Así es Herri Norte, 50 radicales con numerosos antecedentes violentos

La simbología de esta agrupación está prohibida en la Liga desde 2018 porque es uno de los quince incluidos en la lista de asociaciones radicales y violentas que elabora la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. Sin embargo, los agentes italianos permitieron la presencia del enorme cartel hasta bien entrada la segunda parte, cuando los incidentes con las bengalas les obligaron a intervenir en la zona. El acceso a los estadios de los miembros del grupo está permitido a no ser que alguno haya sido sancionado con la prohibición de hacerlo, pero la que queda no puede aparecer nunca es su simbología. Varios de ellos han sufrido castigos de este tipo. En este momento en torno a tres se les ha vetado en los campos y uno de ellos incluso llegó a ser expulsado como socio. El pasado año, este periódico reveló que el club había abierto expediente sancionador a tres socios por incidentes en San Mamés. Los castigados eran un histórico dirigente de Herri Norte y otras dos personas sin vinculación directa con esta organización.

Fundado en 1982 y de ideología abertzale radical, Herri Norte se ha distinguido en los últimos tiempos por mostrar su apoyo a los rusos en la guerra de Ucrania, a Palestina y al grupo armado chií libanés Hizbulá. Este grupo acumula varios altercados violentos en los últimos tiempos, sobre todo cuando hay partidos europeos. La Ertzaintza tiene perfectamente identificados a sus integrantes. A La Catedral entran, según las fuentes consultadas, en torno a veinte miembros de ellos por encuentro, mientras que alrededor de treinta se quedan fuera.

Cuando la animación estaba en una esquina, dominaban el centro de ese sector, pero desde que se ha creado la Grada Popular se colocan por grupos, repartidos por la zona. Ni los de los micrófonos ni los de los bombos tienen que ver con ellos. En alguno de sus numerosos conflictos con el club y la Policía autonómica han abandonado el área de animación sin apenas apoyo del resto de aficionados que acuden a la misma grada. Además, instigan a los jóvenes para que sigan sus consignas. En los viajes se refuerzan con amigos de gimnasios. Son 'fichajes' que hasta ahora estaban fuera del radar.

Herri Norte ha causado estragos en numerosos partidos. Los más recientes, en la final de Copa. La Policía sevillana sospecha que radicales adscritos a ese grupo fueron los protagonistas del ataque con el lanzamiento de sillas y bombas de humo a familias del Mallorca que estaban en su fan zone horas antes del choque. Menos dudas hay sobre la responsabilidad de integrantes de Herri Norte en uno de los peores episodios de violencia relacionados con el fútbol en el último año. Varios ultras están investigados por su presunta participación en el ataque a hinchas del Atlético el pasado mes de marzo en el restaurante Farketa, en Rodríguez Arias. Ese día, siete radicales irrumpieron en el local para atacar a los cincuenta seguidores visitantes que estaban en su interior.

Además, esos mismos días se lanzaron a la búsqueda de hinchas visitantes por pensiones de Bilbao. La respuesta del club colchonero fue denegar entradas a los hinchas vizcaínos para el partido del Metropolitano, en el que los dos equipos se jugaban un puesto de Liga de Campeones.

Herri Norte no parece tener problemas para conseguir entradas. Es habitual verles fuera de San Mamés, aunque eso les cueste ser escoltados por las fuerzas de seguridad. Así llegaron la pasada campaña a El Sardinero. El Racing cedió su estadio para el Cayón-Athletic de Copa. La respuesta de Herri Norte fue cantar «Puta España, puta Santander». «Jon Uriarte estaba sentado a mi izquierda en el palco de El Sardinero y me dijo que no le gustaba escuchar los insultos». Así relató a este periódico Dionisio Humara, presidente del Cayón, la reacción de su homólogo en la entidad rojiblanca.

Los choques europeos son el granero preferido por los ultras para provocar altercados. Muchos han tenido consecuencias para los hinchas rojiblancos en las devoluciones de las visitas. Atacaron, por ejemplo, a cuatro seguidores del Apoel Nicosia de Chipre junto al teatro Arriaga y los seguidores vascos tuvieron que moverse escoltados por la capital chipriota como medida de protección. Mostraron también banderas prorrusas en San Mamés y apedrearon un autocar de seguidores Vip del Zilina ucraniano. A la vuelta en Lviv, la Policía obligó a los aficionados vizcaínos a quedarse en el hotel para evitar evetuales agresiones de radicales locales.

Herri Norte entró en el listado de grupos violentos tras una batalla campal con radicales del Spartak de Moscú en los que falleció un ertzaina en 2018. Ese día se les requisaron puños americanos, porras extensibles, martillos, piedras y algunos otros objetos contundentes que pueden ser utilizados para lanzamientos o agresiones directas. Las bengalas de Roma les han colocado en el punto de mira. Sus compañeros de grada en el Olímpico les censuraron. Lo hicieron también el club con un durísimo comunicado, Ernesto Valverde y los capitanes. «No nos representan», concluyeron.