La capilaridad del autobús, punto fuerte para competir con el tren

La red ferroviaria conecta capitales y está muy centrada en Madrid, por lo que la extensión y mejora del autobús es «básico», exige el sector

Domingo, 24 de marzo 2024, 00:14

El sector del tren está registrando cifras récord de pasajeros desde que se liberalizó la alta velocidad. A la compañía francesa Ouigo hace tres años le siguió poco después la italiana Iryo, lo que ha logrado extender trayectos, reducir precios y dar más opciones ... a los viajeros.

Publicidad

«Hasta ahora la red de alta velocidad estaba completamente infrautilizada, hay millones de usuarios nuevos que están llenando todos los operadores», señaló Patricia Miranda, directora de Asesoría Jurídica de Ouigo en España, en un foro organizado por Trainline en el que todos los asistentes destacaron la importancia de potenciar la intermodalidad, es decir, que el viajero pueda ir de un punto a otro en varios medios de transporte de la forma más sencilla y económica posible. En países como Alemania la complementariedad entre la red ferroviaria -mucho más densa que la de España- y la carretera -autobuses o coches compartidos- «funciona muy bien», aseguró Miranda.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

España tiene ese reto para conectar y descarbonizar el transporte: darle más valor al área de la conexión regional. Y esto se podría conseguir con una buena red de transporte de autobús. Actualmente en España el sector está regulado a través de un sistema de licitaciones públicas a la que cualquier actor del mercado puede optar, por lo que no es un monopolio como ocurría con la alta velocidad ferriaria de Renfe (AVE) hace unos años. El presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús), Rafael Barbadillo, asegura que también hay empresas extranjeras que pueden entrar al mercado del autobús «como cualquier otra», simplemente tiene que cumplir los requisitos marcados por la UE. «Será un sistema similar al que tendrá la red de Cercanías a partir de 2027 cuando se liciten los contratos», explicó a este periódico.

En su opinión, el actual es un modelo que permite «vertebrar» el territorio porque hay 8.000 poblaciones que se conectar diariamente a través del autobús, mientras que el desarrollo de la red ferroviaria «es la que es y llega donde llega». Además, las tarifas son estables durante todo el año y no fluctúan al alza por picos de demanda, y este sistema permite un empleo de calidad por contratos estables. La única parte negativa que Barbadillo ve es que en ocasiones se ha convertido en un «modelo subasta» en el que gana la licitación quien dé el servicio más barato, pero confía en que esto vaya cambiando.

La organización propuso esta semana 20 medidas sobre el modelo de licitaciones en el que se basa su modelo. Propuestas como mejorar el conocimiento del mercado, trabajar con una previsión realista de demanda e ingresos, la correcta conceptualización de los estudios de viabilidad económica-financiera, el ajuste de los criterios de valoración y adjudicación de ofertas hasta la revisión de las condiciones contractuales, entre otras.

Publicidad

El informe 'Hacia un modelo sostenible de colaboración público-privada en la movilidad de las personas', elaborado con KPMG, incluye una encuesta al sector en el que el 93% está en desacuerdo con los actuales presupuestos de licitación de los contratos, y un 70% de los encuestados asegura que las rígidas condiciones del sector impiden que el autobús compita de forma eficiente con otros medios de transporte.

Dejar el coche en casa

«Hay que ser capaces de llegar más allá de la infraestructura de Adif», aseguró Antonio Díaz, director de Asesoría Jurídica de Iryo, en ese mismo foro. En su opinión, la complementariedad de los medios de transportes es «básica» y hay que generar un «efecto llamada» para dejar el coche en casa, pero reconoce que hay un «desafío regulatorio» y de infraestructuras. «Si las condiciones son atractivas para las empresas del sector del transporte, entraremos todas en cascada», aseguró Díaz. En este sentido, el country manager de Trainline, Pedro García, indicó que sus estudios revelan que en el este y sur peninsular es donde la población está más contenta con el transporte, coincidiendo con las zonas donde la red de tren de alta velocidad está más desarrollada.

Publicidad

A su juicio, la intermodalidad es el futuro, con líneas de alta velocidad ferroviaria que crucen el país, pero que trenes regionales y autobuses conecten puntos más remotos de forma sencilla. «Se busca opciones de transporte cada vez más sostenibles, tiempos de viaje más cortos y billetes económicos», explicó.

Es la misma opinión que sostiene el presidente de Confebús, que asegura que el tren no es su competencia, sino que son dos modos de transporte complementarios. «La intermodalidad es la clave, hay que poder llegar a Valencia en tren pero luego que haya coordinación para que los últimos kilómetros sean en transporte por carretera», puso Barbadillo como ejemplo. Reconoce que hay algunas rutas (Madrid-Barcelona o Madrid-Valencia) en las que el tren de alta velocidad le ha 'robado' viajeros al autobús, pero pone el valor en esa «capilaridad» del autobús, que llega donde el tren lo tiene imposible.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad