La suya ha sido una relación cocinada a fuego lento, un cortejo trufado de desencuentros que hizo pensar a muchos que el ansiado enlace futbolístico podía ser una mera entelequia. Pero ahora conectan con la mirada y su pasión devora a quien se cruza en ... el camino. Vinicius y Benzema conforman la pareja de moda y este miércoles pasarán revista ante el Mallorca en el primero de los tres partidos consecutivos que un Real Madrid pletórico de moral afrontará en el Santiago Bernabéu en el espacio de una semana.
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La sufrida remontada frente al Valencia en Mestalla ha llenado de confianza a los blancos, que encadenan 23 encuentros invictos en la Liga entre el curso pasado y el actual. Una racha en la que han firmado 17 victorias y 6 empates. No sucumben en el campeonato doméstico desde el 30 de enero, cuando el Levante asaltó el Alfredo Di Stéfano en un duelo marcado por la tempranera expulsión de Militao.
Su puesta de largo en esta campaña solo tiene la mácula de las tablas contra el conjunto granota, con pleno de triunfos para la escuadra de Carlo Ancelotti en el resto de enfrentamientos gracias a una sociedad en plena forma que está reconciliando al vigente subcampeón de Liga con el gol perdido e ilusionando a una afición que regresó a su casa contra el Celta y volverá a sumar fuerzas frente a Mallorca, Villarreal y Sheriff de Tiraspol en el primer maratón de la temporada.
La acumulación de citas hará que Ancelotti dé paso a las rotaciones para evitar sobrecargar demasiado pronto a futbolistas a los que tendrá que exprimir más adelante. El buen inicio de curso concede espacio también para seguir sumando activos a la causa y evitar que el desánimo se adueñe de los jugadores acostumbrados a calentar banquillo. Conviene tener a todos enchufados y para ello es preciso repartir oportunidades, máxime cuando el viento sopla a favor.
Algunos de ellos han caído de pie en la 'casa blanca'. Es el caso de Camavinga, que se ha ganado a todos gracias al desparpajo que muestra a sus 18 años. El salto del Rennes al Real Madrid no parece haberle pesado lo más mínimo al prometedor centrocampista francés. Marcó en su debut frente al Celta, asistió a Rodrygo en el gol que propició el triunfo del trece veces rey de Europa contra el Inter y fue clave para doblegar al Valencia con su dinamismo cuando irrumpió en la segunda parte. Después de tres suplencias, Ancelotti le concede la titularidad. «Es un mediocentro completo y puede cubrir todas las posiciones del medio», destacó el transalpino.
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Lo mismo sucede con Asensio, una estrella venida a menos que necesita sentirse importante para recuperar el esplendor perdido. El balear solo ha disputado 69 minutos esta temporada. La competencia le resta posibilidades de abrirse paso en la delantera y tampoco parece haber demasiado sitio para él como volante, posición a la que prueba a reconvertirle Ancelotti. Su ostracismo le tiene inquieto, algo que no preocupa al preparador. «A mí no me gusta el jugador que no juega y está contento», aseveró. Su entrada permite dar respiro a Modric, al que hay que mimar más que nunca a sus 36 primaveras.
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La baja de Carvajal la paliará Nacho, un multiusos que ya ha pasado por todas las zonas de la retaguardia. Ancelotti tampoco podrá contar con Kroos, Marcelo, Mendy, Ceballos y Bale, pero está más que satisfecho con el espíritu del bloque. «El equipo tiene pelotas», aplaudió este martes.
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Muy golpeado por las lesiones llega también el Mallorca. Russo, Raíllo, Sedlar, Maffeo, Galarreta y Ángel se perderán el encuentro por diferentes dolencias, lo que no altera demasiado a Luis García Plaza que, espoleado por la buena dinámica de su equipo en el retorno de los bermellones a Primera, encara el litigio sin complejos. «Las situaciones, tanto en la vida como en el fútbol, hay que afrontarlas como vienen y si ves un obstáculo y lloras, te pegas de cabeza con él, por lo que lo que hay que hacer es saltarlo y competir al máximo, con optimismo y con ganas», destacó el técnico madrileño, contento con la labor defensiva de un grupo que solo ha encajado tres tantos en las cinco primeras jornadas, aunque es consciente de que sus pupilos necesitarán generar más ocasiones en el futuro ya que no siempre podrán extraer tanta rentabilidad de sus goles: ocho puntos con solo tres dianas anotadas.
Marco Asensio se reconcilió con el Santiago Bernabéu. Ante el Mallorca, el equipo que le pulió desde que era un chaval, el '11' del Real Madrid firmó un partido redondo, triplete incluido, que sirvió para que su escuadra recuperase la condición de líder que había perdido de modo provisional el día anterior frente al Atlético. Después de jornadas convulsas en las que desde su entorno se dejó caer el descontento del futbolista por la falta de minutos en las últimas citas, el internacional español se reivindicó con una actuación digna, por fin, de su extraordinario talento. Atrevido como en sus mejores tiempos, sin atisbo del apocamiento que venía agarrotándole en los más recientes, abanderó a un bloque que ha encontrado en la juventud un divino tesoro. Lo suyo fue un festín de lozanía.
