dominicana, que en un comunicado difundido el sábado expresó su «reconocimiento absoluto a la marroquinidad del Sáhara Occidental», convirtiéndose así en el último país en posicionarse del lado de Rabat. En la misiva enviada por el ministro de Exteriores, Roberto Álvarez, a su homólogo marroquí, Naser Burita, el Gobierno de la isla caribeña se muestra a favor de la «apertura de un consulado en la ciudad de Dajla», al tiempo que califica de «realista, creíble y seria» la iniciativa de autonomía presentada por el reino alauí en 2007 ante Naciones Unidas.

Estos reconocimientos, si bien dan un espaldarazo a las ambiciones soberanistas de Marruecos, chocan al mismo tiempo con los deseos de Mohamed VI de establecer «sólidas relaciones» con Argelia, quien, además de romper hace dos años lazos con Rabat, detuvo el flujo de un gasoducto a España a través del reino alauí y prohibió que todas las aeronaves del Estado vecino cruzaran su espacio aéreo. A ello se añade que las fronteras entre ambas naciones se mantienen cerradas desde 1994 por el conflicto del Sáhara Occidental, a pesar de los repetidos llamamientos de Rabat en los últimos años para su reapertura.

La alocución de Mohamed VI por el Día del Trono coincidió con el indulto que ofreció a 2.052 personas que habían sido condenadas por distintos tribunales marroquíes. En una nota, el Ministerio de Justicia explicó que los beneficiados con la medida de gracia son 1.769 reclusos que han visto reducidas o suprimidas sus penas, así como 283 individuos que habían sido sentenciados pero se encontraban en libertad.

La actual crisis mundial y «los sucesivos años de sequía» registrados en Marruecos fueron las otras dos cuestiones sobre las que reparó el monarca. «Nos hallamos ante la acuciante necesidad de obrar con seriedad y potenciar la recuperación de la economía nacional», dijo, al tiempo que avanzó que ha recomendado al Gobierno adoptar las medidas necesarias para paliar los efectos negativos «sobre los grupos sociales más afectados garantizando el abastecimiento de los productos de primera necesidad».