El ERE de Telefónica costará los 2.000 millones que el Estado invertirá para entrar en la compañía

La estimación de GVC Gaesco basada en despidos anteriores indica que el ERE que Telefónica llevará a cabo en sus tres principales filiales y que afectará finalmente a un total de 3.421 empleados (desde los 5.100 que planteó al principio), el 21% de la plantilla sujeta al convenio, tendrá un coste para la compañía de entre 1.600 y 2.000 millones de euros. Esto es, un coste por trabajador despedido de entre 468.000 y 585.000 euros.

En el plan de salidas acordado en 2019, en el que se desvincularon de la empresa unas 2.600 personas, Telefónica desembolsó unos 1.730 millones de euros. En el de 2021 salieron de la operadora otros 3.000 empleados y el coste se situó en unos 1.400 millones. Ahora, al tratarse de un ERE en lugar de un PSI (plan de salidas voluntarias), la compañía tendrá que pagar al Estado el coste del desempleo y las cotizaciones sociales de los despedidos. En 2013 (su último ERE) este coste ascendió a los 350 millones por los 6.800 despedidos. En esta ocasión el coste será de la mitad, ya que los despedidos también se ha reducido un 50%.

El periodo de adhesión al ERE será del 9 de enero al 8 de febrero. La empresa contestará el 14 de febrero y si no se han alcanzado los 3.421 empleados que voluntariamente se adscriban al despido colectivo, habrá salidas forzosas por edad, indican los sindicatos. Las salidas comenzarán el 29 de ese mes, pero el ERE estará abierto hasta el 31 de marzo de 2025.

El recorte de plantilla ha sido enorme desde los más de 70.000 trabajadores con los que contaba Telefónica a principios de los años 90. Actualmente Telefónica cuenta con 20.000 empleados en España, aunque solo 16.000 están sujetos al convenio de la empresa y son susceptibles de entrar en el ERE. En total, la compañía ha recortado plantilla en más de 45.000 personas a través de ERE o PSI desde el año 2000 al ir convirtiéndose en una empresa cada vez más digitalizada. El mayor plan de salida se produjo a través de dos ERE entre 2000 y 2007 por los que salieron de la compañía casi 24.000 personas.

Unos planes de salida que siempre han sido «pacíficos» y «bastante beneficiosos» para los trabajadores de la compañía, reconocen fuentes del sector. Todos los procesos de salidas -excepto uno que llegó a los tribunales- han sido acordados con la plantilla desde que comenzaron estos planes de recorte de personal a mediados de los 90.

La negociación del ERE se ha hecho en paralelo a la del nuevo convenio colectivo para la plantilla, que también en la noche del jueves logró un preacuerdo entre la compañía y los sindicatos. Entrará en vigor el 1 de enero y se extenderá durante tres años, hasta el 31 de diciembre de 2026. Los mayores logros de los sindicatos han sido el mantenimiento de la actual cláusula de revisión salarial vinculada a la inflación, que se ha concretado en una subida salarial del 1,5% al año pero con revisión en relación al IPC a la finalización del convenio.

También un plus de productividad de octubre de 300 euros, con 150 euros consolidables por cada año de vigencia del convenio, y el mantenimiento de los bienios y la antigüedad sin limitación.

Destaca el avance conseguido en cuando a jornada laboral, ya que la empresa ha aceptado la petición de los sindicatos de reducirla a 36 horas semanales durante la vigencia del convenio, convirtiéndose así en la primera gran compañía española en tomar esta decisión. El Gobierno aprobará la reducción de jornada a 38,5 horas semanales este año -con la intención de reducirla a 37 horas en 2025-, pero la decisión de Telefónica supone ir un paso más allá.

Además, el convenio incluye seis días de asuntos propios anuales sin necesidad de justificación, jornada semanal flexible bonificada y seguro de salud dental para toda la plantilla.