Volkswagen exige recortes salariales y el fin de las bonificaciones para superar la crisis

Los representantes de la ejecutiva de VW no revelaron, sin embargo, planes para el posible cierre de alguna de las diez plantas de producción del grupo en Alemania. El comité de empresa de Volkswagen destacó la semana pasada que la dirección estudia el cierre de hasta tres fábricas y despedir a decenas de miles de empleados para superar la crisis actual. Esta se vio confirmada con el anuncio también este lunes de que los beneficios operativos del consorcio habían sufrido en la comparación interanual un retroceso del 64% en el tercer trimestre de este año.

El equipo negociador de la dirección de VW destacó además la exigencia de elevar los horarios laborales y recortar privilegios a los trabajadores más veteranos. Los jefes de VW quieren acabar con lo que consideran una carga, una medida adoptada hace 20 años durante una crisis similar para asegurar los puestos de trabajo. El pacto de futuro alcanzado entonces establece que los contratados antes de 2005 trabajen en un corredor de 25 hasta un máximo de 33 horas semanales en las cadenas de producción y de 26 a 34 horas en la administración.

La dirección de Volkswagen quiere alcanzar «condiciones laborales igualitarias» y que todos sus empleados trabajen al menos 35 horas semanales. El comité de empresa rechazó inicialmente todas esas demandas, aunque celebró que la dirección del consorcio quiera buscar soluciones con ayuda de los representantes de los trabajadores y que estos sean consultados por si pidieran hacer aportaciones que ayuden al grupo a superar la crisis actual, motivada por la creciente competencia china y agravada por los aranceles a los autos eléctricos dictados contra China por la Unión Europea.

Arne Meiswinkel, jefe de la delegación negociadora de la dirección, subrayó al término de siete horas de negociaciones que los recortes salariales que proponen podrían ayudar a evitar el cierre de plantas de Volkswagen en Alemania. Si se encuentran soluciones conjuntas que incrementen el rendimiento de VW «podrían darse perspectivas concretas para las sedes en Alemania y para asegurar el empleo», señaló Meiswinkel, quien, sin embargo, advirtió que no se pueden descartar por ahora posibles cierres de algunas plantas.

Así las cosas, todo parece apuntar a posibles recortes salariales para una plantilla que se considera de las mejor pagadas en Alemania y con un convenio mejor que el del poderoso sindicato gremial IG-Metall para las empresas del sector. Alguna planta en Alemania resulta casi el doble de cara que las de la competencia, señaló el presidente de VW, Thomas Schäfer, en una nota interna filtrada a la prensa. Lo cierto es que un operario en las cadenas de montaje de VW alcanza un salario de hasta 50.000 euros brutos anuales.

Expertos alemanes del sector consideran inevitables profundas medidas de ahorro para superar esta crisis. El instituto Schmidt Automotive Research destacó que el grupo ha fracasado a la hora de llevar a cabo una necesaria reestructuración. Tanto los sindicatos como el estado federado de la Baja Sajonia, uno de los grandes accionistas de VW, han impedido hasta ahora toda reforma drástica. Además los grandes beneficios de sus marcas Audi y Porsche han hecho que VW retrasara hasta ahora abordar medidas que se consideraban necesarias hace ya tiempo.

Los recortes salariales que exige la dirección se verán además apoyados por la eliminación de emolumentos extras a los que están acostumbrados los empleados de VW, desde gratificaciones por fidelidad a la casa para empleados con largo historial a las primas de los ejecutivos y especialistas que cuentan con convenios extraordinarios. Esos sacrificios supondrían un ahorro de unos 2.000 millones de euros anuales. El comité de empresa asegura que la suma de los recortes salariales y las bonificaciones suponen para los empleados unas pérdidas de ingresos de hasta el 20%.

La dirección de Volkswagen anunció ya en septiembre que abolía todos los acuerdos para la garantía de los puestos de trabajo suscritos con el comité de empresa en el pasado. Los representantes de los trabajadores han recordado que la llamada paz laboral finaliza al acabar el mes de noviembre y que a partir de entonces podrían convocar paros y huelgas para dar mayor énfasis a sus demandas. Unos y otros tienen previsto reunirse para una nueva ronda negociadora el 21 de noviembre.