Pequeño paso para Alonso, gran salto para Sainz

Y es que mientras que algunos han dado un paso adelante, caso de Red Bull o McLaren (seguramente los que mejor han encontrado las ventajas de las nuevas normas sobre el fondo plano), otros se han perdido. Y no son unos cualquiera. Lewis Hamilton y, en menor medida, Valtteri Bottas, cierran tres días con un sabor agridulce que no sentían desde que comenzó su reinado en la era híbrida de la Fórmula 1. El W12 ha resultado un coche nervioso, no especialmente rápido y complejo de entender. No es normal ver a todo un Hamilton trompear en la entrada a la recta de meta o verle perder la trasera en una de cada cinco curvas con los neumáticos fríos. A los problemas del primer equipo de Mercedes se unen los de Aston Martin, el 'Vercedes': acabaron el día con una fuga hidráulica en el sistema del turbo y Sebastian Vettel no pudo completar su programa.

En la última tarde de trabajo en Baréin antes del GP en dos semanas coincidieron Alonso y Sainz en pista, y tuvieron programas de trabajo similares. El de Alpine salió desde el principio con neumáticos duros en busca de un mayor rendimiento con estas gomas, que serán las que previsiblemente primen en la primera carrera del año, y completó varios relevos largos con las mismas. Como un metrónomo, Alonso enlazó con el compuesto medio diez vueltas seguidas rodando en 1:36 alto, después de estirar al límite los blandos, con un stint de 16 giros en 1:37. Cuando puso neumático nuevo, llegó a rodar en un 1:30.318, que ni mucho menos es un tiempo rápido, pero cuya importancia es relativa si se compara con los 78 giros que completó.

Pero sin duda, una de las imágenes que dejarán estos test, al menos en estos días que quedan hasta que arranque el campeonato, será la de Alonso a rueda de Hamilton. El Alpine en vuelta rápida, el Mercedes de instalación y ambos justos, casi rueda a rueda y enseñándose los dientes como dos nobles mastines que se respetan y admiran mutuamente. El W12 acabó claudicando, culebreando por esos problemas de estabilidad, pero el A521 tampoco parece estar en condiciones de que esta batalla se vaya a repetir de tú a tú a la hora de la verdad.

Y es que la lectura que se saca de esa regularidad de Alonso es que fue, para su desgracia, lenta. La mejor comparación es con Carlos Sainz: el madrileño también hizo dos ensayos de carrera, pero en su caso fueron los neumáticos duros los que primaron. Fueron cronos 1:36 y 1:35 lo que aparecieron en su tabla de tiempos mediada la tarde, antes de que pusiera el compuesto blando para ir a una vuelta. Se quedó a apenas seis décimas del crono final de Verstappen, en tercera posición de la clasificación final de la jornada.

Por el camino también tuvo que bregar con un pequeño fallo en su caja de cambios que le dejó la cuarta marcha bloqueada y ya cuando estaba volviendo a boxes con la bandera a cuadros casi se choca con Kimi Raikkonen. 'Pecata minuta' para la escudería Ferrari, que sale más que satisfecha porque todo parece indicar que van a poder salir del pozo en el que cayeron en 2020, sanción de la FIA mediante. Si lo de Alonso ha sido un paso adelante -Alpine parece más competitivo que Renault en la pretemporada de 2020, cuando aún no sabían que iban a cancelar el GP de Australia-, para Ferrari el salto ha sido notable.

Los próximos kilómetros que darán los pilotos será en dos semanas, tiempo que dedicarán a pulir fallos y, sobre todo, coger fuerzas, porque se aproxima una temporada mucho más igualada. O eso parece.