Julen Monreal se lamenta de una acción en el partido de este sábado. Agencia LOF

La UD Logroñés mira hacia la próxima temporada

Los riojanos lanzan al Arenas, mejor competidor, con un error defensivo y dicen casi adiós al sueño de jugar el 'play off'

Sábado, 29 de marzo 2025

«Ahora mismo lo importante es el presente, siempre se trabaja, pero lo más importante es el presente». La frase corresponde a Carlos Lasheras y ... se escuchó ayer en la recta final de su comparecencia. Lasheras respondía a la pregunta de si alguien dentro del club trabajaba ya pensando en la próxima campaña. La respuesta es clara: puede pensar en la próxima campaña. El futuro es el presente porque el presente es pasado. La actual campaña está agotada no ya por lo que hagan otros equipos, sino por lo que no hace la UD Logroñés: ganar. Incapaz. Lasheras no ha llegado con la varita mágica. El problema no parece ser Flaño, Rodríguez y Urzay, al que se le destituyó con dos resultados idénticos a los del director deportivo/entrenador. El objetivo era ascender directamente; luego, entrar en 'play off' y ahora la Copa. Lo demás es palabrería, aunque las matemáticas aún den opciones a los riojanos. Las sensaciones, no.

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Arenas

Peña, Ibarrondo, Pau, Daiki, Zabaleta (Collado, 82), Badiola (Escobar, 71), Varona, Seguin (Galder, 82), Zabala (Iradi, 56), Sustatxa y Uzkudun

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UD Logroñés

Royo, Yasin, Monreal, Bobadilla, Mateo, Garrido (Pau, 83), Caballero, Madrazo (Nájera, 73), Facchin (Agüero, 73), Barrero (Riki, 86) y Lupu

  • Goles: 1-0, m. 62. Uzkudun.

  • Árbitro: Martín Hernández. Amonestó a los visitantes Garrido, Barrero, Yasin y Bobadilla.

  • Incidencias Campo de Gobela. Vigésimonovena jornada de Liga.

Carlos Lasheras volvió a agitar el árbol blanquirrojo, por deseo propio o por obligación, en busca de una victoria que tendrá que esperar. Rescató a Pablo Bobadilla para suplir a Joao Dias, hasta ayer único superviviente del pobre mercado de invierno (Valcarce no entró en la citación), dejó fuera de la lista a Iñaki Saénz y mantuvo a los dos puntas. Sin embargo, el problema supera a los nombres y hombres.

Ambos conjuntos apostaron por una comienzo intenso, rápido y de transiciones aprovechando los espacios. La UD Logroñés presionaba en el área local y asumía riesgos, sobre todo por la derecha, por donde Zabaleta y Seguin atacaban. Era al pago a la idea ofensiva, aunque no se concretase en ocasiones reales. El lateral zurdo vio rápidamente el hueco y advirtió en el segundo minuto con un disparo raso y cruzado que obligó a Royo a meter su mano izquierda. En realidad Zabaleta fue el jugador más ofensivo de los locales en una primera mitad áspera, que no justificaba la diferencia en la tabla, pero que existe. Royo apareció por segunda vez para evitar el gol local. Esta vez Zabaleta buscó la escuadra derecha.

Entre ambas acciones pasaron muchos minutos, muestra de lo poco que sucedía sobre el césped. La UD Logroñés era capaz de aguantar el ritmo de su rival e incluso de manejar el balón, sobre todo con Caballero, pero disfrutar de la posesión no significa ser mejor ni tener más ocasiones, simplemente manejar el esférico. Querían llegar los riojanos por fuera, con Yasin, Madrazo y Facchin, pero sin balones que generasen peligro cerca de Peña. En ese escenario, la individualidad cobraba protagonismo. Royo respondió al lejano disparo de Seguin, aunque fue mucho más destacable la aparición de Peña al disparo de Barrero. Potente y buscando la red. La mejor ocasión riojana, pero insuficiente para sus aspiraciones. No era inferior la UD Logroñés, aun con menos argumentos para llegar al área rival que su adversario, pero sobre todo se marchaba a vestuarios con un empate que no le servía momentáneamente, pero le permitía reanudar el duelo con la clara aspiración de ganarlo, aunque fuera en una acción aislada.

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Cuestión de errores

Los segundos tiempos cambian a los equipos. En cuarenta y cinco minutos quieren hacer lo que podrían construir en noventa, pero la primera mitad suele estar marcada por el miedo a encajar un gol. Ibarrondo dio el primer aviso al llegar al poner un esférico de gol desde la derecha al que no llegó Uzkudun. No sabían ambos, ni los presentes, que se trataba del ensayo general previo a la actuación principal. Medio entre ambos un lanzamiento de Mateo desde fuera del área, pero de la misma forma que el telón se levantó para aplaudir a los locales se bajó para los visitantes.

No era superior el Arenas a la UD Logroñés como para hablar de repaso futbolístico, pero a ambos les diferencia la capacidad para competir. Esa es la gran diferencia. Bobadilla pudo jugar con su portero como último hombre, pero prefirió abrir el cuero hacia Mateo. Error. Iradi leyó mejor que nadie la jugada, lo robó y alcanzó la línea de fondo para poner el balón al segundo palo. Uzkudun lo empujó para marcar. Competir, ser más rápido con la mente y con las piernas. La UD Logroñés carece de esas virtudes en su juego.

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Treinta minutos por delante. Otra vez se repetía el escenario tantas veces visto este ejercicio. Lasheras dio paso a Nájera y Agüero. Otro jugador rescatado y otro que camina entre dos ambientes, el de la titularidad y la suplencia. El Arenas se posicionó de nuevo en su campo. No necesitaba arriesgar, sino esperar a que su rival asumiera la necesidad del marcador porque cuando se estira se desajusta. La manta no llega para tapar cabeza y pies. Es decir, la manta no da para marcar un gol sin que encajes uno. Y en las últimas fechas encaja antes de marcar. Trabajo ingente el que espera en Valdegastea, aunque mientras que Félix Revuelta no se ponga al mando, o quien él decida, será estéril.

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