Una defensa de campeonato

Igualada a 40 puntos con el Barça, la escuadra de Zinedine Zidane aprieta por la Liga a partir de la fortaleza de su retaguardia, que registra números no vistos en el ecuador de una Liga desde hace 32 años. Los doce tantos que han encajado en las diecinueve primeras jornadas Thibaut Courtois y Alphonse Areola son el registro más bajo desde que Paco Buyo viera mancillada su portería el mismo número de veces en la campaña 87-88. Igualan así los blancos el segundo mejor dato de su historia, que también alcanzaron en el curso 71-72 y superado sólo por los once que recibieron en la temporada 61-62. En todos esos casos, acabaron alzando el cetro.

Un buen augurio para un equipo que ha solidificado su estructura al punto de llegar al intermedio del campeonato igualado con el pétreo Atlético de Simeone en número de goles recibidos tras reducir a la mitad las dianas que encajó a estas alturas del pasado curso, cuando entre Courtois y Keylor Navas tuvieron que recoger en 24 ocasiones el balón del fondo de la redes que custodiaban.

Crucial en este blindaje que ha permitido al Real Madrid reconstruir su capacidad competitiva sin un depredador sin par como era Cristiano Ronaldo está siendo el espectacular desempeño de Courtois en los dos últimos meses y medio, en los que ha recuperado la firmeza que le convirtiera en uno de los mejores cancerberos del continente defendiendo los intereses de Atlético y Chelsea. El belga suma once porterías a cero en los 21 partidos en que se ha colocado bajo palos desde que comenzase la temporada, con un claro punto de inflexión en la derrota en Son Moix que puso a Zidane al borde del abismo y fue el germen de un Real Madrid más abrigado.

Desde entonces al gigante de Bree, que recibió siete goles en sus siete primera apariciones en esta Liga, sólo le han hecho dos dianas en las nueve siguientes, ha abortado 26 de los 28 últimos remates que ha recibido contra su portería y enlaza 282 minutos sin ver perforada su meta. Frente al Getafe realizó tres intervenciones a golpeos de Arambarri, Fajr y Cabrera decisivas para sostener a su equipo en un primer tiempo de mucho sufrimiento para los blancos y Zidane le calificó como el mejor arquero del mundo.

«El trabajo defensivo y del portero está siendo muy bueno y eso ayuda a ganar partidos», resaltó el guardameta. «Thibaut es un gran portero y nadie, ni él mismo, dudaba de su potencial. Es un gran portero y nos va a dar puntos», resumía Carvajal mientras otro de sus compañeros, Varane, autor de dos de los tres goles en el Coliseum, incidía en que no conceder goles «es el trabajo de todos».

Faena grupal es también la labor ofensiva en un equipo desprovisto de la descomunal pegada de que dotó a su celebérrimo tridente el insaciable Cristiano Ronaldo. Sin el luso, y pese a la subida en las prestaciones de Benzema, todos deben aportar su granito de arena, incluso los zagueros, que han sellado siete de los 36 goles del Real Madrid al cierre de la primera vuelta.

Ni la ausencia de Sergio Ramos, principal bastión defensivo, restó brillo a la zaga blanca frente a uno de los conjuntos más incómodos de Primera. Militao aportó contundencia y Mendy asistió en la diana que encarriló el choque. Fichajes ambos del pasado verano cada vez más asentados en un equipo que ha hecho de la consistencia su gran bandera en una Liga de la que ya había dimitido a estas alturas los dos cursos anteriores. En la campaña 2017-2018 llegó al ecuador del campeonato a 16 puntos del Barça y en la 2018-2019 lo hizo a diez de los azulgranas.

Los blancos han salido invictos de sus visitas al Sánchez Pizjuán, el Metropolitano, Mestalla y el Camp Nou, aunque sólo vencieron en el feudo de Nervión, por lo que en la segunda vuelta contarán con el respaldo de su afición ante los cocos de la Liga. Tres de ellos le acompañarán a Yeda, donde el Real Madrid peleará por ampliar su palmarés más de un año después de aquel Mundial de Clubes en Abu Dabi que abrió un doloroso periodo de sequía en Chamartín.