Ramos y Casemiro suavizan otro tormento

Las victorias ante Sevilla y Osasuna, más las tablas frente al Atlético, han reactivado a un equipo que camina líder de la Liga pero que cierra su grupo en la Champions, torneo en el que ha perdido sus dos últimos partidos como local. Tres choques consecutivos sin encajar gol ni conceder remates más allá del inane de Savic en los estertores del derbi dan cuenta del cambio de actitud de un bloque cuya flojera defensiva parece ya un recuerdo del pasado dada la pétrea armadura de que se ha revestido desde aquella infausta noche parisina en que sufrió su mayor humillación europea al dictado de Zidane.

«La derrota fue dura, es una realidad. Desde entonces hemos jugado muy bien en defensa. Siempre podemos mejorar pero hemos hecho las cosas bien», reivindicó este lunes Zidane, que subrayó que estar «fuertes defensivamente, como últimamente» no impide «jugar bien» y recordó que el ADN del Real Madrid demanda «al menos sudar la camiseta». «No se puede ganar siempre pero lo importante es darlo todo siempre en cada partido. Eso vamos a hacer esta temporada», prometió el francés en una rueda de prensa en la que alertó del carácter trascendental de que imbuye al choque con el Brujas el tropiezo contra el PSG.

Sucumbió el Real Madrid aquel día sin Sergio Ramos y Nacho, sancionados ambos para un envite que pulsó de nuevo la fragilidad de los blancos sin su capitán. Cinco derrotas consecutivas en Europa con el camero ausente ejemplifican la mayúscula importancia de su jerarquía para mantener compacto al equipo. La vuelta del sevillano en el Sánchez Pizjuán resultó capital para el cambio de rumbo por su liderazgo y capacidad para sellar espacios adelantando la zaga. «De vez en cuando necesita descanso pero ahora no», remarcó Zizou, contento de recuperar a su cacique y tener también disponible al versátil canterano, que recuperó la solvencia en el derbi y apunta de nuevo al lateral izquierdo al venir Marcelo de lesión.

El brasileño entró en la convocatoria al igual que Isco, lesionado desde agosto. Una lista de la que no forman parte James Rodríguez ni Gareth Bale, descartes junto a los habituales Odriozola, Brahim, Rodrygo y Mariano.

La acumulación de esfuerzos invita a rotaciones en la medular. Modric podría regresar a la sala de máquinas para coger rodaje tras disputar ya 23 minutos en el Metropolitano. Casemiro o Kroos, los integrantes del plantel con mayor carga de partidos, necesitan aire, lo que da opciones a Valverde. Arriba, la ausencia de Bale abre hueco a Lucas Vázquez o Vinicius. Hazard tendrá una buena ocasión para refutar las críticas por su flojo inicio de campaña. «Ya no estoy lesionado y estoy totalmente recuperado. Ahora sólo falta que marque goles y sea decisivo, que es lo que espera todo el mundo de mí, y cuando empiece a marcar y a encadenar grandes partidos todo va a ir mucho más sencillo. Sólo falta un gol o una asistencia para remontar», se mostró confiado el ex del Chelsea, que se reencontrará con compañeros de selección como Mignolet, Mechele o Vanaken.

El ex del Liverpool es uno de los rostros más conocidos de este Brujas que comenzó su andadura en la fase de grupos empatando en casa contra el Galatasaray y que marcha líder de la liga belga, invicto en las seis primeras jornadas y que firmó una 'manita' el pasado fin de semana ante el Malinas, con doblete del senegalés Mbaye Diagne, uno de los diez futbolistas con que se reforzó en verano. Un partido en el que Philippe Clement, campeón el año pasado como técnico del Genk, aprovechó para dar descanso a algunos de quienes serán titulares este martes en el Bernabéu. Son baja por lesión el colombiano Eder Balanta y el croata Matiej Mitrovic.

Los 'blauw-zwart', subcampeones de Europa allá por el lejano 1978, no han perdido en sus cinco últimos enfrentamientos en la fase de grupos de la Champions, aunque sólo han cosechado una victoria y no saben aún lo que es ganar en España tras doce visitas, la última el año pasado, cuando cayeron frente al Atlético en el Metropolitano por 3-1.

La Champions se ha convertido en un auténtico suplicio para el Real Madrid, que

Fue

Superado por un equipo ordenado, sobrado de físico y valentía, el conjunto de Zinedine Zidane añadió otro borrón a su deambular por el torneo que siempre fue su fetiche, por mucho que el arreón final le sirviese para inaugurar su casillero de puntos el día en que

Venían los blancos avisados por sus últimos tropiezos continentales, pero ni aun así salieron en guardia. Lo pagaron de inmediato. Encontró en la banda de Carvajal y Lucas Vázquez una autopista libre de peaje Vanaken, que filtró la bola a Tau para que sirviese el pase de la muerte a Dennis, que sentó a Courtois con un remate en semifallo que citó la bola con la red. 270 minutos había pasado imbatido en Liga el Real Madrid. Diez minutos, apenas un suspiro, precisó el conjunto belga para hacer

Era un Madrid despistado, desnortado por el gol y superado por un rival pletórico. En otros tiempos reaccionaba con la ferocidad del león ante semejantes afrentas, pero el actual es

Los hombres de Philippe Clement aplicaban de modo escrupuloso el método del técnico:

La verticalidad del tridente africano del Brujas comprometía en grado sumo a la zaga de Zidane, otra vez de cristal. Courtois salvó el segundo despejando de puños en otra incursión a velocidad del rayo de los belgas, pero nada pudo hacer por evitar el tanto de Dennis tras

La tragedia se cernía en un Bernabéu estupefacto. Los blancos quedaban a

El belga sigue siendo un coladero en la Champions, donde ha concedido trece goles en sus siete partidos como madridista.

Todo eran ya prisas en un Real Madrid que se movía al toque de corneta. La precipitación dejó aún más expuesta a la retaguardia de Zidane.

Y la parroquia encontró motivos para creer.

A Lucas Vázquez, otra vez blanco de su afición, le faltaron unos centímetros para poner el empate con un disparo que buscaba el palo largo. Probó Hazard con un zurdazo blando y desviado desde el carril central en otra pobre comparecencia del belga. Más clara la tuvo Modric, pero la mandó alta. Al final tuvo que ser Casemiro el que le socorriese con un cabezazo tras una falta botada por Kroos.