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david sánchez de castro
Madrid
Domingo, 14 de marzo 2021, 19:39
Carlos Sainz sabe bien lo que es coger un equipo en dificultades y ayudar a su resurgimiento. Lo hizo en McLaren y ahora tiene esa labor en Ferrari. El español resumía su satisfacción tras los test de Baréin, pero más por lo que le cuentan ... que por lo que él puede comparar: el año pasado no vivió en primera persona el calvario del equipo de Maranello.
«Aún es pronto para sacar conclusiones del motor, aunque puedo asegurar que tenemos más potencia que el año pasado. Pero estoy seguro de que los demás también han ganado potencia. No creo que vayamos a ser los más rápidos en recta, no nos engañemos, pero el año pasado veníamos desde muy atrás y este hemos dado un paso adelante», resumía, orgulloso.
Aunque las sensaciones son positivas, Sainz no puede dar por hecho que van a volver a la zona alta, ya que tienen que medirse con sus rivales. Quizá, irónicamente, uno de los principales sea la propia McLaren. «Al final tu grado de confianza y felicidad, por mucho que veas tus datos, depende totalmente de dónde están los demás. Sí, estamos contentos con lo que vemos, estamos contentos con la correlación, pero ahora queda ver dónde están los demás y dónde estamos nosotros», destacó.
En Alpine, con 206 vueltas cada uno de sus pilotos, ha cumplido sobre el papel esa eterna promesa de igualdad que tienen todos los equipos cada vez que arrancan una temporada. Las 139 vueltas finales que completaron ambos pilotos, con 78 para Fernando Alonso, confirman que el coche, al menos, es fiable.
«Han sido unos test muy sólidos para nosotros. Tuvimos un programa intenso, casi tratando de encajar seis días de pruebas en tres, y lo logramos todo sin problemas importantes», se congratuló Marcin Budkowski, el director ejecutivo de la escuadra gala. «Nuestro programa se centró principalmente en las pruebas aerodinámicas, especialmente en el área afectada por los cambios de regulación, explorando las direcciones de configuración para que los pilotos se acostumbraran y confiaran en el nuevo coche. El equipo hizo un excelente trabajo en la pista junto con el apoyo impecable de la fábrica. Logramos nuestro objetivo de 130 vueltas por día y encontramos algunas mejoras de rendimiento decentes durante los tres días», destacó el dirigente.
Colocar a Alonso en la parrilla, a día de hoy, es lanzar una moneda al aire, si bien cuentan con que la igualdad les beneficie. En esas condiciones, el piloto asturiano es capaz de dar el do de pecho.
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