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Dagoberto Escorcia
Lunes, 17 de julio 2023, 19:57
Tiene esa edad que Serrat calificaba de «20 años no son nada» pero juega como un veterano. Carlos Alcaraz. Veinte años, y ya tiene dos grandes en su historial. El último, Wimbledon, lo ha catapultado a la gloria, acaparando elogios de sus adversarios y ... de la prensa. Parece que tiene un duende, dicen algunas voces. Es sublime, exclaman otros. Su estilo, sus golpes, sus dejadas, sus derechas o sus reveses dibujan un ballet en la pista. Ha nacido un mito, aseguran expertos. Es el reconocimiento unánime a un tenista con un talento que no parece tener límites.
Lluís Bruguera fue el primer 'coach' en la época moderna del tenis masculino en derramar lágrimas de felicidad, como el domingo pasado Juan Carlos Ferrero celebró emocionado el triunfo de Alcaraz. Lluís, padre y forjador de Sergi Bruguera, vio su obra completada el 6 de junio de 1993. Entonces Sergi tenía 22 años. Ganó en cinco sets a Jim Courier. Hoy, cuando este medio le reclama su opinión sobre lo que más admira de Alcaraz no tiene dudas: «Carlos lo tiene todo», responde convencido. «Tiene una confianza brutal en sí mismo, un físico bestial, lo cual le permite jugar a un ritmo y a una velocidad vertiginosa. Saca bien, su golpe de revés es poderoso y el de derecha todavía más».
La opinión de varios especialistas se inclina por asegurar que Carlos Alcaraz es un cóctel de Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic. Lluís Bruguera difiere: «Para mí Alcaraz es Alcaraz. Lo veo como todo un fenómeno del tenis». Josep Perlas, en la actualidad preparador del serbio Dusan Lajovic, fue el segundo en vivir la incomparable experiencia de ver a dos de sus jugadores abrazando la tierra de Roland Garros. Carlos Moyà tenía 21 años cuando derrotó a Álex Corretja en 1998, por 6-3, 7-5 y 6-1. Un año antes el tenista mallorquín se había convertido en el primer español desde Andrés Gimeno (1969) en llegar a la final de Australia. Cuatro años más tarde (2002), condujo a Albert Costa, entonces con 27 años, a vencer también en Roland Garros en otra final española, esta vez ante un joven Juan Carlos Ferrero. Costa venció en cuatro sets. «Charly y Albert fueron tenistas competidores, ganadores, con instinto de guerreros. Alcaraz tiene unas cualidades innatas, que son necesarias en estos momentos. Entonces ellos, con su saque y una buena derecha, manejaban los partidos», comenta.
Perlas tiene claro que es lo que más admira de Alcaraz: «Su frescura marca la diferencia. A Rafa (Nadal) lo identificas con un estilo, su personalidad. Nole (Djokovic) es más aguerrido y tiene mucho potencial físico. Federer mentalmente era muy fuerte. Carlos Alcaraz aglutina todos esos aspectos. A veces parece una inconsciencia, pero no lo es. Es perfectamente consciente de lo que hace. Cree en sus cualidades y todos sus sentimientos en la pista los convierte en realidad. En la final de Wimbledon provocó dudas en un jugador como Nole y le dio la vuelta al marcador, le devolvió el 6-1 y abrió otro partido. Nole lo puso todo y no fue capaz. Carlitos lo pasó por encima. Es muy fuerte. Descoloca a los rivales, los desconecta. Hoy en día es el más completo de todos. Tiene saque, derecha, físico. Todo».
Antonio Martínez Cascales fue el gran padre tenístico de Juan Carlos Ferrero. Los dos no aguantaron la emoción con el título de Alcaraz. Los dos lloraron. Ferrero alcanzó la cima también en Roland Garros, en 2003, con 23 años, después de perder el año anterior la final con Albert Costa. Martínez Cascales, director de la academia donde creció Alcaraz, coincide en la apreciación de que tiene algo de los tres grandes del tenis: «De Rafa puede que tenga la lucha, lo positivo, el ánimo, la sutiliza de Roger y que intenta ser completo como Novak». Martínez Cascales, no obstante, destaca el carácter de Carlitos: «Es más abierto, más atrevido y goza de un talento enorme. Que los tres grandes también lo tienen, pero el tenis no evoluciona como la tecnología. El tenis avanza a pasos, pero cuando salen jóvenes con talento, con un trabajo muy hecho, cogen lo mejor de ese momento. Ya verás la cantidad de niños que practicarán las dejadas. Y Carlos ha perdido partidos por empeñarse en hacerlas. Recuerdo con un italiano, que era el 101 del ranking, lo pasó por encima en el primer set, pero acabó perdiendo por hacer dejadas».
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Para el fundador y piedra angular de la Academia Equelite y presidente de la federación de la Comunidad Valenciana de tenis, la experiencia de Juan Carlos Ferrero ha influido especialmente en «el orden y la capacidad de trabajo» de Alcaraz. «No tenía nada de eso cuando llegó con 14 años y medio a la academia».
Para Martínez Cascales otro de los elementos positivos en el juego y progreso de Alcaraz es que parece divertirse cuando está en la pista y comenta una anécdota de Wimbledon. «Yo estaba en Valencia y Carlitos jugaba contra Holger Rune, les mande un mensaje en el que les decía que sonrieran, que él tenía que reír porque lo veía más tenso de la cuenta».
Toni Nadal, tío y preparador de Rafa, el más grande tenista español y uno de los mejores del mundo, tampoco contuvo la emoción el día que su sobrino y pupilo se revolcaba en la tierra de París al ganar en 2005 el primero de los 14 Roland Garros que tiene en su haber y un total de 22 grandes. Toni no ha escatimado alabanza a Alcaraz: «No veo ningún jugador en el panorama actual que sea capaz de frenar el ascenso de Carlos, con la excepción de Djokovic al que le queda muy poco tiempo en el circuito».
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