Di María muta de ángel en demonio

Custodio de la portería del Real Madrid en el trienio de 'orejonas' encadenadas, Keylor se reencontrará con el equipo con el que tocó el cielo. La apuesta del club por Courtois, validada por Zidane, sumada a una suculenta oferta económica terminó convenciendo al tico de la conveniencia de marcharse a París en una operación que llevó a Areola a Chamartín.

Intercambio de cromos que pone un aliciente adicional al choque de transatláticos tras un verano de lo más convulso en ambos bandos, con la fuga truncada de Neymar, el afán de Nasser Al-Khelaïfi porque Mbappé desoiga los cantos de sirena que le llegan del Santiago Bernabéu y la revolución nunca consumada de los blancos como episodios descollantes.

Con sensibles ausencias comparece el Real Madrid, cuya abdicación ante el Ajax parecía presagiar la defenestración de una vieja guardia que, medio año después, sigue sustentando el nuevo proyecto de Zidane con la adición de dos convidados inesperados: James y Bale. El colombiano y el galés se han ganado el indulto de Zizou. El '16' viene de dar un recital ante el Levante y el '11' retorna tras cumplimentar sanción frente a los granotas.

Piernas frescas que agradecerá su equipo, al que las lesiones siguen acosando. El último en caer fue Marcelo, con problemas cervicales, por lo que Mendy ocupará el lateral izquierdo ante el club en el que pasó ocho años durante su periodo formativo. No será el único de los fichajes que lucirá de inicio en el Parque de los Príncipes, puesto que las sanciones que arrastran Sergio Ramos y Nacho darán también la alternativa a Militao, que tuvo sus primeros minutos oficiales frente al Levante en la agónica media hora final.

No están disponibles Asensio, Isco, Modric y Valverde pero sí Hazard, que tras su debut en la Liga se estrenará también en Europa. «Desde que llegas al Real sientes una conexión con la Champions», resaltó en una entrevista concedida a los medios de la UEFA antes de su puesta de largo en la competición que constituye la obsesión del madridismo. El belga, campeón y mejor jugador de la pasada Europa League, sabe que buena parte de las expectativas pasan por sus botas y, tras dejar destellos en la media hora que jugó el sábado, se le espera de inicio. Luciría así Zidane su nuevo tridente en una cita de postín en la que no habrá ni rastro del rutilante trío atacante parisino.

Sin sus grandes astros afrontará el PSG un partido escrutado con lupa por sus propietarios. Neymar, que el sábado volvió a enfundarse la zamarra parisina cinco meses después para resolver de chilena el choque ante el Estrasburgo ante una hinchada iracunda por su infidelidad, lidia con la sanción por criticar el arbitraje del encuentro ante el Manchester United la pasada temporada que consumó otro batacazo del multimillonario proyecto catarí, aunque rebajada este martes de tres a dos partidos por el TAS. Mbappé, lesionado desde el 25 de agosto, aún no ha retornado a los entrenamientos con el grupo.

Tampoco está disponible Cavani, que cayó como Mbappé ante el Toulouse, por lo que Icardi y Choupo-Moting se juegan un puesto en la punta. Thomas Tuchel, que programó un entrenamiento no previsto el lunes, signo del carácter trascendental que otorga la cúpula al duelo, tiene también las bajas de Kehrer, Draxler y Dagba, pero recupera a Bernat.

Los parisinos han hecho de su feudo un auténtico fortín en la fase de grupos, con quince victorias y seis empates desde su última derrota como locales allá por 2004, ante el CSKA. Poderío que se disipó en sus dos últimas eliminatorias, cuando Real Madrid y Manchester United afrentaron el Parque de los Príncipes. Los blancos le han ganado sus tres últimos pulsos al PSG, cuyo triunfo más próximo ante su rival de este miércoles data de marzo de 1994, en la ida de cuartos de la extinta Recopa.

Penalizado por su

Un

Se presentaba un partido algo descafeinado por las bajas, que desfiguraban especialmente al PSG. Sólo a priori, visto el devenir del encuentro.

El 'Fideo' se encargaría de convertir el problema en una bendición para los locales con su

La abrasiva presión del PSG comprometió desde el minuto 1 al 90 a los pupilos de Zidane. Con dificultad para armar en la zona ancha del campo,

Protagonista el tico en la previa, fue sin embargo otro ex de la 'casa blanca' el actor principal de la noche. Capital en el amarre de la 'décima', Di María aprovechaba una internada por la izquierda de Bernat para batir a Courtois, que se limitó a manotear ante el golpeo del 'Fideo'. Pudo hacer más ahí pero no en el segundo, un latigazo del argentino que lamió el palo. La mácula esta vez la puso la actitud contemplativa de sus compañeros.

Cada aproximación del PSG sembraba el pavor en el área del Madrid. Faltaba control en la sala de máquinas de los visitantes, contagiados del vértigo de los parisinos. No parecía mala opción con Bale y Hazard en los costados, pero

Mellado atrás, el Madrid se encaminaba a la

Hazard y James, ya sin fuelle, dejaron sitio a Lucas Vázquez y Jovic mientras Ander Herrera relevaba a un renqueante Marquinhos, pero pese a que logró a activar a Benzema, el Real Madrid fue incapaz de alterar el marcador, con un