Parecido no es lo mismo en la UDL

Sergio Rodríguez apostó por cuatro novedades en su once de Vitoria pero acabó con nueve 'veteranos' | El meta Miño, el central Zabaco, el mediocentro Errasti y el delantero Roni pusieron las caras nuevas en cada línea de la UDL

Víctor Soto

Logroño

Jueves, 29 de agosto 2019, 08:06

Parecido no es lo mismo se titulaba un espectáculo de Faemino y Cansado. Y la misma expresión se podría utilizar para analizar la Unión Deportiva Logroñés del curso 2019/2020 que se estrenó en Vitoria y que este domingo tiene la reválida ante el Haro ... con la obligación de sumar un triunfo. Porque nadie quiere que se repita la tormenta del inicio del curso pasado en un club que, en sus once temporadas, ha asimilado la vida contra el reloj como necesidad. Parecido resultó el once que saltó en Ibaia, con siete caras conocidas del curso pasado, pero es cierto que los cuatro cambios se dieron en los ejes centrales de cada línea.

En la portería debutó Rubén Miño, después de una pretemporada de incertidumbres que se ha saldado con la salida de Iván Buigues. Poco trabajo tuvo el veterano, que está llamado a hacer olvidar la siempre prolongada sombra de Miguel Martínez de Corta, titular en las seis temporadas anteriores en el club blanquirrojo. Hasta que el meta riojano se recupere de su lesión de rodilla, para lo que aún restan meses, y a la espera de un fichaje que complete la competencia de Yari Meykher, Miño será un indispensable para Sergio Rodríguez.

Zabaco apareció junto a Caneda en la defensa para suplir la baja de Bobadilla y las anginas de Gorka Pérez, aunque parece llamado a pelear por la titularidad. Su experiencia se notó en momentos clave y a balón parado, aunque necesita acoplarse más a sus compañeros, ya que apenas ha completado una semana de entrenamientos. Necesita tiempo para crecer pero, curiosamente y dadas las circunstancias, fue el único de los fichajes, junto a Miño, que aguantó los 90 minutos.

Errasti, otra de las caras nuevas, hizo de acompañante de Olaetxea en vez de Carles Salvador, que este verano abandonaba la UDL. Fue el encargado de hacer bascular al equipo y llevar la manija. Cumplió y dio seguridad aunque le costó dar un paso adelante en el ataque.

La última de las novedades fue Roni, quien ejerció de delantero. Se alió con Rayco para correr, bregar, bajar balones... pero no pudo anotar. Sentó en el banquillo a Ander Vitoria y a Oussama y completó la lista de novedades. Los que estuvieron pero no jugaron fueron Javi Álamo, al que la buena pretemporada de Rubén Martínez le ha relegado a la suplencia -aunque por físico y experiencia puede resultar determinante en Las Gaunas y ante rivales como el Haro, que puede sufrir por alto y por el costado- y Iago López. El joven lateral gallego aterrizó en Logroño cedido por el Girona hace poco más de una semana y se está acoplando, aunque Miguel Santos parece el candidato a la titularidad.

Álamo y Iago López se quedaron fuera, pero también acabaron el encuentro en el banquillo Roni y Errasti, que se vieron suplidos por Oussama y Vitoria. De esta forma, nueve de los once blanquirrojos que oyeron el pitido final desde el césped ya militaban en el club la temporada pasada.

Cambios en todas las líneas, baile de parejas y, sobre todo, cada vez mayor cambio de actitud. La versatilidad que el año pasado parecía sorprender después de las primeras experiencias con Sergio Rodríguez se ha llevado al extremo. En cada entrenamiento, el técnico ofrece variantes a sus futbolistas para que interioricen que la combinación puede llevar al área rival, pero también el golpeo directo, la fractura de líneas. La clave, para Rodríguez, está en las superioridades y el trabajo que está realizando en ese sentido es máximo. Parecido a la temporada pasada, pero distinto. El estilo puede ser reconocible, pero no resultar obligatorio. Variaciones encerradas en una 'matrioshka' que pueden desvelarse en cada momento del encuentro.