Schlesser e Isabel Sanchis, excelencia en la Semana de la Moda

Una diversidad a la que pusieron rostro Cayetana Guillén Cuervo, Francine Gálvez, Cristina Piaget, Ruth Beitia y Yelimar, concursante de 'Maestros de la costura'. De la voz se encargó la soprano Beatriz Díaz, que meció piezas inspiradas en la arquitectura y diseño de la Bauhaus y de Mies van der Rohe. Formas y estructuras minimalistas, geométricas en patrones de líneas puras funcionales y cómodos. Un juego de clásicos paños de lana con cachemir, algodón orgánico, terciopelo, crepe o lentejuela, en contraste con otros materiales como el jacquard de espiga impermeable, laminados metalizados y piel ecológica acolchada. Destacan las cremalleras vistas en un guiño a las vigas de los edificios, troquelados que perecen ventanas de rascacielos, y la textura del mármol plasmada en diferentes tejidos y tonalidades.

Isabel Sanchis mostó una colección a la altura de las circunstancias. La valenciana, presente en más de 40 países y favoritas de muchas celebridades, apostó por siluetas intensas y volúmenes de inspiración escultural. Sus hombreras aportan un aire futurista, con tonalidades de grises con efectos metalizados, y la cadena es el hilo conductor del próximo invierno, enlazando drapeados, en bordados o en nuevos apliques de silicona.

Sus piezas sensuales y elegantes magnifican la feminidad en diseños cosidos en su propio taller, con 50 empleados que crean colecciones llenas de fantasía. Excelencia y exclusividad son sellos inequívocos de un trabajo acabado como pocos, con prendas más cercanas a la alta costura que al prêt-à-porter.

El empoderamiento femenino inspira la colección de Ulises Mérida, con una fuerte carga social. Todas las prendas de su colección fueron confeccionadas en el taller de la Asociación Apramp, formada por mujeres víctimas la trata y la prostitución. «Deshilacharon mi vida, la hicieron jirones», dijeron algunas de las doce mujeres que cosieron las 70 prendas de la propuesta -con tejidos donados por El Corte Inglés, Mirto y Luppo Barcelona- del mismo modo que zurcieron o remendaron sus vidas rotas.

Una reivindicación de la importancia de la industria de la confección como motor económico y de una moda liberadora y alejada de la frivolidad. No quisieron perderse el desfile miembros del Gobierno como la vicepresidenta Carmen Calvo -con un estupendo abrigo de Ulises Mérida-, los ministros Fernando Grande-Marlaska e Irene Montero o la presidenta del Senado, Pilar Llop.

La intensa jornada culminó con una 'rave', una suerte de fiesta de música electrónica organizada por Maison Mesa, que comparte director creativo con Schlesser. Juan Carlos Mesa, capaz de desdoblarse para dos públicos con perfiles antagónicos pero de maestría admirable, llevó la costura a medida a una celebración para recuperar la sensación de unión bailando alrededor de una hoguera, pasando por las referencias más destacadas de cada década desde los 50 hasta la actualidad, acabando con una novia con sudadera de satén. Acolchados 3D, talles altos, aberturas, vaqueros de lana mezclados con lurex, lentejuelas con purpurina y juegos de patronaje para un delirio maravilloso como punto final.