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El estreno de Luis de la Fuente como seleccionador español supuso casi una enmienda a la totalidad de las leyes por las que se regía Luis Enrique. El riojano modificó el esquema, tiró de futbolistas a los que su predecesor en el cargo desechó con ... el paso del tiempo y, sobre todo, mostró una flexibilidad de la que carecía el técnico asturiano para lograr una holgada victoria ante Noruega que, sin embargo, pendió de un hilo hasta el tramo final, cuando la irrupción de Joselu, un 'killer' clásico, le cambió la cara a La Roja. Un equipo en construcción que dejó sensaciones encontradas en el amanecer del nuevo ciclo, pero que apuesta por un mayor abanico de registros que en la anterior y monocromática etapa que culminó de forma estrepitosa en el Mundial de Catar.
«Las sustituciones han venido para que los que han entrado aporten sus mejores virtudes, y lo han hecho. No sé si es plan B o C, pero los cambios están para ayudar al equipo y darle un toque distinto», señalaba el nuevo timonel nacional al término del partido disputado el sábado en el malagueño estadio de La Rosaleda, que le sirvió a España para abrir con paso firme la fase de clasificación para la Eurocopa de Alemania y ganar confianza de cara al duelo del martes con Escocia en Hampden Park.
Fue un triunfo mucho más sufrido y trabajado de lo que atestigua el marcador porque se trata de un nuevo proyecto que todavía está dando sus primeros pasos y el bloque se está ensamblando, interiorizando conceptos e ideas distintas a las que sostenían la fase anterior. De la Fuente necesita tiempo para desarrollar plenamente su libreto y que el mensaje cale hondo en el vestuario, pero de lo que no cabe duda es de que el que fuera futbolista del Athletic ha abierto las ventanas para que entre aire fresco en una selección que lo necesitaba.
De la Fuente bebe de la escuela de Vicente del Bosque. Templado en las formas, cercano con los futbolistas y mesurado con la prensa, ha recuperado el doble pivote que utilizó el salmantino para sustentar a la mejor España de la historia, adjudicando a Rodrigo Hernández y a Mikel Merino las funciones que en aquellos tiempos de abundancia correspondieron a Sergio Busquets y a Xabi Alonso. Se trata de una idea sugestiva que puede dar más empaque y consistencia a La Roja en la divisoria, pese a que el choque ante Noruega demostró que los nuevos conceptos todavía están tiernos en la mente de los futbolistas, algo que resulta lógico por otra parte.
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Óscar Bellot
Cierto es que faltó juego entre líneas, aunque la entrada de Dani Ceballos y Mikel Oyarzabal en la segunda mitad ayudó a coser el bloque y mejoró la circulación frente a un rival indigesto que seguramente hubiera corrido mejor suerte de tener a Haaland sobre el césped porque dispuso de cuatro ocasiones claras que el voraz artillero del Manchester City difícilmente hubiera desaprovechado. Sin embargo, fue la aparición de Joselu la que tuvo un impacto determinante porque dotó a España de un potencial resolutivo del que había carecido hasta entonces.
Al delantero del Espanyol le bastaron cuatro minutos y quince segundos sobre el césped de La Rosaleda para sellar el doblete más rápido de un debutante con la selección española, pulverizando el récord que estableció Fernando Morientes cuando le marcó dos goles en cinco minutos y cuarenta segundos a Suecia en 1998. Solo Sergio Ramos (34 años y 160 días) y Alfredo Di Stéfano (34 años y 13 días) habían sido capaces de registrar dos tantos con la casaca nacional en el mismo partido a una edad más avanzada que el gallego, cuya puesta de largo con La Roja llegó a apenas dos días de cumplir las 33 primaveras.
Joselu lleva cuatro temporadas por encima de la decena de dianas, pese a tener que ganarse las habichuelas en equipos modestos. Su poderío aéreo está fuera de toda duda y le hace ser un delantero especialmente incómodo para los centrales rivales. Sin embargo, no tenía cabida con Luis Enrique, al igual que sucedía con otros atacantes de perfil parecido como Borja Iglesias a los que se les abre una oportunidad con Luis de la Fuente.
El riojano simplifica conceptos, virtud más que estimable en estos tiempos en los que abundan filosofías rimbombantes, que a veces tienen dudosos fundamentos. De los porteros valora sobre todo su desempeño bajo palos, quiere centrales expeditivos que arriesguen lo justo sin perder de vista por ello la aportación que deben realizar a la hora de sacar la pelota con criterio desde atrás y rematadores puros, de esos que se convierten en un dolor de muelas con su capacidad para estar en el sitio justo y desenfundan en un abrir y cerrar de ojos. En resumen, el fútbol de toda la vida.
Ante Noruega, supo adaptarse a un partido farragoso y entendió que necesitaba soluciones alternativas a medida que evolucionaba el encuentro y los vikingos planteaban desafíos distintos. La falta de cintura táctica terminó por condenar a Luis Enrique, ceñido a un plan único e innegociable como si estuviese escrito en las Tablas de Moisés. De la Fuente parece haber tomado nota y perfila una España más camaleónica que necesita aprender a protegerse mejor en la retaguardia y ser más vertical. Paso a paso.
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