Renfe destinó 42 millones de euros el año pasado en indemnizaciones a los pasajeros por su compromiso de puntualidad, que hace un mes actualizaron a la baja. La compañía propietaria de AVE y Avlo tomó la decisión de devolver parte del importe del billete ... cuando los retrasos fueran más extensos para que la operadora no perdiera tanto dinero. Y este cambio de política ha coincidido con un momento de muchas incidencias en los trenes de Renfe con los nuevos modelos de Talgo S106 (Avril), que unidas a las obras de Chamartín están provocando retrasos de horas en las últimas semanas y la indignación de los pasajeros.
Publicidad
En una entrevista en RNE, el ministro de Transportes, Óscar Puente, rebajó el problema y aseguró que los retrasos se irán reduciendo porque «Talgo se ha puesto las pilas» desde que su ministerio hizo pública la situación. El titular del ramo mostró su indignación con la empresa fabricante de trenes la semana pasada y anunció demandas para compensar las indemnizaciones a las que Renfe tendría que hacer frente. De hecho, confirmó que la compra de estos trenes en 2016 fue «una decisión muy arriesgada» y que han llegado «ocho años después y dando muchos problemas». «No es un problema de Renfe, ni tampoco de Óscar Puente», recalcó.
En su opinión, el compromiso de puntualidad anterior de Renfe, «único en Europa», era un «suicidio económico» en este momento de tanta movilidad ferroviaria. Sin embargo, abrió la puerta a volver a este sistema en el futuro, cuando «la situación ferroviaria se estabilice». «A veces los retrasos no tienen que ver con ninguna incidencia en los trenes de Renfe pero había que pagar igualmente», explicó el ministro, que recordó que la estación de Chamartín ha pasado de poco más de un millón de pasajeros antes de la pandemia, a los 5,8 millones que se han registrado este año de enero a mayo, por lo que pidió «comprensión» a la ciudadanía. «Las estaciones de Atocha y Chamartín están al límite de su capacidad», señaló Puente, que espera que los nuevos vestíbulos tras las obras faciliten la situación.
Preguntado por si esta problemática con Renfe puede provocar que los viajeros puedan pasarse a Iryo o a Ouigo, el ministro lo rechazó argumentando que el caos «no se asocia a Renfe, se asocia a Óscar Puente«: »Yo soy el enemigo a abatir, yo soy el ministro que para los trenes«, aseguró durante la entrevista.
En este sentido, el ministro ha llegado a «pedir disculpas» a los pasajeros por las incidencias en los trenes, pero recordó que el material ferroviario está «obsoleto» con una red en la que desde 2008 no entra ningún tren nuevo de Cercanías, y desde 2010 ninguno de alta velocidad hasta ahora. El ministro se comprometió a que a principios del año que viene haya una nueva flota de trenes de Cercanías y Rodalíes que «vaya reduciendo las averías» al mínimo.
Publicidad
Por ello, aseguró estar «deseando» comparecer en sede parlamentaria -a petición del PP- para explicar «con calma» las incidencias que están afectando a los servicios ferroviarios tras el caos de los últimos días. A su juicio, España está atravesando un verano «muy complicado» desde el punto de vista de la operativa ferroviaria y lamentó que el ecosistema de Madrid «es el faro o termómetro» de cómo van las cosas. Aún así, reconoció que actualmente se vive un momento de «transformación y de mucha obra«, que va a ocasionar molestias.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.