El machismo también influye en el voto: mujeres contra hipermasculinos

La anulación del derecho al aborto y la hostilidad abierta hacia las mujeres impulsadas por el ticket republicano Trump-JD Vance ha puesto en pie de guerra al electorado femenino, que ha alineado su apoyo firme con el dúo demócrata que forman Harris y Tim Walz. El censo masculino, por su parte, encuentra confort en el mensaje de hipermasculinidad de los republicanos y en el resentimiento duro que exhiben hacia el avance social de las mujeres.

Así las cosas, los sondeos sugieren que los comicios podrían definirse casi como una contienda de chicos contra chicas. Las prospecciones confirman que Harris se lleva el voto femenino con una ventaja de 13 puntos sobre Trump (54%-41%), mientras el expresidente lidera en los hombres por 5 puntos, (51%-46%). El estudio realizado el 9 de septiembre para ABC News/Ipsos, contemplaba un margen que se ha reducido en los últimos meses y que podría seguir contrayéndose en lo que queda de campaña.

Conscientes de su dominio en cada género, las campañas no dejan lugar a dudas en sus puestas en escena. El narcisismo masculino del tema de James Brown 'It's A Man's World' daba la entrada a Trump en el escenario de la Convención Republicana en julio. Llegó con el puño en alto, la venda en la oreja herida en el atentado de Pensilvania y un aire de inevitabilidad mesiánica. En el lado demócrata, los tonos de revuelta libertaria del 'Freedom' de Beyoncé introducen a Kamala Harris en los escenarios de los mítines, como si fuera un himno de la amazona en defensa los derechos de las mujeres.

Con todo, el segmento masculino se ha convertido en el electorado más codiciado de estas elecciones, en las que demócratas y republicanos han establecido estrategias de seducción muy diferentes. Mientras la campaña de Harris ha organizado conferencias multitudinarias vía Zoom como la de 'White Dudes for Harris' (Colegas blancos con Harris), con la participación de celebridades como Jeff Bridges, –el protagonista de la película 'El gran Lebowski'—, Trump ha realizado apariciones en una amplia variedad de podcasts y transmisiones en vivo para conectar con las comunidades en las redes.

La pugna por el voto de los hombres confronta dos tipos de visiones contrastadas sobre la masculinidad en un tiempo en que la percepción sobre el género está cambiando rápidamente. Del lado demócrata destaca un modelo de varón cómodo en su condición de igual a igual, socio en la defensa de los derechos de las mujeres y comprometido en la colaboración cuando éstas son sus jefas.

Hombres para quienes el hecho de empuñar un arma no les impide estar al día en lo que se refiere a las necesidades femeninas. Como en el caso del candidato a vicepresidente, el gobernador Tim Walz, exmiembro de la Guardia Nacional y entrenador de fútbol, cuya aprobación de una ley en Minnesota para instituir productos menstruales gratuitos en todos los baños escolares de las escuelas públicas le ha valido la admiración de las adolescentes, y el apodo de la derecha de 'Tampón Tim'. Añadido a su carácter afable, Walz se ha convertido en el héroe de muchas mujeres, incluidas las milenials como @pamelawurstwetrini que, con ojos llorosos, le reivindicaba en TikTok como la figura de padre de quien ha perdido al suyo.

El secretario de Transporte, Pete Butiegeg, combina bien el hecho de ser un veterano de Afganistán y defensor de la educación sexual o del derecho a la fertilización in vitro. También Doug Emhoff, que en un evento en solitario en la organización de salud reproductiva Planned Parenthood en Portland (Maine) para la campaña de su esposa, la vicepresidenta Harris habló sin rodeos de la importancia de las citologías de prevención entre las mujeres jóvenes.

En el lado republicano, el modelo de supremacía masculina impulsa un mensaje de nostalgia por la 'tradwoman', la mujer tradicional entregada a producir bebés a toda costa. DJ Vance, que se refiere a la población femenina según su edad reproductiva y se opone a todas las excepciones sobre el aborto, ha expuesto su fanatismo durante años: «Las mujeres demócratas con gatos y sin hijos quieren hacer al resto del país miserable también», «Las personas sin hijos no deberían poder votar», «El propósito de la mujer posmenopáusica es cuidar a los nietos» o «El embarazo resultado de una violación o incesto es «inconveniente» forma parte de una larga lista de conceptos machistas.

En lo que se refiere a los hombres, Trump los prefiere con aspecto de general, autoritarios y tóxicos. En un mitin de campaña en el Bronx llevó como invitados a dos raperos negros imputados con cargos por homicidio, lo cual, por otra parte, lo dice todo sobre su percepción de las minorías.

