La Bolsa aguanta el tipo bajo una lluvia de dividendos

Las Bolsas mundiales comienzan a mostrar ciertas señales de agotamiento tras un comienzo de año que ha batido todas las expectativas en términos de rentabilidad. En el caso de la española, el Ibex-35 suma un 8% tras revalorizarse un 23% en 2023, en el límite de los 11.000 puntos que ha costado siete años recuperar. Pese a la corrección del viernes, las subidas siguen superando el 30%en seis compañías del selectivo (Sabadell, CaixaBank, Rovi, Indra, BBVA y Unicaja) y más de una decena cotiza en máximos anuales.

Así que la gran pregunta ahora es si el indicador será capaz de aguantar estos niveles o, por el contrario, ya se ha comido todo su potencial. «El Ibex tiene altas probabilidades de consolidar los 11.000 puntos en los meses venideros, respaldado no solo por las recientes subidas, sino por unas expectativas económicas mejoradas para España y un incremento en el volumen de negociación que demuestra un mayor interés por parte de los inversores», explica Sergio Ávila, analista de IG.

El consenso mantiene un potencial del 10% para el indicador, al que ven en 12.000 puntos. También los analistas de Bankinter, que insisten en que «con inflaciones a la baja, tipos de interés estables o con perspectivas de moverse también a la baja y crecimientos económicos entre generosos y suficientes», a las Bolsas aún les queda gasolina.

En todo caso, la euforia está descartada ante la posibilidad de posibles recortes que podrían ser aprovechados, eso sí, para retomar posiciones. Y es que a nadie se le olvida que el exceso de optimismo en el mercado puede terminar pagándose muy caro.

Así que de cara a los próximos meses, especialmente después de verano, habrá que estar muy atentos a cómo evolucionan las perspectivas económicas y también los resultados empresariales.

«Unos beneficios saludables y en aumento darán como resultado bolsas alcistas. El ruido de otros factores puede retrasar o bloquear el avance, pero solo temporalmente, así que si los beneficios funcionan, las Bolsas funcionarán», explican los analistas de Bankinter.

Ben Lidler, analista de la plataforma de inversión eToro, recuerda que «los dos pilares del mercado alcista se pondrán a prueba este trimestre». Por un lado, los beneficios empresariales que comenzarán a conocerse a mediados de abril. Por otro, la posibilidad de ver los primeros recortes de los tipos de interés en junio.

Lidler insiste en que, a los niveles actuales, «los mercados se merecen un respiro o un retroceso del 5%». Pero «con unos fundamentales sólidos y liquidez», no habría que temer una corrección descontrolada. Tampoco en la Bolsa española, que este año ha hecho las delicias de los inversores minoristas. Y no solo para los que apuestan de forma directa en el parqué. También para aquellos que entran en el mercado a través de fondos de inversión.

Según datos de Inverco, la patronal del sector, los fondos de renta variable nacional son los terceros más rentables este año con una subida media del 4,3%, solo por detrás de los fondos que replican el comportamiento de los índices y los productos de renta variable internacional.

Además, la Bolsa española mantiene una ventaja histórica frente a sus competidores europeos:la jugosa rentabilidad por dividendo que ofrecen sus cotizadas. Sin ir más lejos, esta primavera los inversores recibirán más de 14.000 millones de euros por esta vía. Y eso también supone un importante sostén para las subidas a medio plazo. Entre los más jugosos, el que ya ha repartido CaixaBank –de 0,39 euros por título–, o los 2.276 millones que abonará BBVA el 10 de abril. A este pago le seguirán otros como los de Inditex o Santander, que el 2 de mayo abonarán 0,77 euros y 0,095 euros por título, respectivamente.

«Las empresas españolas tienen políticas de dividendos atractivas y se anticipa un crecimiento en los próximos años», insiste Sergio Ávila. No obstante, el experto matiza que existen riesgos potenciales, «como una caída en los beneficios o el impacto de la inflación en el valor de esos dividendos».

En todo caso, todo apunta a que el ciclo alcista bursátil continuará este año, a pesar de los momentos de «sana corrección» que puedan producirse. Todo dependerá de la intensidad de la incertidumbre que generan las tensiones geopolíticas, la evolución de la inflación con unos precios del crudo al alza y, sobre todo, el éxito o el fracaso de los bancos centrales en sus decisiones de política monetaria.

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