El Agoncillo desciende entre altercados

Había avisado el Agoncillo con algunos disparos a puerta desviados, mostrando más ímpetu, por la necesidad, en los primeros minutos, pero también ningún acierto. Fue un acercamiento al remate de Ibrahima en el 36 lo que propició que al guardameta Pastor se le escapara el balón de entre los guantes para que lo recogiera Edu García que, con sangre fría, hizo un sombrero y disparó a puerta para anotar el 1-0. Ese fue el primer ingrediente de la tragedia avionera.

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Diego Marín A.

La segunda parte comenzó con el empate de Suárez en la primera jugada, algo que insufló ánimos a los agoncillanos, pero poco más hicieron que reclamar dos penaltis después, uno por una supuesta mano y otro por un posible derribo de Jonan. En ambos casos, más que discutibles. Para entonces ya había estado a punto el Calasancio de anotar otra vez. Fue en el 76, con un disparo de Lozano que el portero Pastor no acertó a atajar y la pelota llegó a acercarse a la línea de gol, de donde la despejó un defensor.

El final de la película se tornó en drama cuando se supo que el Tedeón se adelantaba en el minuto 82 al Villegas y, con esos marcadores, los de Navarrete le arrebataban la permanencia a los de Agoncillo. Toda la temporada se decidía en poco más de 8 minutos, los que quedaban por disputar, pero ya no sucedió nada.