La pequeña legión 'española' de Albania

El lateral del Rayo, el mediocentro del Espanyol y el delantero del Granada son tres de los referentes del combinado balcánico, que ocupa el puesto número 65 en el ranking FIFA y tiene la Eurocopa de 2016, donde cayó en la primera ronda, como única presencia en la fase final de un gran evento. Junto a los porteros Etrit Berisha (Torino) y Thomas Strakosha (Lazio), los defensas Berat Djimsiti (Atalanta) y Elseid Hysaj (Lazio), los centrocampistas Kristjan Asllani y Nedim Bajrami (Empoli) o el atacante Rey Manaj (Spezia), son parte del talento que está exportando a las principales competiciones del viejo continente un país que todavía no ha sido capaz de hacerle un rasguño a España: siete victorias de La Roja en otros tantos enfrentamientos, con un saldo de 29 goles a favor del bloque español y solo 2 en contra.

Sus raíces modestas hablan de historias de superación y mucho trabajo para abrirse camino en la élite. Es el caso de Balliu, pieza importante en los esquemas de Andoni Iraola en el Rayo, con el que ha participado en 32 de los 35 partidos que han disputado los franjirrojos en lo que va de curso. A sus 30 años, el lateral derecho ha logrado consolidarse en su primera campaña en la máxima categoría del fútbol español, tras pasar por el Arouca luso, el Metz francés y el Almería. Pero hasta 2017, ni siquiera sabía que tenía orígenes en el humilde país del sureste de Europa.

Nacido en la localidad de Caldas de Malavella (Girona), donde Salvador, su padre, cumple su tercer mandato como alcalde independentista, Balliu se formó en La Masia y tuvo un efímero paso por la selección española sub-17, pero daba por perdido el tren internacional hasta que la federación albanesa contactó con él aprovechando que uno de sus tatarabuelos poseyó la nacionalidad de esa pequeña república de apenas tres millones de habitantes. Poco después, debutaba en el Rico Pérez de Alicante para enfrentarse a España en un choque correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de Catar.

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Menos rocambolescos son los pasos de Keidi Baré y Uzuni. El ahora jugador del Espanyol llegó a España con 18 años para enrolarse en el juvenil de Atlético de Madrid. Llegó a debutar con el Cholo Simeone en un partido de Copa del Rey frente al Elche antes de fichar por el Málaga. Pasó tres campañas en Segunda, las dos primeras en el equipo de la Costa del Sol y la última en el Espanyol, con el que fue pieza destacada en el ascenso de los pericos a la máxima categoría el pasado año y donde sigue brillando a las órdenes de Vicente Moreno. Su bagaje con Albania asciende a 20 encuentros, en los que ha anotado dos goles.

Por su parte, Uzuni llegó al Granada en el último mercado invernal. El conjunto de la ciudad de La Alhambra abonó cuatro millones de euros al Ferencvaros. Formado en el Tomori de su país, donde también militó en el Apolonia Fier y el Laci, pasó por el Lokomotiv Zagreb antes de explotar en Hungría. Contabiliza siete partidos con el Granada donde, pese a no haberse estrenado aún como goleador, está dejando buenas sensaciones. La experiencia como internacional del extremo izquierdo se eleva a 22 citas y tres dianas.