'Casper el fantasma' se destapa tras un año tormentoso

Víctima de varios robos, lesionado en el tobillo, la cadera y los aductores, afectado por la covid-19 y, por si fuera poco, víctima de una apendicitis, a Dolberg le ha ocurrido de todo. No gana para disgustos. Hace dos años, su compañero en el Niza Diaby Fadiga, según confesó llevado por la envidia y los celos, le sustrajo en el vestuario un reloj valorado en 70.000 euros. Al principio de este curso, le quitaron el coche, las llaves de casa y se llevaron 2.000 euros tras desvalijar su domicilio mientras se concentraba con Dinamarca para disputar los partidos de la Liga de Naciones ante Inglaterra y Bélgica.

«Es humano dudar cuando pasamos por semejantes pruebas. Tiendes a pensar que el mundo entero está en tu contra», concedía. Al final, en 25 partidos ligueros logró 6 goles y 2 asistencias, un balance escaso para 'Iceberg', su apodo desde los tiempos en Ámsterdam por esa frialdad que muestra siempre, sobre todo en la celebración de sus goles. Una campaña muy floja después de una primera temporada aceptable en el sur de Francia, con 11 goles en 23 partidos, algunos de ellos relevantes.

«Kasper está muy lejos de la imagen que tiene el público», argumenta el austríaco Flavius Daniliuc, uno de sus compañeros más próximos en el vestuario del Niza. «También es muy fuerte mentalmente. Ha pasado por muchos problemas. Tiene esta capacidad de permanecer en el partido, incluso con pocos balones, siempre tranquilo y lúcido. Al final marca sus goles, calmado como en su jardín, y se vuelve a su casa, normal», añade el brasileño Dante, capitán del Niza, a la agencia AFP.

Dolberg, autor de 10 goles en 29 encuentros con la 'dinamita roja', ha vuelto a aparecer cuando menos se le esperaba. No participó en las derrotas contra Finlandia (0-1) y Bélgica (1-2), y apenas disfrutó de media hora en la goleada contra Rusia (1-4). Sin embargo, debido a la lesión de Yussuf Poulsen, Kasper Hjulmand le brindó la titularidad ante Gales. Y respondió con un doblete que abrió el camino del 4-0 y de los cuartos. Cogía el relevo de Nicklas Bendtner, autor del último doblete danés en una Eurocopa, la de 2012.

Fue un día muy especial para Dolberg, ya que regresaba al Johan Cruyff Arena, donde marcó 45 goles en 119 encuentros con el Ajax y donde también militó Christian Eriksen. «No sé cómo me siento. Es surrealista. Fue aquí donde empezó todo para mí y volver a este escenario es una locura total», afirmó Dolberg , 'MVP' y el danés más joven en marcar para su país en octavos de una Eurocopa.

Hjulmand le había rescatado a tiempo: «Tenía un buen presentimiento y fue fantástico. Tenía que terminar con él marcando en su estadio». Dolberg repitió titularidad en los cuartos frente a la República Checa y marcó el segundo gol. Al fin le ha cambiado la suerte a este jugador al que se le llegó a comparar incluso con los Van Basten, Bergkamp, Kluivert...

Le presionó todavía más su padre. «Veo muchas similitudes entre mi hijo y Van Basten. Son del mismo tamaño, tienen la misma velocidad y buen disparo», se excedió Flemming Rasmussen. Amor de padre mal entendido. Hubo un tiempo que Dolberg marcaba muchos más goles. Hasta la adolescencia, compaginó fútbol y balonmano, el deporte al que se dedicaba su madre. Ahora, amenaza a Inglaterra en la segunda semifinal de Wembley.