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Joselu Mato, un delantero que permaneció lejos del radar de la selección hasta la llegada de Luis de la Fuente, metió a España en la final de la Liga de Naciones y refrendó con su postrero tanto ante Italia el espléndido momento por el ... que atraviesa a sus 33 años. El todavía bombardero del Espanyol se ha convertido en un chollo para el Real Madrid, club al que regresará la próxima semana, y en un prolífico goleador con La Roja, que se agarra a su olfato mientras el técnico de Haro trata de implementar su libreto en un combinado que volvió a arrojar sensaciones ambivalentes en la semifinal contra la 'Azzurra', pero que logró imponer su carácter ante la vigente y siempre correosa campeona de Europa para citarse el domingo en Róterdam con la incombustible Croacia.
Un triunfo que sirvió, de paso, para rebajar el excesivo ruido que rodeaba a un seleccionador al que no se le había concedido siquiera el preceptivo periodo de gracia. «El míster está haciendo un grandísimo trabajo. En Escocia un par de errores nos condenaron, pero ayer el equipo fue justo merecedor de la victoria», defendió este viernes en rueda de prensa el hombre del momento.
La experiencia de Joselu como internacional se limitaba a once partidos con la sub-19 y cuatro con la sub-21 hace más de una década en los que anotó un total de cuatro dianas. Sin embargo, Luis de la Fuente apostó por él en su primera convocatoria como seleccionador absoluto y el delantero le ha devuelto la confianza con creces, convirtiéndose en el pichichi de esta incipiente etapa.
Aprovechó los nueve minutos de los que dispuso en La Rosaleda para certificar el triunfo sobre Noruega con un doblete supersónico. Una actuación descollante que le valió la titularidad tres días después frente a Escocia, aunque se quedó sin anotar en Hampden Park antes de dejar su puesto a Borja Iglesias mediada la segunda parte. Proclamado ya como Trofeo Zarra gracias a los 16 tantos en 34 partidos que marcó con el Espanyol en la última Liga, De la Fuente no dudó en reclutarle de nuevo para la Liga de Naciones y volvió a ser el héroe contra Italia sellando el gol del triunfo cuatro minutos después de abandonar el banquillo.
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«No es fácil cuando entras en los últimos minutos estar tan metido en el partido, pero estábamos generando bastante y sabía que podía darse que me cayese algún balón por allí. Intento anticipar al primer palo y cuando se produce el rechace veo que había un jugador rezagado. Sabía que no estaba en fuera de juego. Muy contento por lo que significa para el equipo y para un país entero», explicó el punta del Espanyol antes de viajar este viernes por la tarde a Róterdam, sede de la final del domingo.
En total, tres tantos en solo 81 minutos sobre el césped defendiendo la casaca de la selección española, lo que arroja un sensacional promedio de un gol cada 1.620 segundos que ha convertido a Joselu en el internacional de moda y recrudece la batalla del nueve con Morata. Un viejo compañero de fatigas con el que el punta nacido en Stuttgart compartió delantera en el Castilla de Alberto Toril que logró el ascenso a Segunda en la campaña 2011-12 y que ejerció como vivero de otros dos internacionales que están presentes en la Final Four de la Liga de Naciones: Dani Carvajal y Nacho Fernández.
Joselu
Delantero del Espanyol
Joselu fue el máximo realizador de aquel filial del Real Madrid en el que también despuntaban Jesé, Lucas Vázquez o Cheryshev. El de Silleda firmó 27 goles a lo largo de dicha campaña, incluyendo uno de tacón en el partido de ida ante el Cádiz por el ascenso. Dieciocho hizo un Morata con el que por entonces solía compartir espacio en la delantera ya que Toril recostaba al ahora atacante del Atlético en la banda derecha del tridente ofensivo y situaba a Jesé en el flanco izquierdo. «Con Álvaro he tenido relación desde que jugamos juntos. Hablamos mucho. En el Castilla era otra época, pero le tengo un cariño inmenso porque es un pedazo de profesional y de compañero», reseñó este viernes Joselu.
El gallego había llegado a debutar la temporada anterior con el Real Madrid en un partido de Liga contra el Almería en el que le bastaron seis minutos para cerrar la goleada por 8-1 del equipo que entrenaba José Mourinho. Con el de Setúbal se estrenó también en la Copa del Rey un curso después y volvió a mojar en los doce minutos de que disfrutó en la manita frente a la Ponferradina (5-1). Su presencia con el Real Madrid se resume, por tanto, en 18 minutos y dos goles.
Un promedio aún más suculento del que ofrece con la selección y que hace que en la T4 del Santiago Bernabéu se relaman ya con la vuelta a casa de un punta al que tienen previsto presentar la próxima semana. «Sobre lo de los rumores, quiero centrarme en lo que está pasando aquí. A partir de la semana que viene veremos lo que pasa», acotó un futbolista que en breve cumplirá su sueño de regresar al Real Madrid.
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