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P. RÍOS
Barcelona
Viernes, 4 de septiembre 2020, 14:27
Leo Messi se quedará en el Barcelona una temporada más. Diez días después de provocar un terremoto al comunicar por burofax al club azulgrana su deseo de abandonar ya el equipo y solicitar la carta de libertad, el delantero argentino anunció este viernes que ... continuará en el Barça. Dado que su fichaje por el Manchester City es ahora imposible y que la única vía para solucionar el conflicto con el Barcelona eran los tribunales de justicia, Messi ha decidido dar marcha atrás en su decisión de marcharse, tras haberse declarado en rebeldía al no presentarse a los test PCR y a los entrenamientos del equipo dirigido por Ronald Koeman.
«Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo, que me dio todo desde que llegué. Es el club de mi vida, tengo hecha aquí mi vida, el Barça me dio todo y yo le di todo. Jamás se me pasó por la cabeza llevar al Barça a juicio», proclamó Messi para justificar su continuidad a través de una entrevista exclusiva concedida a Goal, en la que el futbolista argentino se mostró muy duro y acusó a Josep Maria Bartomeu de «no cumplir su palabra». «El presidente siempre dijo que yo al final de temporada (2019-2020) podía decidir si me quería ir o si me quería quedar», lamentó Messi, obligado a seguir en el Barcelona después de que el club azulgrana remitiese a su cláusula de rescisión de 700 millones de euros y fuese apoyado por LaLiga, que insistió en que no concedería la baja al futbolista si abandonaba la entidad sin pagar la indemnización fijada en su contrato.
Aunque la intención de Messi era irse ahora del Barça e iniciar una nueva etapa en el City de Pep Guardiola, seguirá vestido de azulgrana al menos una campaña más porque no le permiten abandonar este verano. Su contrato con el Barça termina en junio de 2021 y podrá por tanto irse ya gratis en 2021, aunque Bartomeu ya no continuará al frente de la entidad tras las elecciones de marzo. Harto de continuar en un equipo sin proyecto deportivo y sumido también en una grave crisis económica e institucional, a Messi no le ha quedado otro remedio que seguir, aunque el delantero argentino deseaba irse incluso antes de la histórica debacle del 2-8 frente al Bayern en la Liga de Campeones. «La decisión la llevaba meditando todo el año. Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año», aseguró el capitán azulgrana, que echó un pulso al Barcelona del que ha salido vencedor Bartomeu, aunque Messi reconoce que «hace tiempo que no hay proyecto y se van tapando agujeros».
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Muy mal asesorado, Messi no midió las consecuencias y se precipitó el 25 de agosto al reclamar al Barça la rescisión unilateral de su contrato. Con la incertidumbre sobre su futuro, ha tenido que pasar más de una semana, a ocho días del comienzo de la Liga (el 12 de septiembre), para que Messi haya reculado y confirmase que continuará en el club en el que lleva 20 años, con el que ha conquistado 34 títulos y se ha convertido en el mejor futbolista del mundo. Después del sorprendente burofax de Messi que sacudió los cimientos del Barcelona, Bartomeu le lanzó un órdago e incluso llegó a ofrecer su cargo si el futbolista decía públicamente que el problema era el presidente para querer irse del Barcelona, pero no será necesaria su dimisión. Tampoco irán a juicio Messi y el Barça para dirimir una guerra que ha tenido en vilo al Barça y al fútbol mundial durante los últimos días, después de que el Barcelona le advirtiese que «la única manera de salir del club era pagando la cláusula».
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Messi admitió que «todo este tiempo ha sido duro» no solo para él, sino también para su familia. «Mateo (su hijo pequeño) escuchó algo en la tele y averiguó algo y preguntaba. No quería saber nada de poder irnos, tener que ir a un colegio nuevo o hacer nuevos amigos. Me lloraba y me decía «no nos vayamos'. Era entendible. Me pasó a mí. Es muy difícil tomar una decisión», apuntó el ganador de cuatro Champions y seis Balones de Oro, que explicó que cuando mandó su burofax al club su intención «no era pelear con el Barça».
«Simplemente quería hacer oficial mi decisión de querer marcharme, porque el presidente no me daba bola a lo que le estaba diciendo», insistió el argentino, quien con el Barça a la deriva sentía «que había llegado el momento de buscar nuevas ilusiones y nuevos rumbos» en su carrera. Concretamente, en el City, que sometido al 'fair play' financiero de la UEFA no podía encarar una operación de tales dimensiones. Ahora Messi promete seguir dándolo todo como azulgrana. «Mi actitud no va a cambiar por más que me haya querido ir», subrayó el argentino, dolido porque se haya dudado de su barcelonismo.
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