El buen rollo florece en la pasarela

Los colores vibrantes siguieron dominando la pasarela, pero en un contexto muy diferente. Hannibal Laguna, en una versión más sencilla y minimalista de lo habitual, vistió de elegancia la pasarela con vestidos fluidos de mangas bulbo y delicadas lazadas señoriales con estampados desmesurados a juego con sus respectivas mascarillas, de las que el diseñador es un gran defensor. De hecho, los vestidos, con sus usuales referencias a Oriente y sus majestuosos jardines, están confeccionados con el mismo tejido que los cubrebocas.

De la fiesta de gala de Laguna se pasó a un ambiente de delirio propio de otros momentos que tanto se echan de menos de la mano de Custo Barcelona. El confinamiento le ayudó a hacer un trabajo de desaceleración, lo que llevó a una propuesta con un ADN más contenido en el que sobresale la dualidad de las prendas. La sudadera con un mensaje potente -lo más vendido de su firma- es la pieza clave de la propuesta en colores planos, con gráficas coloristas o estampado animal. Se cubren con plumones técnicos de patrón extragrande en tejidos tecnológicos transparentes que proporcionan un aire futurista al estilismo. Como no, también tuvieron su lugar los vestidos, la segunda prenda con mejor acogida entre sus clientas, rendidas a su silueta sexy y sugerente que no deja de lado el aire deportivo contemporáneo con un toque futurista. También son esenciales en su nueva apuesta las piezas de punto ligeras en algodón con bordados en acabados de tacto sedoso, así como otras más pesadas en lana.

Después de Custo, que al igual que Agatha cumplía 40 años sobre las tablas, llegó una novata en la pasarela madrileña, que no en el sector textil. Maite by Lola Casademunt aterrizó en MBFWMadrid con su eclecticismo para mujeres que quieren disfrutar la vida al máximo con comodidad. Inspirada en la barrio londinense de Chelsea y sus sugerentes tonalidades anaranjadas del atardecer, la colección tiene como hilo conductor cuadros de estética británica en una loca combinación con estampado animal, floral y piezas metalizadas. Su estreno fue ovacionado, casi a cada salida, por un público entregado que pudo disfrutar de la espectacular Nieves Álvarez deslizándose sobre la pasarela con dos de los diseños más representativos de la propuesta.

El broche a la segunda jornada de la cita más relevante con la moda española lo puso Brain & Beast alrededor de una de las desaparecidas cabinas de teléfono. La transgresora firma sorprendió con 'Souvenir', una colección tan emotiva como positiva en la que Ángel Vilda, el alma máter de la marca, compartió con generosidad los recuerdos que contienen esos objetos supuestamente inútiles que atesora con mucho cariño. Reliquias como la pajarita que llevó su padre cuando se casó o una corbata de su abuelo son el colofón para versiones de prendas que le traen a la memoria a sus seres queridos: la falda que llevó su abuela en el enlace de sus padres, el batín que usaba su abuelo o el camisón de su madre convertido en traje de novia en combinación con una camisa de chorreras extragrande muy años 70. Y ese juego de combinaciones es una de la novedades de la casa, que ofrece tres cuartas partes de una prenda para unir a otros tres cuartos de otra pieza y así poder crear tus propios diseños.

No faltó el sentido del humor que tanto gusta a Vilda. Postales de Benidorm, manteles de cuadros o colchones se materializan en divertidos estampados en una confección muy cuidada. Mostró también su segunda colección de calzado, fabricada en su propio taller, ANTIPODAstudio, y que funcionó muy bien en su estreno. De hecho, suyos fueron los zapatos que lucieron las modelos de Otrura en la jornada anterior.