Su mensaje de hipermasculinidad y política del rencor atrae a hombres de todo el espectro social: desde la base de los tradicionales bluecollars (trabajadores de uniforme) y los evangélicos hasta los lobos de Wall Street, los halcones de la tecnología y los Crypto Bro's. Incluye figuras como el inversor Peter Thiel, mentor de DJ Vance y superdonante republicano, y el empresario de tecnología Elon Musk, que recientemente sugirió la idea de sustituir la democracia por un gobierno de «hombres de alto estatus».

Pero donde la brecha de género alcanza más prominencia es entre los jóvenes de la generación Z, en la que las mujeres conforman ahora el grupo más progresista de la historia, al tiempo que sus pares masculinos, anacrónicamente mucho más conservadores, muestran un antagonismo duro ante la creciente feminización del mundo.

Una encuesta de 2022 revelaba que el 49% de los jóvenes de menos de 30 años piensa que el país se ha vuelto «demasiado blando y femenino», una tendencia que en 2023 alcanzó el 60% de los Gen Z.

En su nuevo libro 'La Política de la Gen Z: Cómo los electores más jóvenes moldearán la democracia', la investigadora social Melissa Deckman analiza lo que califica de «brecha de género inversa histórica» en la que las mujeres jóvenes superan ahora a sus homólogos en casi todos los aspectos de la participación política.

Aunque al margen de la edad, la participación electoral de la mujer ha sido desde hace mucho tiempo más alta que la de los hombres, históricamente, los hombres donaban más, se involucraban en las campañas y participaban más en la vida política.

Deckman cree que las mujeres Zoomers (Gen Z) superarán este año a los hombres jóvenes, no solo en participación electoral, sino en todas las actividades políticas. Esta tendencia ha desmantelado el dominio que los demócratas tenían hasta ahora sobre el electorado de los hombres jóvenes que en los últimos años han emigrado en masa al campo republicano, atraídos por la marca de machismo alto en testosterona de Trump y sus acólitos millonarios.

Las hordas de jóvenes 'influencers' del extremismo (edgelords) que pueblan la actual 'machoesfera' en las redes han venido tomando notas de Trump, antes incluso de que se convirtiera en presidente, como un modelo de dislate, misoginia, homofobia y odio al por mayor que funciona sumamente bien para amasar números de seguimiento y lanzar carreras millonarias. Los youtubers y comentaristas de los podcasts, con más impacto en las audiencias jóvenes de 2024 que nunca han convertido al magnate en una figura idolatrada por hablar sin 'cortarse'.

Conocedor de este fervor, Trump ha realizado entrevistas con algunas de las personalidades del formato, incluida una en junio con Logan Paul (29 años, 23,6 millones de suscriptores, 6.000 millones de audiencia, 150 millones de dólares de patrimonio) en la que se explayaron sobre la vida extraterrestre. El mes pasado, aconsejado por su hijo Barron, de 18 años, Trump apareció en una entrevista en directo con la mega estrella Adin Ross (23 años, 7,2 millones de seguidores, 1.400 millones de audiencia, 16 millones de patrimonio), en la que Trump habló de la «nación adicta a las drogas e infestada de delincuencia» y Ross exhortó al republicano, veterano en problemas con la justicia, a pedir 'algunos favores' en el sistema legal para ayudar al rapero Young Thug. Después de la entrevista, Ross olió el asiento de su invitado, marca de la casa desde que lo hizo con su otro ídolo, Andrew Tate, influenciador en jefe de la esfera misógina, detenido en Rumanía en estos momentos por llevar un negocio que obligaba a las mujeres a crear contenido pornográfico.

Kamala Harris, que cuenta con el respaldo, gato en mano, de la reina del pop Taylor Swift (34 años, 411 millones de seguidores en las redes, más de 600 millones de patrimonio), hizo una visita recientemente al popular podcast entre las jóvenes Call Her Daddy de Alex Cooper (4,4 millones de seguidores, 30 millones). Pero los hombres, especialmente los afroamericanos, se le resisten a Harris. «Dejen de ser machistas», dijo Barack Obama recientemente en un mitin en Pittsburgh, Pensilvania.

Pero Harris sigue tocando en la puerta de los electores masculinos con recientes apariciones en los influyentes podcasters de Charlamagne tha God y Matt Barnes. Las conversaciones de su equipo de campaña con el rey del extremismo Joe Rogan (14,5 millones de seguidores en todo el mundo, 100 millones), parecen indicar que podría haber una inminente visita a su podcast.