Luis Suárez jugando en el Inter de Milán. Foto: Archivo | Vídeo: EP

Muere Luis Suárez, primer Balón de Oro nacido en España

Discutido en el Barça y dos veces campeón de Europa con el Inter, el «arquitecto» gallego que también fuera seleccionador nacional ha fallecido a los 88 años

Ignacio Tylko

Madrid

Domingo, 9 de julio 2023, 10:29

Luto en el fútbol español y también en Italia, donde era muy querido y le llamaban cariñosamente Luisito, un apodo que vino de perlas para distinguirlo en los tiempos modernos de su homónimo delantero uruguayo. El gallego Luis Suárez Miramontes, único Balón de Oro nacido ... en España hasta que en categoría femenina irrumpió recientemente Alexia Putellas para ser distinguida en 2021 y 2022 como mejor jugadora del planeta, falleció este domingo a los 88 años.

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No por esperado, dada su edad, el adiós del fino centrocampista deja un vacío enorme en el mundo del fútbol. Triunfó en el Barcelona, club que no le valoró como se merecía y trasladó una rivalidad e incompatibilidad con Ladislao Kubala ficticia, y sobre todo en el Inter de Milán, donde conquistó dos Copas de Europa. Con España, levantó la Eurocopa de 1964 al vencer a la Unión Soviética en el Santiago Bernabéu.

Prolijo a lo largo de su carrera, en la que también desempeñó el cargo de seleccionador absoluto español entre 1988 y 1991, seguía muy vigente para la opinión pública porque desde 2014 y hasta el curso pasado ejerció como comentarista en la SER de los partidos del Barcelona. Tan sarcástico, crítico y punzante en el micrófono como elegante sobre los terrenos de juego.

Su enorme visión de juego, hasta el punto de que el inolvidable di Stéfano le apodó 'El Arquitecto', le hizo ser mundialmente reconocido. Precisamente, su amigo don Alfredo fue dos veces Balón de Oro antes que él y también poseía la nacionalidad española, pero era bonaerense de origen.

Nacido en La Coruña, el 2 de mayo de 1935, en el seno de una familia que regentaba una carnicería, Luisito dio sus primeras patadas al balón en el Colegio de los Salesianos y enseguida encandiló a todos con los partidillos en la calle. Destacó de niño en el Monte Alto, equipo representativo del barrio coruñés donde residía, y eso le llevó al Perseverancia, club modesto cuyo nombre le viene como anillo al dedo para definir su trayectoria. Jugó un torneo infantil organizado por el Deportivo de la Coruña, donde ingresó con 14 años. Tras foguearse a préstamo en el Fabril, debutó con los blanquiazules en Primera con solo 18 años.

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Pronto, en 1954, el Barça reclutó a ese interior liviano, poco dotado para el fútbol de choque que imperaba, pero brillante en el amague, el regate, la filigrana y el pase largo. Llegó con 19 años a la Ciudad Condal y de azulgrana vistió siete temporadas. Fue complicado, sobre todo al principio, ya que le veían demasiado frágil para un fútbol tan rudimentario. No destacó ni con Sandro Pupp, ni con Franz Platko, ni con Domingo Balmanya, pero todo cambió para bien con la llegada al banquillo del mago Helenio Herrera.

Como culé, Luisito Suárez de coronó dos veces de manera consecutiva como campeón de Liga (58-59 y 59-60), conquistó dos Copas del Generalísimo en 1957 y 1959 y también dos Copas de Ferias, torneó continental que preludió la Copa de la UEFA, hoy Europa League.

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Gracias a esos méritos, en diciembre del 60 consiguió el Balón de Oro, lo que le convertía en el único futbolista masculino nacido en España con tan preciado galardón. Además, fue segundo en el prestigioso escalafón de France Football en dos ocasiones (1961 y 1964) y bronce en el ejercicio siguiente.

El Barça siempre han reconocido que permitirle fichar por el Inter a cambio de 25 millones de pesetas, cifra récord en 1961, fue uno de sus grandes errores históricos. Sumido ya entonces en una grave crisis económica, el club de Les Corts accedió a que Suárez emprendiese el mismo camino hacia el país transalpino que Helenio Herrera. Sin él y sin 'HH', el Barça tardó 14 años en volver a ganar una Liga, hasta la llegada de Johan Cruyff.

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Como anécdota, Suárez es recordado por especialistas de la época como el periodista Alfredo Relaño por una acción técnica muy peculiar, casi extravagante, para unos una virtud y para otros casi un vicio. Seguramente por ese origen en los campos embarrados de su Galicia natal, Luisito solía levantar un poco el balón con la punterita, flexionar su pierna izquierda y pegarle por debajo fuerte con el pie derecho. Envíos a larga distancia y con gran precision. Una técnica muy utilizada años después por porteros sudamericanos.

En el equipo 'neroazzurro', logró los mayores éxitos. Levantó la Copa de Europa en dos ocasiones, al vencer nada menos que el Real Madrid de la época en la final de 1964 (3-1) y en la siguiente edición al Benfica (1-0). Además, ganó dos Copas Intercontinentales, ambas ante el Independiente argentino. En el calcio, se alzó con tres 'scudetti' o títulos de la Serie A, antes de terminar su trayectoria en la Sampdoria de Génova.

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Debutó con la selección española absoluta en 1957 y con La Roja jugó un total de 32 partidos en los que anotó 13 goles. Participó en las fases finales de los Mundiales de Chile'62 e Inglaterra'66, aunque su gran éxito fue la consecución de esa Eurocopa conquistada en Chamartín ante los soviéticos (2-1). Un duelo bien ganado en el césped, con ese histórico gol de cabeza de Marcelino, y una victoria de enorme valor simbólico en la época, ya que se midieron la España de la dictadura franquista frente al poderoso representante del comunismo.

El lunar de Italia'90

Tras colgar las botas, Luisito trató de extender su magisterio desde los banquillos. Su etapa como técnico empezó en Italia, donde creció desde los juveniles del Génova hasta la primera plantilla del Inter en el curso 74-75. También trabajó al frente del Spal, Como y Cagliari. Suárez regresó después a España para hacerse cargo en Segunda División de su Depor del alma (78-79).

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Contratado ya en 1980 por la Federación Española de Fútbol, se proclamó campeón de Europa como técnico de la sub-21 en 1986. Dos años más tarde asumió el cargo de seleccionador nacional absoluto, con el reto de clasificar a España al Mundial de Italia'90, muy emotivo para él. No pudo pasar de octavos, con esa derrota histórica ante Yugoslavia merced a ese lanzamiento de falta de Stojkovic que superó la barrera y sorprendió a Zubizarreta porque Míchel se movió. Fue destituido en abril de 1991 tras conducir a la selección en 26 encuentros, con un muy discreto balance de 14 victorias y ocho derrotas.

Luis Suárez no triunfó en los banquillos, pero tenía que seguir ligado al deporte rey, ya en los despachos como directivo del Inter, donde se le consideraba una leyenda. Entre otros méritos, se le concede el acierto histórico del fichaje de Ronaldo Nazario por los interistas. Renunció el día después de que el presidente Moratti dimitiera, pero siguió ligado al Inter como observador y asesor.

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Entre otros reconocimientos, Suárez recibió en 1989 la medalla Castelao de la Xunta de Galicia, diez años después fue distinguido como mejor deportista gallego del siglo y en noviembre de 2001 se le concedió la medalla de oro al mérito deportivo. También es caballero de honor de la Real Orden de María Pita. Una leyenda.

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