Las vacaciones más caras de la historia colgarán el cartel de 'completo'

Será el verano más caro, pero ello no frustrará las ganas de viajar. Los datos lo avalan: la demanda ha aumentado un 35% respecto al verano de 2019. El informe EMEA Summer Travel elaborado por Google y Rocket Digital revela que las búsquedas han alcanzado máximos históricos en España, situándose como el segundo país con mayor demanda mundial solo por detrás de Estados Unidos. Además, confirma que los precios turísticos se han encarecido considerablemente tras la pandemia, con tarifas aéreas alrededor de un 10% más caras que en 2019, alojamientos un 10%-15% por encima y los coches de alquiler, un 50%.

La inflación está afectando porque el turista medio contratará vacaciones más cortas para gastar menos, pero viajará de todos modos. Además, se invierte más tiempo en planificar las vacaciones para encontrar las mejores opciones por la subida de precios, indican desde Rocket Digital.

El profesor de OBS Business School, Joan Barceló, explica a este periódico que los ciudadanos están dispuestos a invertir parte de sus ahorros y recortar gastos en otras partidas con tal de viajar, aunque sus necesidades han evolucionado. «El nuevo viajero postpandemia se informa más y está más preocupado por la sostenibilidad. Además, desea una política flexible de cancelación y formas de pago», señala.

No todo es ya sol y playa, pero sigue siendo una pata muy importante del turismo, sobre todo en verano. El profesor asegura que el modelo tradicional no ha desaparecido ni mucho menos, pero ha evolucionado ya que el sector ha podido reinventarse y apostar por «un modelo más resiliente basado en la innovación y la sostenibilidad».

Donde más se notará la subida de los precios turísticos será en el alojamiento. La noche media en hoteles, hostales, apartamentos y camping costará 158 euros, según las previsiones de Booking. En el caso de los hoteles, los precios están casi un 10% por encima de los registros del verano de 2019, según los datos de la patronal hotelera (Cehat). La tarifa media por habitación ocupada (ADR) cerró mayo en 103 euros al día, un 25% más que ese mismo mes antes de la pandemia.

Sobre esto, Ramón Estalella, secretario general de Cehat, argumentó el pasado viernes en la presentación de su informe que aunque los precios han subido un 9,7% desde 2019, el IPC lo ha hecho un 14,3%, por lo que «el fenómeno inflacionista se esta compartiendo entre el empresario y el turista».

Que los precios han subido es una realidad que Cayetano Soler, socio responsable de Turismo de la consultora PwC achaca a la demanda: «Los precios los marca el mercado y a mayor demanda los precios suben». En el mes de junio los hoteles ya tenían vendido el 52% de su oferta para el verano, dos puntos por encima del año pasado y 17 más que en 2019 por las mismas fechas, lo que supone que la ocupación superará el 80% en julio y agosto de media nacional.

Los expertos vaticinan que este año será difícil encontrar 'cholllos' de última hora debido a las altas tasas de ocupación y un cambio en las estrategias comerciales de las cadenas hoteleras. Es el caso de Barceló Hoteles, donde las tarifas subirán este verano alrededor de un 7% respecto a las que había el año pasado y un 20% si se compara con el verano de 2019. Su consejero delegado, Raúl González, señaló hace unos días en un encuentro con medios que la demanda se está adaptando perfectamente al precio que se está ofertando y animó a los viajeros a reservar con antelación para conseguir precios más competitivos, lo que a su vez ayuda mucho a las cadenas para ajustar los hoteles a los clientes que va a recibir.

No solo ha subido el precio de los alojamientos, también las comidas fuera de casa. Algo lógico teniendo en cuenta que las materias primas de los restaurantes son los alimentos y están registrando subidas históricas. José Luis Yzuel, presidente de la patronal de los hosteleros (Hostelería de España) explica a este periódico que pese a las graves subidas de sus costes no han elevado mucho los precios. «En restauración cuesta mucho subir precios porque es un sector muy competitivo porque hay muchos locales y en ocasiones hasta se conoce por el nombre a tus clientes», señala.

Yzuel reconoce que con esta alta demanda «entran tentaciones» de vender «un poco más caro», pero que en la mayoría de los casos se están manteniendo los precios estables, con leves subidas.

Llegar a los destinos también será más caro este verano que en 2019. Las tarifas aéreas están alrededor de un 10% por encima de los registros prepandemia, aunque desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) indican que hay subidas respecto a los años de la pandemia, pero se mantienen estables frente a 2019. Su presidente, Javier Gándara, explica a este periódico que las reservas que se hacen con tiempo logran precios más asequibles y que los asientos programados de las aerolíneas para este verano está ya en niveles superiores a los récord que se alcanzaron en 2019.

Además, el tren multiplicará por seis los viajes en julio y agosto, según datos de Trainline, sobre todo por «precio y comodidad». Además de Madrid y Barcelona, donde más crecerá el número de turistas que llegan en tren será Valencia, un 670% más que el año pasado impulsada por la disponibilidad de billetes de Ouigo e Iryo además de los AVE, lo que ha hecho bajar los precios de los trenes de alta velocidad.