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Semana horrible en el Real Madrid, al menos en el apartado de las lesiones, la cara más amarga del deporte. La convincente victoria del conjunto blanco ante el Athletic en San Mamés, uno de los feudos más temidos de la Liga, y la impresionante puesta ... en escena de Jude Bellingham en el fútbol español -el inglés firmó un gol pero especialmente una exhibición de jerarquía en las diferentes zonas del centro del campo- quedaron en un segundo plano horas después con la grave dolencia de Eder Militao.
Y es que como ya se temía desde que el central brasileño tuvo que retirarse del césped de La Catedral ayudado por los auxiliares del Madrid, después de una torsión con muy mala pinta, el diagnóstico confirmó que el defensa sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Exactamente la misma lesión que padeció tres días antes otro pilar blanco como Thibaut Courtois, una de las dolencias más temidas en el mundo del fútbol y del deporte en general.
«No tiene buena pinta pero lo vamos a evaluar en las próximas horas, ojalá no sea nada grave», había dicho Ancelotti tras el duelo ante el Athletic. Era un deseo más que una certeza, tal y como acabó por confirmar el diagnóstico. Y es que la rodilla de Militao se quebró en un giro brusco, cuando trataba de porfiar con el rojiblanco Sancet. Los gestos de dolor del brasileño y sus lágrimas a la hora de ser retirado del verde delataban la gravedad de la lesión. Será intervenido quirúrgicamente en los próximos días, tal y como detalla el Madrid en su comunicado oficial.
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Dos lesiones de larga duración en apenas tres días y además de dos jugadores indiscutibles, el portero titular y el defensa central de mayor jerarquía. No resulta extraño que cualquier alegría por el buen comienzo liguero en Bilbao se disipase con el bajón anímico lógico en el vestuario, entre sus compañeros, y el importante agujero al que se enfrentan el cuerpo técnico liderado por Ancelotti y la planta noble de Chamartín, que se debate de nuevo entre acudir al mercado o asumir la campaña con los recursos de los que ahora dispone.
Con la cesión de Kepa Arrizabalaga desde el Chelsea bastante avanzada, un movimiento de urgencia pero interesante para cubrir el inmenso vacío sin Courtois bajo palos, lo de la contratación de un central no está tan claro. Lo cierto es que el puesto parece bien cubierto con Alaba, Rüdiger y Nacho, aunque las salidas de Jesús Vallejo al Granada y el canterano Rafa Marín al Alavés impiden a Carletto la tranquilidad de contar con un cuarto central de rotación.
Las escasas opciones de garantías en un momento ya avanzado del mercado no invitan a la aventura, aunque el número de fichas lo permita, pues si el Madrid no da de baja a Courtois y Militao, teniendo en cuenta la hipotética llegada de Kepa, aún dispondría de otro hueco para inscribir un jugador más.
A las dos roturas de ligamento cruzado de dos futbolistas clave se unen la lesión de menisco del joven turco Arda Güler, cuyo prometedor inicio de los entrenamientos se truncó pronto al tener que pasar por el quirófano, y la dolencia en el tendón distal del bíceps femoral derecho de Dani Ceballos, que tras renovar hasta 2027 con el Madrid se perdió toda la preparación veraniega aunque ultima su recuperación.
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