Como adelantó en la previa, Ancelotti agitó el once. Los principales beneficiados fueron Miguel Gutiérrez, cada vez más asentado en el primer equipo, Camavinga, Asensio y Rodrygo. El viento sopla a favor del francés. El balear y el paulista aún tienen que romper el cascarón, pero ante el Mallorca se sacudieron complejos, sobre todo el primero.
Enfrente, Luis García Plaza también apostó por la savia nueva juntando a Kubo y Kang-In Lee, las dos grandes promesas asiáticas de la Liga. Era el quinto enfrentamiento del nipón con el Real Madrid, club que posee sus derechos y escruta con lupa su evolución, pero por primera vez pisaba el Bernabéu, donde sueña con triunfar un día.
Real Madrid
Courtois, Nacho (Santos, min. 79), Militao, Alaba, Miguel Gutiérrez, Camavinga (Blanco, min. 60), Valverde, Asensio (Isco, min. 72), Rodrygo (Lucas Vázquez, min. 72), Benzema (Jovic, min. 79) y Vinicius.
6
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1
Mallorca
Reina, Sastre, Valjent, Oliván, Gayà (Antonio Sánchez, min. 59), Battaglia, Febas (Jaume Costa, min. 59), Kubo (Baba, min. 46), Kang-In Lee, Lago Junior (Mboula, min. 75) y Hoppe (Abdon Prats, min. 59).
Goles: 1-0: min. 2, Benzema. 2-0: min. 23, Asensio. 2-1: min. 24, Kang-In Lee. 3-1: min. 28, Asensio. 4-1: min. 54, Asensio. 5-1: min. 78, Benzema. 6-1: min. 84, Isco.
Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a Camavinga, Baba y Nacho.
Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante unos 20.000 espectadores.
Ese sueño comenzó a forjarlo Benzema hace doce años. Hoy es el amo de la pradera y simplifica la vida de cuantos le acompañan. Atraviesa un momento extraordinario y contra el Mallorca sentó cátedra desde el inicio. Resbaló el debutante Gayà donde cada tembleque amarga la existencia, robó el '9' y cruzó para superar a Reina.
El movimiento de piezas podía acarrear el riesgo de desorientar al grupo. Le sucedió a Zidane hace un par de años con idéntico adversario. Sufrió un rejonazo de los gordos. Pero el Real Madrid difuminó cualquier sospecha con un alarde de energía. Asensio intentó el gol olímpico. No lo logró de milagro. Poco le importaría.
Los bermellones cimentaron su retorno a Primera haciéndose fuertes atrás y con idéntico libreto comenzaron el curso, pero la pujanza juvenil del Real Madrid les pasó una tremenda factura. Un par de golpeos desviados de Kubo y un latigazo de Lago Junior que se marchó alto por un palmo fueron sus primeras réplicas tras minutos de muchísimo sufrimiento.
A los pupilos de Ancelotti les placía un partido de ida y vuelta porque tenían vigor de sobra. Así, a la carrera, doblaron la renta. Filtró Vinicius para Rodrygo, que dejó atrás con la fortuna de que el rebote en un zaguero visitante le cayó a Asensio, que comenzó su redención.
El Mallorca se repuso enseguida. Le bastó con sacar de centro para iniciar una acción frenética que culminó Kang-In Lee rebasando a Courtois con un golpeo ajustado al palo largo. Pero el Real Madrid no estaba de humor para rumiar errores y en un pestañeo volvió a poner tierra de por medio. Cedió Benzema a Asensio, que penetró en el área como una bala y ajustició de nuevo a Reina.
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Óscar Bellot
El Mallorca llegó al descanso resoplando. Le habían caído tres pero el daño pudo ser mayor. Porque Vinicius y Rodrygo atormentaba por las bandas y Asensio y Benzema hacían diabluras por el centro. El choque era un regalo para el espectador. Divertimento puro.
Del paso por vestuarios no regresó Kubo porque Luis García Plaza prefirió meter más músculo con la entrada de Baba. Pero el Madrid siguió sin cadenas. Rodrygo sacó de rueda a Battaglia y centró para que Benzema empalase. El gol no subió al marcador porque desde el VAR advirtieron a Alberola Rojas de una falta del ariete a Sastre. Fronteriza. Dio igual. Porque Rodrygo volvió a asociarse con Benzema, que frenó en seco, atisbó por el retrovisor a Asensio y entregó para que el protagonista de la noche rematase la faena antes de retirarse ovacionado por el respetable.
Todavía hubo más. Porque Benzema, tras un control circense con la espalda que siguió a un envío magistral de Alaba, hizo el quinto para elevar su cuenta a ocho goles y siete asistencias en lo que va de campaña. Una simetría casi perfecta. Y Vinicius convidó a Isco para cerrar la fiesta. Hasta Jovic quiso sumarse con un remate de tijera. No entró. Hubiese sido el no va más.
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