España no puede con la débil Grecia

Pasa el tiempo, van cambiando jugadores, con las novedades esta vez en la convocatoria, que no en el equipo titular, de los debutantes Pedri, Bryan Gil, Pedro Porro y el portero Robert Sánchez, además del regreso de Jordi Alba, que se ha hecho esperar por su delicada relación personal con el seleccionador, pero sigue inalterado el discurso de Luis Enrique. En modo 'coach' o psicólogo, se focaliza en el aquí y el ahora, ya que el pasado no se puede cambiar y el futuro es incierto.

En estos tres duelos de una ventana muy comprimida ante rivales teóricamente muy inferiores, en especial Georgia, el domingo en Tiflis, y Kosovo, el miércoles que viene en La Cartuja, Luis Enrique repartirá los minutos entre todos los convocados, sin arriesgar con nadie. Por eso está descartado para esta primera cita Gerard Moreno, que llegó con una contractura en los isquiotibiales. No obstante, dejó claro el asturiano que él trabaja de seleccionador y que no reservará a nadie pensando en los clubes y en esa final de Copa a la vasca del 3 de abril.

En la previa de este choque a puerta cerrada en Granada, el seleccionador evitó confianzas por aquello de los seis goles a los germanos en Sevilla: «Ese partido ya forma parte de la historia del fútbol. Fue el año pasado. Aclaró la opinión de algunos de fuera, no la mía, porque no tenía dudas sobre el equipo, pero no aporta nada para el presente y lo que buscamos. El que piense que por golear a Alemania se va a hacer lo mismo con Grecia, no conoce la realidad del fútbol, cambiante y llena de partidos trampa», advirtió.

No hay mejor motivación posible para los 24 elegidos que pensar en el horizonte de poder disputar una Copa del Mundo, la decimosegunda consecutiva de La Roja. «Solo teniendo en cuenta que en cada Mundial hay selecciones como la nuestra que se queda fuera, ya es bastante. Hay que aplicarse desde el primer minuto, pero estoy tranquilo con esta selección. Nunca la he visto divagar, vegetar o no tomárselo con la seriedad necesaria», aseguró el gijonés.

Reconoció que está abierto a la posibilidad de jugar con tres centrales y dos carrileros, aunque a priori se decanta por mantener su idea del 4-3-3 para modificar lo menos posible los automatismos, lo que se trabaja en el campo de entrenamiento y en las charlas. El único lateral derecho específico es Porro, aunque Marcos Llorente ya ha jugado en esa demarcación con Simeone en el Atlético.

A vueltas con los porteros, Luis Enrique no soltó prenda. Entiende el debate existente, y más en un país en el que «nos gustan este tipo de polémicas», defiende públicamente a todos con los que ha contado y no le cierra las puertas a ninguno. Ni siquiera aclaró si Unai Simón, titular en los últimos partidos, volverá a ser el elegido en detrimento de David de Gea. «No me interesa hacer público lo que decida. Primero se lo comunico a ellos por justicia y luego os enteraréis los periodistas». Al final, se decantó por el portero del Athletic.

A falta de más chicha, marca por ahora tendencia la comparación entre Pedri e Iniesta, un asunto en el que Luis Enrique es muy claro e insiste en ser prudentes con la perla canaria, aún con aspectos por pulir. «Es normal esa relación porque son idénticos en el lenguaje verbal y no verbal, pero en el campo son dos jugadores diferentes. Ya dije que Pedri tiene que parecerse a Pedri. En él veo a un jugador de alto nivel, pero hay que dejarlo que siga creciendo, acertando más, pero también equivocándose», advirtió.

Se detuvo también en Bryan Gil, otra de las sensaciones del fútbol español esta temporada y pieza clave en el modesto Eibar de José Luis Mendilibar, a juicio de Luis Enrique clave en el crecimiento exponencial de este futbolista cedido por el Sevilla al club armero. «Bryan me ha gustado mucho desde la primera charla. Es maduro, tranquilo, enérgico y futbolísticamente no le voy a descubrir. Va aportarnos desborde a pierna cambiada y por su lado natural, algo clave para nosotros. Tiene asociación, buen chut, centro, es desequilibrante, intenso a la hora de presionar... Nos gusta el trabajo que hace con su entrenador».

Con esa interesante mezcla de noveles que llaman a la puerta de La Roja y veteranos como Sergio Ramos, Busquets o Jordi Alba que aún la sostienen, España es muy favorita ante una Grecia vulgar. Nada que ver con esa selección de Otto Rehhagel que asombró al mundo hace ya 17 años, al conquistar la Eurocopa de Portugal con un gol de Charisteas en la final ante los anfitriones. Actualmente, su jugador más valioso, según Transfermarkt, es el portero del Benfica Odysseas Vlachodimos; y el más conocido, al menos para el aficionado español, es Dimitrios Siovas, que milita en el Huesca.

Siete victorias, dos empates y una derrota contemplan la historia de duelos entre estos dos combinados, el último en el cierre de la primera fase de la Eurocopa de 2008, con victoria por 1-2 del equipo de Luis Aragonés gracias a los tantos de Rubén de la Red y Dani Güiza que sellaron la remontada. Tras no lograr clasificarse para la Eurocopa pendiente, Grecia inicia una nueva etapa con la humildad por bandera. «España es una potencia futbolística superior», asume su seleccionador griego, John Fante Schip. Someter a La Roja en la capital de la Alhambra, es un sueño para los esforzados helenos.

Guste o no, Luis Enrique siempre deja su sello. Se esperaba el debut desde el inicio de jugadores emergentes, pero el asturiano premió a nueve de los que actuaron en esa exhibición ante la 'Mannschaft' de noviembre. Solo faltaron Sergi Roberto y Pau Torres, ambos lesionados. Extrañó no ver a ningún jugador del Barça en ese once y que formasen Eric García, casi inédito en el City, o Ferran Torres, suplente habitual también con Pep Guardiola. Y sorprendió que

Con esas trazas y Unai Simón por cuarto partido consecutivo como guardián de la portería, se plantó España ante una

Tardó más de media hora La Roja en hincarle el diente a los griegos. Mucho dominio pero demasiados pases al pie, lo que molestaba a Luis Enrique. Faltaban desmarques, movimientos sin balón. Demasiado previsibles con ese toque de un lado otro que se asemeja al movimiento de un limpiaparabrisas o a un ataque de balonmano que bordea el juego pasivo. Dispuso España de algunas ocasiones, como un

Llegó el gol en una acción maravillosa. Ramos se incorporó al ataque,

Tras la reanudación, ya sin Ramos en un cambio por lo visto pactado que traerá cola, Grecia intentó estirarse y encontró demasiado premio.