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La Federación Española de Fútbol estudia, entre diferentes posibilidades, la opción de resolver la temporada en Segunda División B con el ascenso directo del primer clasificado de cada uno de los cuatro grupos, entre los que se incluye la UD Logroñés, líder destacado del ... Grupo II. No es la única hoja de ruta, pero es un camino que cobra más fuerza a medida que pasan los días y el fútbol sigue alejado de la rutina, de sus entrenamientos, viajes y partidos. Si la Federación apostara finalmente por esta vía, La Rioja volvería al fútbol profesional veinte años después del descenso de Segunda a Tercera División del Logroñés.
Era el 'Diario de León' el que en la mañana de este lunes explicaba esta posibilidad en su edición digital, ya que afectaba directamente al futuro de la Cultural segundo clasificado en el mismo grupo que la UD Logroñés. Horas más tarde, fuentes federativas confirmaban a Diario LA RIOJA, que en Madrid se manejaba este planteamiento de ascenso directo de Atlético Baleares, UD Logroñés, Castellón y Cartagena y, si bien remarcaban que «no es la primera opción en este momento», afirmaban que sí que «gana fuerza» con el paso de los días. ¿Que es lo que necesita la Federación? Un decreto ley amparado en la excepcionalidad de la situación que respalde su decisión para evitar posteriores intentos de judicializar los ascensos.
Acabar la temporada. Es lo que siempre ha defendido Luis Rubiales, presidente de la Federación Española, pero el tiempo pasa y juega en su contra.
'Play off' exprés. La alternativa, pero el riesgo de concentrar a dieciséis equipos en una misma instalación es enorme, presenta muchas dudas y sería muy complicado cumplir con todos los protocolos de seguridad que exigiría el Ministerio de Sanidad, que es quien tiene la decisión última del regreso del fútbol.
Ascensos directos. Es la opción que defiende la UD Logroñés y la Federación Riojana. El ascenso del primer clasificado de cada grupo. Javier Tebas ya anunció descensos en Segunda. A su favor juega el paso del tiempo, el temor a que haya un rebrote del COVID-19 y la dificultad global que entraña volver a organizar un encuentro de fútbol.
El rotativo leonés aseveraba, además, que la FEF tiene previsto anunciar su decisión en los próximos días, porque además de los ascensos se haría público el final de la temporada cuando restan diez jornadas por jugar y el 'play off' de ascenso. Las fuentes federativas consultadas por Diario LA RIOJA se mostraban más cautas, aunque recordaban que las decisiones superan incluso a la propia Federación, porque quien decide si hay fútbol o no es el Gobierno de España.
«Si no se puede jugar, lo lógico sería que ascendieran los primeros de cada grupo», aseguraba Juanjo Guerreros el 15 de marzo después de la reunión que mantuvo con representantes de la Federación Riojana. Las palabras del vicepresidente de la UDL eran complementarias a las de Pedro Fernández Lavadia, secretario general de la Federación Riojana. «El sentir mayoritario de los clubes riojanos es que asciendan los primeros de grupo y es lo que defenderá ante Madrid nuestro presidente. Como territorial es una buena propuesta porque contaríamos con un equipo en el fútbol profesional y seguiríamos contando con tres en Segunda B», argumentaba.
¿Qué es lo que ha pasado en estos trece días? El tiempo. Y el tiempo juega contra la disputa de partidos. No hace muchos días, la Federación Española advertía de que si la UEFA le solicitaba la lista de equipos para jugar la próxima campaña en Europa, la facilitaría amparada en la clasificación del 8 de marzo, día en el que se jugó el último partido. Siempre bajo el estado de que se diera la campaña por concluida. Con Segunda B, la situación es más compleja porque entre la temporada regular y el ascenso media un 'play off' decisivo.
Así, a día de hoy la hoja de ruta de la Federación pasa, primero, por acabar la temporada. «Tremendamente complicado porque el fútbol depende del Gobierno y éste no va a permitir que se recupere la actividad sin unas garantías casi plenas de que no va a pasar nada», admiten desde la Federación. Segundo, y en el caso de Segunda División B, disputar un 'play off' exprés. Se ha hablado de dos escenarios: Las Rozas y Pinatar Arena, en Murcia. «A día de hoy, es muy difícil en Segunda B cumplir con los protocolos que exigiría el Ministerio de Sanidad para jugar a fútbol», señalan las fuentes federativas.
Jugar en una de esas dos instalaciones supone que dieciséis equipos se suban al autobús, que convivan en una misma instalación, que se repartan los vestuarios, que salgan de la instalación para alojarse. Muchos riesgos, amén de someterse a pruebas para detectar el COVID 19 prácticamente a diario. ¿Y si hay un positivo? ¿Se pone en cuarenta al equipo? ¿Se le excluye? ¿Se da por acabado el play off?
Las palabras que pronunció Salvador Illa el domingo han dado un nuevo giro. «No puedo decirle ahora si el fútbol profesional va a poder realizar su actividad antes de este verano. Sería una imprudencia por mi parte», afirmó. Y en el fútbol aficionado los recursos son infinitamente menores.
A ellas se suma el sentir de los muchos futbolistas presentados por sindicados como AFE. Este lunes obtuvieron el respaldo del Consejo Superior de Deportes. No quieren volver a jugar salvo que se haya eliminado el riesgo para su salud. Y el CSD les apoya y recuerda que la decisión final corresponde al Gobierno y no a LaLiga, a la patronal. Esa decisión se extiende al fútbol aficionado.
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