ERC insiste en un no a Sánchez aunque espera una llamada

Aragonès ha detallado que aún no ha recibido una llamada de los socialistas y que está a la espera. «Lo que queremos es que se sienten y hablen, y reconozcan que hay un problema político. Queremos un compromiso de una mesa de negociación política entre iguales. Por lo tanto, con instituciones catalanas e instituciones del Estado donde se tiene que poder discutir de todo, también del referéndum de autodeterminación», ha expresado. La abstención de los trece diputados republicanos serían necesarios para desbloquear la investidura de Sánchez, si PSOE y Podemos logran el aval del PNV y de los regionalistas.

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Si se produce el contacto entre los socialistas y los republicanos, los independentistas plantearán que «hace falta una salida política para Cataluña». «Esto no es un conflicto de convivencia entre catalanes», según ha señalado Aragonès. Este es uno de los puntos que ha molestado a los republicanos del preacuerdo entre los socialistas y la formación morada. Habla de que en Cataluña hay un problema de convivencia, cuando el independentismo mantiene que el problema es político y que requiere de una solución política. Se trata, según los republicanos, de un conflicto entre Cataluña y el Estado y «éste ha de ser el escenario de una negociación». «Y el resultado ha de estar avalado por una mayoría de catalanes y ha de tener garantías jurídicas de que no se cambiará de forma unilateral», ha rematado.

«La posición de ERC no será la misma que en julio porque han pasado muchas cosas»», ha advertido Aragonès, que desconfía de Sánchez. «Si la semana pasada abrazaba el relato de Ciudadanos y ayer a Pablo Iglesias, ¿a quién abrazará la semana que viene?», se ha cuestionado. «El acuerdo es una frivolidad y una falta de principios», ha criticado.

ERC celebrará el próximo 21 de diciembre un congreso nacional en el que defenderá una nueva ponencia política que sitúa como objetivo del partido celebrar un referéndum. El proceso hacia la independencia es «irreversible», según advierten los republicanos, que plantearán a su militancia tres posibles escenarios para convocar un referéndum: uno acordado con el Estado, otro forzado a través de la movilización permanente y un tercero, unilateral.