Elecciones en Cataluña

Ciudadanos desaparece y culmina su viaje a la nada

El cabeza de lista que ha asumido esta derrota es Carlos Carrizosa, uno de los fundadores de la formación y que había permanecido fiel al partido mientras otros líderes iban y venían. En este sentido, Ciudadanos concurrió en solitario a estas elecciones tras haber rechazado una oferta del PP para formar una candidatura conjunta. Fue Carrizosa, como principal responsable del partido, quien encabezó la resistencia a fusionarse con el partido de Núñez Feijóo. Durante toda su campaña Carrizosa ha estado atacando al PP, al que acusaba de querer buscar un pacto con los nacionalistas mientras que presentaba a Ciudadanos como la formación que continuaba defendiendo el antinacionalismo a ultranza.

En sus primeras declaraciones tras conocerse los resultados, Carrizosa ha asegurado que su formación volverá a presentarse a las elecciones y ha evitado cualquier autocrítica ante su desaparición del panorama político. Según su mensaje, el mensaje de Ciudadanos es «más necesario que nunca», en especial, «ante los resultados obtenidos por Puigdemont y la aplicación de la ley de amnistía». «Muchos de nuestros enemigos políticos llevan años queriendo escribir nuestra esquela pero es demasiado pronto para ello. No hemos pasado página en Cataluña».

Carrizosa estaba en el partido desde antes de las elecciones de 2006, en la que un partido bisoño y apoyado sobre todo por intelectuales como Albert Boadella y con Albert Rivera como mascarón de proa consiguió tres escaños. A partir de ese momento, su ascenso fue constante, en especial, en los momentos en los que los nacionalistas aumentaban sus reclamaciones independentistas. En este sentido, en 2012 consiguió pasar de tres a seis parlamentarios y se forjó también la base de su expansión nacional. En 2015 se presentó a las elecciones generales, en las que obtuvo 40 escaños, convirtiéndose en la cuarta fuerza. Inés Arrimadas, en Cataluña, consiguió ser la segunda fuerza más votada al Parlament.

Ese fue el momento de esplendor de Ciudadanos. A partir de ese momento, la formación fue encadenando derrotas que obligaron a Albert Rivera a abandonar la política. El intento de Inés Arrimadas de sustituirle tampoco consiguió recuperar la pujanza que habían tenido. La desaparición de Cataluña es el fin de sus casi dos décadas de aventura política.