¡Por fin llegó el ascenso!

Pero esta vez el ansiado paso a la siguiente categoría se ha hecho realidad y ha sido en una temporada un tanto irregular que, sin embargo, ha acabado de una forma brillante, a pesar de que el último partido en La Salera frente al Anguiano, los nervios y algunas bajas, amén de la intensidad y buen hacer del rival, tuvieran a la afición con el corazón en un puño hasta el final.

Ahora, cuando el Náxara ha comenzado un periodo de crecimiento social, con la fusión con el club Escuela de Fútbol de Nájera, que se debatirá mañana miércoles a las 20.00 horas en la asamblea de socios en La Salera, parece que el ascenso ha llegado en el mejor momento. Sin duda será un nuevo aliciente para todos esos chavales que se calzan las botas por primera vez, porque en la cima del club hay un equipo de alto copete.

Para la ciudad la nueva categoría también puede ser una buena oportunidad a aprovechar, teniendo en cuenta que conforme se trabaja en una superior categoría, las aficiones son más dadas a acompañar a sus equipos, con lo que ello supondrá para la hostelería y el comercio najerino.

Pero también llega un momento en el que el compromiso se acrecienta. A buen seguro que desde los estamentos federativos llegarán recomendaciones, más o menos perentorias, a fin de que las instalaciones de La Salera, ese campo tan exótico entre pinos, deberá ser mejorado. Será la hora de que el Ayuntamiento, como propietario del recinto, deba dar un paso al frente para ayudar al club a que cumpla con los requerimientos que se le hagan.

Lástima que para una afición tal fiel y numerosa como la blanquiazul, la gran noticia haya llegado en tiempos de 'guardar las distancias'. Si habiéndose quedado en la estacada, como en Tafalla, el recibimiento fue apoteósico, el de este año hubiera hecho temblar los cimientos del monasterio.