Un ascenso con sabor clásico y otro hijo del fútbol moderno

El fútbol modesto cambió este año las reglas del juego entre las consecuencias de una temporada anterior en la que no hubo descensos y la reestructuración que llega después del verano en una Segunda B que se dividirá en dos. Esto ha permitido que la Tercera riojana disfrute este curso de tres ascensos, dos de los cuales tienen nombre propio: Racing Rioja y Náxara. Dos equipos que ven el fútbol desde diferente prisma. Los racinguistas como hijos del fútbol moderno. Un club que siempre ha querido dominar, con fichajes de renombre para quemar etapas lo antes posible y llegar tres años después de su fundación a la Segunda RFEF. El Náxara, con más de medio siglo de historia, como un clásico del fútbol riojano, un referente con una amplia masa social y que después de una década de intentos consigue extender su legado.

El Racing Rioja apareció en Regional Preferente en la temporada 2018/19 de forma sorprendente. Fundado con el respaldo de inversores extranjeros que buscaban llegar lo más rápido posible a Segunda B, eligieron La Rioja, ya que aquí solo dos ascensos les separaban de su objetivo. En la campaña de su estreno fracasaron en su intento, pero en la segunda ascendieron tras dominar con una plantilla con caché de Tercera.

Arrancó el Racing esta temporada con fichajes de quilates como los de Maestresalas, Adrien Goñi, Raúl Almagro o Miguel Rodríguez. Una apuesta fuerte en lo económico y lo deportivo para no perder la oportunidad. Pese al dominio que impuso desde el inicio, destituyó a dos entrenadores, Blas Terroba y Óscar Sáenz, cuando iban primeros. Gonzalo Sánchez asumió el banquillo de los logroñeses en la última fase de la temporada y culminó el trabajo el domingo con el ascenso. Una trayectoria meteórica.

El Náxara representa el contrapunto. El conjunto blanquiazul interpretó el domingo la gran escena de ese papel protagonista que se había ganado en los últimos años. Su ambición no es la misma desde hace exactamente una década, cuando se proclamó campeón de la Tercera riojana en su séptima temporada en la categoría. Su historia creció y cambió. Desde entonces, cinco 'play offs', participaciones en la Copa del Rey y finalmente el ascenso.

El Náxara ha forjado su identidad atendiendo a su historia; a la implicación de la ciudad de Nájera; al campo de La Salera, tan característico y único; a una de las aficiones más numerosas y fieles de la categoría; a entrenadores como David Ochoa, Nacho Ruiz y Diego Martínez, que dejaron huella; y a unas plantillas que han variado con el tiempo, pero en las que la importancia del vestuario siempre ha sido clave de su éxito y en la que resuenan nombres míticos: Ángel Olarte, Héctor Cerrolaza, Matute, Arturo, Lozano, Sabando...

Otros mantienen la 'vieja guardia'. Madero, Javi Martínez, Rojo, Orodea, Miguel... Emblemas del club y actores principales en 'play offs' pasados, de alegrías ante el Boiro, L'Hospitalet o el Villarrobledo y de las lágrimas que todavía dolían de Tafalla, cuando en el 2017 el Náxara perdió en la final con la Peña Sport. Numerosas vivencias que encontraron un final feliz el domingo. De la mano de Rubén Sáenz 'Chiri', inquilino del banquillo blanquiazul desde diciembre de 2019, han firmado una temporada con altibajos, pero en la que se convirtieron en el mejor equipo en el momento justo, en la fase de ascenso. Ahora asumen un ilusionante futuro.

Con sus diferente perfiles, Racing Rioja y Náxara representarán al fútbol riojano en una Segunda RFEF de novedosos alicientes. El tercer billete aún no conoce propietario.

• Temas
• Náxara
• fútbol
• Segunda División B
• Tercera División (ProLiga)