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Un trabajador, en una imagen de archivo, manipula una oblea de semiconductores. Reuters
El laboratorio donde se fabrican los cerebros de la IA

El laboratorio donde se fabrican los cerebros de la IA

Bajo grandes naves industriales, Corea del Sur funde y ensambla los procesadores que dan vida a la nueva revolución industrial

José A. González

Hwaseong (Corea del Sur)

Domingo, 30 de junio 2024, 00:34

Para un ciudadano español, Hwaseong le queda a unos 10.000 kilómetros de distancia y a más de 10 horas de vuelo. Quizá le suene a chino, más bien coreano, concretamente, surcoreano. Pero está más cerca de lo que puede llegar a pensar. La televisión que está en su salón funciona gracias a esta ciudad, el móvil que sostiene en las manos puede que también, la lavadora de la cocina también y hasta el microondas que calienta la leche todas las mañanas también. De esta ciudad, de poco más de 500.000 habitantes, surgen millones de chips que dan vida a millones de dispositivos electrónicos.

A la orilla del mar Amarillo, los edificios de esta ciudad costera se levantan imponentes sobre la tierra. Alejada del centro se levanta una fortaleza desde donde Samsung sostiene un imperio que el año pasado sumó a las cuentas del conglomerado tecnológico 45.000 millones de euros. «Es uno de los grandes fabricantes de chips del planeta», señala Emilio García, miembro del consejo asesor de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (Aesemi).

Centro de Samsung en Hwaseong. Samsung

El gigante surcoreano vende móviles, televisiones, tablets, relojes, portátiles… y millones de semiconductores. «Para nuestros dispositivos y también para los de la competencia», señalan fuentes de la compañía a este periódico. «Seguramente que hay al menos uno de estos en la mayoría de casas españolas», añade.

Ahora, esta fortaleza rodeada de verde y con aire de campus universitario trabaja con sigilo en los nuevos 'cerebros' que tienen que dar vida a la inteligencia artificial. «Por motivos de seguridad y empresariales no os podemos enseñar mucha información», señalan los responsables de la surcoreana. «Por favor, guardad los móviles», apostillan.

Bajo el techo de unas naves industriales gigantes se hacen millones de obleas, unas finas láminas de semiconductor en forma circular, que luego dan lugar a los chips que dan vida a los dispositivos electrónicos. Ni batas, ni gafas. Desde fuera, la sensación es de un campus universitario con muchas salas de reuniones, pero desde esta fortaleza, Samsung ha dominado el mercado de semiconductores, aunque ahora tiene muchos retos por delante.

Un cambio de paradigma

La fiebre de la Inteligencia Artificial está provocando un terremoto en el sector tecnológico y las réplicas se sienten en los cuarteles generales de Samsung. Su negocio de semiconductores, no solo fabrica para sus dispositivos también lo hace para terceros, se contrajo un 32% y acumuló pérdidas operativas de decenas de miles de millones de euros. «Los chips de inteligencia artificial están suponiendo un acelerón en el sector», destaca García. «Hasta mediados, casi final del año pasado hubo una caída, pero ahora estamos viendo una recuperación», añade. Por esta coyuntura de mercado se explican parte de las caídas de los ingresos de Samsung.

La otra parte: el grupo se está quedando atrás en el segmento de los procesadores de memoria de alto ancho de banda (HBM) para inteligencia artificial y que son el corazón de los GPU de Nvidia. «Ha perdido una oportunidad, porque tenían chips de memoria avanzados, procesadores lógicos de 3 nanómetros y empaquetado avanzado», explica. «Lo que ocurre es que TSMC (Taiwán) y SK Hynix (Corea del Sur) se han aliado como proveedores de Nvidia», señala. De hecho, según TrendForce, SK Hynix tiene el 90% de cuota en el segmento de memorias de ancho de banda de última generación, conocidas como HBM3.

«Invertimos mucho más que el resto de competidores en chips de memoria. Incluso cuando el mercado cae, como en 2023. Ahora la demanda empieza a remontar y vamos a expandir la capacidad de producción», explicó Jangseok Choi, director de nuevos negocios en la división de Memorias, en un encuentro con medios internacionales donde estuvo presente este periódico. «Las previsiones son buenas por las necesidades de chips de memoria en los centros de datos para el cloud. Vamos a expandir la capacidad de producción», avanzó.

El pasado mes de mayo, la tecnológica surcoreana quiso cerrar su llamada 'crisis de los chips' con el relevo del máximo responsable de esta unidad de negocio y que ahora tiene como timón de mando a Jun Young-hyun. Aunque no es el único interesado en un resurgir de Samsung. «A Nvidia no le interesa un solo proveedor, les intentará ayudar de alguna manera», comenta García. Sin embargo, las primeras pruebas de la norteamericana con los procesadores de Samsung para sus GPU no han superado las expectativas del nuevo líder de la IA.

La IA hace de oro a Corea del Sur

Sus fronteras apenas sobrepasan los 100.000 kilómetros cuadrados, una quinta parte del territorio español. Su población supera por poco los 50 millones y su PIB es, eso sí, mayor que el de España. Corea del Sur es sinónimo de grandes marcas Hyundai, Kia, Samsung o LG y durante muchos ha surtido de baterías y pantallas OLED a todo el planeta. Pero también se ha convertido en el contrapeso de Taiwán y de China en la batalla de los semiconductores. «Samsung y SK Hynix -ambas surcoreanas- copan la mitad del mercado de chips de memoria», señala Emilio García, miembro del consejo asesor de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (Aesemi).

Nvidia diseña el hardware para las aplicaciones de IA, pero sus procesadores se fabrican al otro lado del mundo, a caballo entre Taiwán y Corea del Sur. Para el Gobierno de Corea del Sur su industria de los semiconductores tiene un rol estratégico. Solo en abril, este sector supuso el 18% del total de las exportaciones del país y no quiere dejar escapar la oportunidad de liderar con SK Hynix y Samsung lo que los expertos llaman la nueva revolución industrial. En los últimos meses, Seúl anunció un fondo de más de 20.000 millones de euros para impulsar y proteger su industria tecnológica y convertirse en el gran centro productor de semiconductores por delante de sus competidores. «Solo que tiene que tener mucho cuidado, porque hay mucha geopolítica y Corea del Sur siempre ha sido la más neutral», recuerda García. «Tiene clientes en Europa, en Estados Unidos y en China», asegura.

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