El Madrid vuelve a mostrar dos caras

Vive convulsionado el Real Madrid desde que cediese un empate en la Champions que ha opacado incluso la visita del que está siendo el conjunto revelación del curso, segundo de la tabla con 14 puntos, 13 de ellos amarrados en los cinco últimos partidos. Paso firme que le ha permitido sellar el mejor inicio de su historia a los nazaríes.

El tropiezo contra el Brujas desató una tormenta de críticas y puso en la diana a Courtois. El belga no entrenó tampoco este viernes con el grupo por la gastroenteritis que le obligó a retirarse en el descanso de aquel enfrentamiento, lo que situará bajo palos a Areola. El francés ha caído de pie en el coliseo de La Castellana, donde muchos olvidan que era suplente en el PSG mientras el ex del Chelsea acredita una larga trayectoria en la élite que ratifica su condición de arquero de primer nivel. Atraviesa un mal momento, víctima también de los fallos colectivos de su equipo, como recordó el Zidane más crispado que se recuerda, molesto por las preguntas sobre la portería y enervado por la difusión del código disciplinario del club.

Reconoció que Courtois estaba ya mal antes de la cita europea, pese a lo cual le dio la titularidad. «Puede pasar de vez en cuando, que un jugador esté un poco revuelto y pueda jugar», sostuvo el técnico en una rueda de prensa en la que tuvo varios encontronazos con los periodistas. Así ocurrió cuando negó que el cancerbero sea intocable. «¿Indiscutible de qué? Nadie es indiscutible, ni Courtois ni nadie», atajó en una intervención en la que le tendió un capote a su guardameta recordando que no fue «el único ni el principal responsable de lo que pasó» en esa primera parte infausta.

Hubo otros momentos que denotaron también el descontento de Zidane, al que no le gusta que las multas por indisciplina sean de conocimiento público. «Habéis tenido información que no debéis tener», replicó cuando se le preguntó si reprendería a Bale por llegar tarde al partido contra el Brujas que debió ver desde el palco tras quedarse fuera de la convocatoria, aunque habrá tirón de orejas.

El 'Expreso de Cardiff' se perfila pese a todo como una de las novedades frente al Granada en un once en el que Zidane tendrá que improvisar un lateral izquierdo. Marcelo, que regresó en Champions una vez superada su lesión cervical, sufre una elongación en el bíceps femoral de su pierna derecha, lo que obliga a adaptar un recambio de emergencia toda vez que Mendy continúa recuperándose de su dolencia en el aductor de la pierna izquierda y el polivalente Nacho estará al menos dos meses de baja por la lesión del ligamento colateral interno de la rodilla derecha que se hizo contra el Brujas. El preparador deslizó que será Militao el que se desplazará al costado zurdo ya que ni se le pasaba por la cabeza situar ahí a Bale pero al final optó por Odriozola. Carvajal podría ser el 3.

Menos problemas tiene en la medular, con Isco y James en condiciones. Arriba, Benzema tendrá una oportunidad de ampliar su cuenta de dianas ante el Granada, rival al que ha marcado diez goles, siete de ellos en un Bernabéu que examinará al hasta ahora intrascendente Hazard.

Pese a que su única victoria en el templo blanco data de 1974 y contabiliza ocho derrotas consecutivas contra el Madrid en las que sólo ha marcado dos goles y ha recibido 28, el Granada comparece sin complejos en el que será el partido número 50 de Diego Martínez al frente del cuadro nazarí. El gallego ha diseñado un equipo rocoso que saca máximo partido del juego directo. Tercer conjunto con menos posesión en las siete primeras jornadas, es también el tercero que menos goles ha encajado (seis, los mismos que el Real Madrid) y ha marcado uno más que los blancos.

El conjunto nazarí ya doblegó al Barça en el Nuevo los Cármenes y aspira a sorprender al otro coloso del fútbol español, aunque para ello, según recordó Diego Martínez, sus futbolistas habrán de estar «de matrícula de honor» y «acertados» y que no lo estén los anfitriones en un «reto de exigencia mundial». Soldado, ex de la 'casa blanca' y duda por un espasmo en el aductor derecho, entró finalmente en una lista de 19 jugadores, tres de ellos porteros por las molestias Rui Silva, titular hasta la fecha.

