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La reducción de la jornada laboral afrontará una incierta y compleja tramitación parlamentaria. La norma debería llegar al Congreso de los Diputados antes de verano, según los tiempos que maneja el Ministerio de Economía que dirige Carlos Cuerpo. El texto que saldrá del Consejo de Ministros del próximo martes ... será el que se firmó en diciembre entre Trabajo y los sindicatos. Un acuerdo que contempla una rebaja sin medidas de acompañamiento a las pymes -después de que éstas no entraran finalmente en el texto tras el portazo de la CEOE- y con subidas de sueldo para los trabajadores a tiempo parcial para quienes la jornada máxima de referencia sea superior a las 37,5 horas.
Una vez superadas las diferencias que en las últimas semanas han mantenido los departamentos de Díaz y Cuerpo y que la norma vaya a ser tramitada por la vía de urgencia, el ministro de Economía ha apostado este miércoles por poder introducir durante su tramitación parlamentaria medidas de «acompañamiento» a las pymes para que puedan adaptarse al recorte.
Esta ha sido la postura que ha mantenido desde el inicio su departamento y que ha vuelto a reiterar este miércoles en un desayuno de Nueva Economía Fórum. El ministro ha incidido una vez más en que conseguir que la medida se pueda aplicar «lo antes posible» es un «objetivo común» de todo el Gobierno y tras reconocer la «complejidad» que conllevará la negociación ha indicado que, tras hablar con los partidos, la discusión de la misma en el ámbito parlamentario tendrá que ver con ser capaces de ir «acompañando» a las pymes en este proceso.
Este paquete de ayudas, del que aún no se conocen los detalles, ayudará, a su juicio, a aplicar esta norma «lo más rápida posible», pero también «lo más sostenida posible en el tiempo», dado que se trata de conjugar «dos dimensiones», crecimiento y conquistas sociales.
Una vez que la norma reciba luz verde el martes de la semana que viene en el Consejo de Ministros, debe recibir los informes de los órganos consultivos y volver a Moncloa para ser aprobado como proyecto de ley. Al discurrir por la vía de urgencia, los plazos se acortan. Pero una vez que la reducción de jornada llegue al Parlamento los tiempos escaparán al control del Gobierno, ya que allí tendrá que superar enmiendas totales y enmiendas parciales que pueden dilatar su aprobación para que sea debatida por la Cámara.
La rebaja de jornada cuenta, a priori, con el visto bueno de los socios parlamentarios del Ejecutivo a excepción de Junts, que aún no se ha pronunciado públicamente en contra, aunque todo parece indicar que las negociaciones con la formación que lidera Carles Puigdemont serán de infarto como lo han venido siendo a lo largo de los últimos meses de legislatura.
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