Messi: «Llevaba todo el año diciéndole al presidente que me quería ir»

«Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona sintiéndolo muchísimo porque siempre dije que quería acabar mi carrera aquí. Fue un año muy complicado, sufrí mucho dentro de los entrenamientos, en los partidos y en el vestuario. Se me hizo muy difícil todo y llegó un momento que me planteé buscar nuevos objetivos, nuevos aires. No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo», explica el '10' azulgrana sobre su controvertida decisión, que al final las circunstancias han revertido.

Resulta llamativo que Bartomeu estuviese al tanto de la intención del mejor jugador de la historia del Barça y no moviese ficha, pero también que el argentino no hiciese uso de la cláusula liberatoria que figuraba en su contrato y que le permitía renunciar al año restante antes del 10 de junio. «Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra», explica Messi al respecto.

Con semejante relación entre el rosarino y la junta directiva de Bartomeu, que seguirá en el club hasta que se celebran las elecciones a la presidencia en marzo, cabe preguntarse cómo será la convivencia en el día a día de la próxima temporada, con Ronald Koeman como encargado de afrontar la renovación de la plantilla desde el banquillo en medio. «Hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas», señala Messi, muy duro con la gestión de la directiva azulgrana.

«Hay un entrenador nuevo y una idea nueva. Eso es bueno, pero después hay que ver cómo responde el equipo y si nos va a dar o no para competir. Yo lo que puedo decir es que me quedo y voy a dar el máximo», analiza respecto al papel de Koeman como nuevo técnico del Barça, cuando además se da la circunstancia de que el neerlandés ha llegado con la idea de prescindir de Luis Suárez, el mejor amigo de Messi en el vestuario.

«Repito, me quería ir y estaba en todo mi derecho, porque lo decía el contrato que podía quedar libre. Y no es 'me voy y ya está'. Era me voy y me costaba muchísimo. Me quería ir porque pensaba en vivir feliz mis últimos años de fútbol. Este último no encontré la felicidad dentro del club», añade el futbolista, convencido en su idea de que no estaba obligado a abonar su cláusula de rescisión de 700 millones de euros para abandonar el Barça pero incapaz de llevar la disputa con el club que le dio la oportunidad de convertirse en el mejor jugador del mundo hasta los tribunales.