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La economía española creció un 0,7% en el primer trimestre del año sorprendiendo positivamente a todos los organismos de análisis que vaticinaban un avance de entre el 0,4% y el 0,6%. Los datos adelantados este martes por el Instituto Nacional de Estadística ( ... INE) revelan que el consumo de los hogares y el turismo fueron -de nuevo- las palancas sobre las que se asentó el vigoroso crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en este primer tramo del año tan importante para anclar el resultado del resto del ejercicio.
Un crecimiento del 0,7% de enero a marzo supone igualar el buen cierre del cuarto trimestre de 2023 (que el INE ha revisado una décima al alza), asegurando un avance del PIB del 2,5% el año pasado, por encima incluso de los pronósticos del Gobierno, pero también algunas décimas por encima de las previsiones del Banco de España, la OCDE o la Comisión Europea. Y ello pese a que no fue un año fácil ya que estuvo marcado por una elevada inflación -aunque en niveles más moderados que en 2022- y una política monetaria de subida de tipos para contener los precios que hicieron encarecer las hipotecas a tipo variable.
Lo datos del INE indican que el PIB interanual ha crecido en el primer trimestre un 2,4%, la tasa más elevada del último año. Este buen comportamiento de la economía española «nos sitúa en una posición óptima» para cumplir el objetivo de crecimiento previsto para 2024 del Gobierno, que se sitúa en el 2%», aseguró el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en una valoración remitida a los medios.
De hecho, muchos organismos de análisis han ido actualizando sus previsiones para 2024 al alza dados los datos mensuales que se van conociendo. Es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su informe de hace un par de semanas volvió a mejorar sus proyecciones para España hasta un crecimiento del PIB del 1,9% este año. Y eso que el organismo volvió a recortar sus previsiones de crecimiento para todas las grandes potencias por la ola de conflictos internacionales, que están haciendo mella en la eurozona. Para Alemania vaticina un crecimiento muy débil este año del 0,2% y para Francia un 0,7% en el conjunto del año.
Por ello, el ministro Cuerpo explica que los datos del INE del primer trimestre confirman el crecimiento «diferencial» de España respecto a las principales economías de la zona euro, «algo especialmente relevante en el entorno internacional que vivimos de elevada incertidumbre».
La razón principal del crecimiento intertrimestral del PIB fue el sector exterior, que apuntó cinco de las siete décimas, fundamentalmente por el turismo. El consumo de los hogares creció un 0,3%, lo mismo que en el trimestre anterior. Y la inversión repuntó un 2,6% de enero a marzo tras dos trimestres en negativo. Para la tasa anual, la demanda nacional fue la que aportó 2,2 puntos al crecimiento, mientras que la demanda externa contribuyó con dos décimas.
Los datos del INE revelan además que el número de horas trabajadas aumentó un 1,3% en el primer trimestre, un punto menos que el precedente. Así, los puestos de trabajo a tiempo completo se alzaron un 3,4%, cinco décimas menos que el anterior trimestre. De esta forma, la productividad por puesto de trabajo a tiempo completo registró una tasa del -0,9%.
Para el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, este buen comportamiento de la economía española «nos sitúa en una posición óptima» para cumplir el objetivo de crecimiento del Gobierno previsto para 2024, que mantiene en el 2%. Así se lo trasladó este mismo martes a las autoridades comunitarias de Bruselas en su actualización de previsiones económicas y fiscales remitida a la Comisión Europea.
Aunque ya no es obligatorio hacerlo en estas fechas tras el nuevo marco europeo de reglas fiscales -sí debe, por contra, presentar un Plan Fiscal Estructural antes del 20 de septiembre-, el Ejecutivo ha mantenido su dinámica de los últimos ejercicios. Y lo ha hecho, sobre todo, por un doble motivo. De un lado, confirmar su confianza en la «sólida evolución de la economía española en un escenario internacional complejo» elevando una décima hasta el 1,9% la tasa de crecimiento prevista para 2025. Y, por otro, insistiendo en que «cumplirá con el objetivo de déficit del Pacto de Estabilidad del 3% del PIB ya en 2024». Un año más tarde, en 2025, ese desequilibrio presupuestario se reduciría al 2,5%, dos décimas menos de lo que estimaba antes.
Además, el Ejecutivo anuncia en el mismo documento que contempla que a finales del próximo mes de junio se eliminarían sendas rebajas tributarias aplicadas por la última crisis de precios, a raíz de comenzar la guerra en Ucrania. En concreto, serían el recorte al 0% del IVA para algunos alimentos básicos como la leche, el pan, los huevos y el queso, junto a las frutas, legumbres, tubérculos, cereales y verduras que tengan la condición de productos naturales -en la pasta el tipo disminuyó del 10% al 5%-, así como el aplicadp en el impuesto especial a la electricidad -cuyo gravamen recuperaría su nivel anterior hasta subir al 5,1% a finales de año-.
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