No se puede castigar al 'baby boom'

Juan Carlos Aparicio, PP. Las cifras que se manejan son reales y deben mover a la acción constante y gradual de adaptación a las nuevas circunstancias demográficas, económicas y sociales. La principal manipulación nace de presentar a la Seguridad Social como algo diferente, e incluso ajeno al propio Estado. Sirva como ejemplo que se habla de Presupuestos generales del Estado y... de la Seguridad Social. ¿Alguien imagina a un Estado moderno sin Seguridad Social o un sistema de Seguridad Social ajeno al Estado? Dicho esto, ¿por qué nadie habla del déficit del Ministerio de Fomento? Insisto en que debe analizarse la situación global de España.

Celestino Corbacho, PSOE. Es preocupante, pero no es dramática

Valeriano Gómez, PSOE. Creo que la situación del sistema español de pensiones exige, obviamente, adoptar medidas que progresivamente hagan frente a un escenario que exigirá alrededor de 4 puntos adicionales de gasto anual en términos de PIB. Hoy gastamos algo más de 10 puntos, con lo que estamos hablando de un incremento real importante. Un crecimiento semejante del gasto es, sin duda, muy significativo. Solo lo que crecerá en las próximas décadas es más, por ejemplo, que lo que gastamos hoy en proteger a los desempleados. Pero creo que puede ser afrontado con rigor y exigencia. No creo que haya que restarle importancia al reto que supone el mantenimiento, en España y en Europa, de los sistemas de pensiones construidos durante el pasado siglo.

- ¿Es correcto el enfoque de la reforma de las pensiones recién aprobada?

Joaquín Almunia, PSOE. Es correcto, pero no deja de ser un enfoque parcial, como reconocen el Gobierno y los interlocutores sociales. La relación entre las rentas de activo y la cuantía inicial de la pensión debe ser corregida, incluso si como es de esperar mejoran el nivel de empleo, disminuye la precariedad y aumenta la cuantía de los salarios en correspondencia con la evolución de la productividad.

Juan Carlos Aparicio, PP. Creo que retoma los conceptos básicos del Pacto de Toledo -que, por cierto, firmé en 1995- y que las dudas surgen al valorar el calado y la intensidad. Ahonda en la separación de fuentes financieras, reconoce los aumentos de la esperanza de vida y trata de evitar el abuso de las prejubilaciones, pero omite hablar del factor de sostenibilidad como sí que han hablado y escrito otros países de referencia europeos. La sensación de que se ha aplazado la parte más difícil de explicar y entender es notable. Pero bienvenido sea el retomar el diálogo social en torno a una cuestión nuclear de nuestra convivencia intergeneracional.

Celestino Corbacho, PSOE. Es correcto como un primer paso, pero habrá que abordar futuras reformas en un tiempo no muy lejano y de mayor calado.

Valeriano Gómez, PSOE. El enfoque de la reforma es el correcto y responde a las respuestas esbozadas en la última revisión del Pacto de Toledo: elevar progresivamente la edad efectiva de jubilación (que no la legal), desincentivando las jubilaciones anticipadas; separar adecuadamente la financiación de los gastos no contributivos para liberar al sistema de la asunción de gastos que, en realidad, deberían haber sido abordados por el sistema tributario; establecer un sistema de cotización más justo y contributivo para los trabajadores autónomos, vinculado a sus ingresos reales. Aun así, los interlocutores sociales han acordado retomar el diálogo en los próximos meses en asuntos que son fundamentales, como el diseño de un nuevo instrumento que sustituya al factor de sostenibilidad para dar solidez adicional a la evolución del equilibrio del sistema actuando sobre todos los parámetros esenciales y no solo en la reducción de la cuantía de la pensión, como planteaba el inicialmente diseñado en la reforma del PP.

- ¿Cuál es la mejor solución para la jubilación de los 'baby boomers'?

Joaquín Almunia, PSOE. Lo mencionado en la respuesta anterior es crucial para los 'baby boomers': más y mejor empleo, mejores salarios y, también, incentivos adecuados para complementar sus pensiones públicas con mecanismos complementarios que no sean antirredistributivos, como los planes individuales de pensión que hemos conocido hasta ahora.

Juan Carlos Aparicio, PP. Que el saneamiento y la consolidación del sistema sean reales, aunque eso suponga reducir otros esfuerzos de gasto público. También, que existan incentivos reales al ahorro individual y colectivo, asignatura pendiente en la negociación colectiva. Son varios los países importantes de la UE los que ya tienen porcentajes de su riqueza aplicados a pensiones superiores a las expectativas españolas a medio plazo, y no hay alarma porque han sabido sanear en tiempo y forma sus economías y actuar con gradualidad y prudencia en sus sistemas.

Celestino Corbacho, PSOE. La solución para este colectivo sería que no haya merma en la pensión que tengan derecho a percibir en el momento de su jubilación.

Valeriano Gómez, PSOE. Creo que el sistema debe ser capaz de repartir adecuadamente el esfuerzo entre generaciones. Las generaciones con los efectivos más reducidos de nuestra historia reciente deberán hacer frente al gasto que originarán las cohortes de edad más elevadas también en términos históricos (los 'baby boomers'). Es el sentido y la razón de la necesidad de tomar ahora medidas como las previstas en el Pacto de Toledo y en la reforma recién acordada en el diálogo social tripartito.

- Las pensiones de los años venideros, ¿serán mejores o peores que las actuales?

Joaquín Almunia, PSOE. En los próximos años hay que establecer un equilibrio entre la necesidad de garantizar el poder de compra de las pensiones actuales y la corrección gradual del actual déficit estructural del sistema.

Juan Carlos Aparicio, PP. Entiendo y deseo que sean comparables a las que hoy existen, y dudo que sean superiores en términos relativos. Pero la calidad de vida de los pensionistas pasa también por los servicios públicos que reciben, aunque no sea una aportación dineraria, como es la sanidad, la atención a la dependencia y otros aspectos propios. En este tema se debe valorar la asignación de recursos que no desequilibren el necesario compromiso entre generaciones, que es la base conceptual de los sistemas europeos llamados de reparto; incluida, claro está, España.

Celestino Corbacho, PSOE. El futuro de las cuantías de las pensiones irá estrechamente ligada a la evolución del mercado de trabajo. Si los trabajos siguen siendo precarios y con una alta temporalidad, repercutirá inevitablemente en la cuantía final de las pensiones atendiendo a que la edad de jubilación irá aumentando y los tiempos de cálculo, también.

Valeriano Gómez, PSOE. Las pensiones del futuro, en términos de la evolución de la pensión media, mejorarán respecto del nivel actual. La razón es que al depender de los salarios anteriores, incorporarán las ganancias de productividad experimentadas por la economía en su conjunto. Las reformas no impedirán el juego de este mecanismo esencial. Pero, en mi opinión, hay que vincular todavía más el conjunto de la carrera laboral de cotización a la cuantía de la pensión obtenida tras la jubilación. Eso sí, asegurando que la pensión inicial de jubilación mantenga su poder adquisitivo durante la vida de las personas jubiladas.