Después de que el Real Madrid se adelantase con un 3-0 a la hora de partido, la victoria del líder se vio sorprendentemente comprometida con dos goles a balón parado del Granada, que se rebeló en la última media hora y provocó una sacudida en el Bernabéu, donde los blancos volvieron a mostrar dos caras, una buena en la primera parte y una muy mala en la segunda, en la que se desengancharon y estuvieron cerca de estrellarse. El Madrid de la falta de continuidad en la actitud y en el juego surgió de nuevo ante su propia afición, tan nerviosa como su equipo en cuanto se acercó a un solo gol el equipo nazarí, que resucitó gracias a un infantil penalti cometido por Areola y se lo creyó de verdad con el segundo tras un saque de esquina en el que Duarte le ganó la partida a la defensa local, inédita en las bandas a causa de las lesiones y temblorosa cuando el rival empujó.

También como consecuencia de la baja de Courtois, oficialmente como consecuencia de una gastroenteritis, hubo cambio obligado en la portería, con Areola titular y protagonista negativo en un encuentro que sin embargo le sirvió a Hazard para recuperar la confianza y relanzarse, al igual que a James Rodríguez, que volvió a marcar con el Madrid dos años y medio después y se encargó de culminar una contra ya en el descuento, cuando el líder había jugado a la ruleta rusa. Por su displicencia, sufrió el Real Madrid y se arriesgó a otro varapalo, aunque esta vez salió airoso y, pese a las muchas dudas que rodean al equipo, se consolida en el liderato antes del parón de selecciones.

Aparte del triunfo, otra gran noticia para el Madrid fue que por fin apareció Hazard, para estrenarse como goleador en partido oficial y dar lustre al tridente ofensivo blanco, que tuvo una participación decisiva en una victoria con altibajos del líder. A pase magistral de Bale con el exterior de la izquierda Benzema abrió el marcador a los dos minutos y Hazard, a quien el madridismo ya exigía responder a su coste y talento, cerró un notable primer tiempo del equipo de Zidane. El Real Madrid, sin embargo, no pudo sumar su cuarto partido liguero consecutivo sin encajar un gol frente al segundo clasificado, un Granada que acusó que los blancos se adelantasen tan pronto y compitió con orgullo en el Bernabéu, aunque se vio incapaz de dar el golpe final ante tal desequilibrio de fuerzas.

Aunque con escasa efectividad en ataque, ya que perdonó demasiado, pero con dos goles letales al principio y al final del primer período, y una solidez defensiva que echó por tierra tras el descanso, parecía que había sentenciado el Real Madrid en 45 minutos, gracias a la calidad de sus delanteros. Bale, Benzema y Hazard hicieron sucumbir al Granada, a quien permitió revivir Areola y recuperó opciones ante un conjunto local hasta entonces muy serio y comprometido. Sin embargo, después de que los blancos mandasen en el control y en la contención, encabezada por Fede Valverde, se desconectó el Madrid y se le apagó la luz en las dos áreas, hasta que James puso fin a la incertidumbre.

Con la actitud que aparece y desaparece en el Real Madrid según los encuentros y relanza a un equipo de tanta categoría, la goleada pudo ser más amplia para los blancos si no hubiese sido por las paradas de Rui Silva y la falta de puntería de un equipo que precisaba recuperar la pegada y lo consiguió con tres grandes goles. El de Hazard, que no marcaba desdes hace dos meses, cuando lo hizo en un amistoso ante el Salzburgo y al que parte de la afición madridista ya comenzaba a echársele encima, de vaselina, y el de Modric, tras sustituir al lesionado Kross, con un trallazo desde fuera del área. Desde el banquillo, tras la retirada del desafortunado Soldado y del aplaudido Hazard -al igual que Bale- también salió para machacar James, otro que no contaba para Zidane y está ganado para la causa.